Alejandro Valverde ganó anteayer una etapa de la vuelta ciclista a España con un trazado más que peculiar en su final. Nada fuera de lo común, si no fuera porque confesó en su entrevista a pie de pódium… ¡haber reconocido el terreno con el GoogleMaps!.
Los que nos dedicamos a las tecnologías de la información, conocemos bien los beneficios que los nuevos servicios digitales tienen en la eficiencia o en la productividad de las empresas a las que asesoramos, pero ¿hemos hablado lo suficiente de cuánto mejora la tecnología la vida de las personas? Al hilo, me ha parecido que podría resultar interesante compartir mi experiencia compartiendo qué herramientas me han hecho la vida más fácil en los últimos tiempos y por qué las valoro tanto.
El correo en el móvil. Poder estar al tanto de lo que pasa en la ofi cuando tienes una cita médica o te has escapado dos horillas a la tutoría del cole no tiene precio. Jamás me he sentido machacada porque me entre un mail a cualquier hora. Al contrario, valoro muy positivamente poder conciliar mejor, poder aprovechar los tiempos muertos para limpiar el correo y poder estar sobrevolando los temas cuando creo que necesito hacerlo y no puedo estar de cuerpo presente. No puedo estar sin mi correo en el móvil
El directorio y agenda en red. Yo tengo una jornada reducida y a veces me surgen temas que necesito resolver con compañeros con los que no trato de manera frecuente. Te das cuenta de lo fácil que es cuando tienes los datos de contacto de toda la empresa accesibles de una manera fácil y también desde el móvil. Sobre todo cuando lo comparas con el engorro de años atrás en que tenías que llamar a un compi que te consiguiera el contacto…
Valoro especialmente el poder convocar a la gente viendo de antemano los huecos de su agenda. ¡Qué cansado era generar una cadena de mails con propuestas y contrapropuestas!
El aviso de disponibilidad. Que por cierto, entre los técnicos mal llamamos aviso de presencia. Y no me gusta nada el nombre, porque parece un elemento de control, cuando en realidad es una información que te permite ser más eficaz. Porque a todos nos gusta llegar con nuestros temas en el momento más adecuado, sabiendo de antemano quién está ahora de vacaciones o quien anda reunido. Te permite no sólo decidir si contactas con otra persona en su lugar, sino elegir el medio para hacerlo o qué indicas en el mensaje. O pedir educadamente que no te contacten, que has bloqueado la agenda para hacer un informe urgente o estás dando un curso.
El disco en la nube. Confieso que me ha costado lanzarme, que no me fiaba del todo… que me podía el temor a luego no poder conectarme. Lo cierto es que no tuve una visión reveladora que me llenara de confianza. Razones de peso me empujaron: cada vez incluyo más ficheros de audio y video en mis presentaciones y más de una vez no caben en ese pincho que tengo para llevarlas al lugar del evento. De mandarlas por correo, directamente podía olvidarme.
Confieso que otros me empujaron, enviándome cómodos enlaces a mi mail en lugar de tostarme la exigua cuota de correo de la que dispongo. Y ahora ya no uso otra cosa. He regalado los USBs a los niños. Trabajo directamente con mis archivos en la nube, y ni siquiera tengo que ocuparme de copiarlos antes de irme el día que tengo que acabarlos en casa.
Los espacios de colaboración. Para los que trabajamos dentro y fuera de la oficina, poder compartir el escritorio es un salto equivalente al que supuso no hace tantos años el teléfono móvil. Esta facilidad se carga del todo las barreras físicas. Porque no es lo mismo compartir que colaborar. El poder modificar en tiempo real a dos manos no sólo es muy cómodo, es que borra de un plumazo errores con las versiones. Me permite trabajar con mis compañeros desde casa, desde otra oficina o desde el AVE mientras voy a Barcelona a esa reunión de dos horas que ya no me hace perder el día entero.
No intento venderte nada. Pero sí que me atrevo a aconsejarte que las pruebes. Al menos a mí, me están salvando la vida! Y a ti, ¿qué herramienta te hace el día a día más fácil?
Foto | Ideal