En 2017, ocho de cada diez usuarios utilizan Internet para acceder a vídeos de carácter formativo, sin apenas cambios respecto a los datos del año anterior. Lo hacen en mayor medida los hombres (82,6%) que las mujeres (75,7%), brecha que aumenta de 3,2 a 7 puntos, según los datos mostrados por el informe Sociedad Digital en España 2017.
Entre los grupos de edad también existen diferencias: las cifras más altas se registran entre los jóvenes de 14 a 19 años y de 20 a 24, alcanzando el 96 y el 94,6%, respectivamente. Se trata de edades que precisamente coinciden con la etapa formativa, por lo que no deben sorprender estos elevados porcentajes. Pero, además, esta tendencia no solo se ciñe a aquellos internautas sumergidos en el proceso educativo, sino que todos los segmentos mantienen datos superiores al 50%, salvo los mayores de 65 años. No obstante, la brecha generacional tiende a cerrarse ya que este grupo aumenta su predisposición a usar Internet para ver vídeos en 6 puntos porcentuales, pasando del 42,2% en 2016 al 48,3% en 2017.
La visualización de vídeos para aprender es variada e incluye formación reglada, contenidos para el ámbito laboral y el aprendizaje enfocado a las aficiones. Aunque siguen liderando las preferencias, los usuarios que reproducen vídeos para mejorar sus conocimientos sobre hobbies, como cocina y carpintería, son menos en el último año, pasando del 84% en 2016 al 80,3% en 2017.
Esta caída es de 10 puntos porcentuales entre los jóvenes de 14 a 19 años, situándose en el 73,8%. También se ha reducido, aunque en menor medida, el acceso a vídeos profesionales o del entorno de trabajo, al que recurren el 54,6% de los usuarios, 2,2 puntos menos que en 2016. En el caso de los más jóvenes, cae 7,7 puntos hasta situarse en el 30,2%. Aquellos usuarios de 25 a 34 años y entre los 35 y 44 años son los que más recurren a vídeos formativos en el entorno laboral, una finalidad que utiliza el 68,2% y el 64,6% respectivamente.
El contrapunto a esta tendencia negativa lo pone la formación reglada, que crece sustancialmente en 2017. La reproducción de esta tipología de vídeos supera la mitad de los usuarios y llega al 54,3% de los internautas, 10 puntos más que en 2016.
Entre aquellos usuarios con edades comprendidas entre los 14 y los 19 años, el crecimiento es aún más relevante, pues pasa del 61,6% al 79,5%, lo que supone un aumento cercano al 30% y que se convierta en la opción preferida de este segmento de edad, por delante de los vídeos de aficiones. También destaca un aumento de la misma magnitud en los vídeos de formación reglada en edades postuniversitarias (de 25 a 34 años), hasta alcanzar el 69,2%, por encima incluso de los vídeos de carácter profesional. Esto viene a demostrar que el proceso formativo se alarga cada vez más y que el mercado de trabajo obliga a los jóvenes a seguir aprendiendo independientemente de tener o no un empleo.
Los hombres ven más vídeos profesionales
En cuanto al género, los hombres (60%) tienden a acceder más a vídeos profesionales que las mujeres (49%). En los vídeos de formación reglada, si el año pasado las mujeres accedían más que los hombres, este patrón ha dado la vuelta y en 2017 los hombres (55,8%) superan a las mujeres (52,6%). Cuando se trata de los vídeos sobre aficiones, las diferencias por género son mínimas: 79,6% de los hombres y 81,2% de las mujeres.
Relacionado con la reproducción de vídeos en Internet, la publicidad ha encontrado en los contenidos audiovisuales online uno de sus principales nichos. Por este motivo, volvemos a incluir en este apartado algunas referencias sobre la actitud que mantienen los internautas ante la publicidad en la red. Aunque en 2017 ha proliferado el uso de filtros de publicidad, especialmente entre los más jóvenes, lo cierto es que el porcentaje de usuarios que rechaza los contenidos publicitarios y le gustaría bloquearlos disminuye 10,6 puntos hasta el 75,6%.
Pero este menor rechazo no hace aumentar la disposición a recibir publicidad. De hecho, son también menos los que se muestran encantados, porque a cambio se informan sobre productos u ofertas útiles. En concreto, solo el 10,8% de los usuarios lo considera positivo, cuando en 2016 era el 14,2%. Este porcentaje sube al 15% en los jóvenes de catorce a diecinueve años.
La creciente preocupación por la privacidad está creando usuarios más cautelosos y suspicaces. Por este motivo, solo un 7% cedería datos personales a cambio de recibir publicidad personalizada. Mientras tanto, la proporción de internautas que pagaría por servicios (aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales…) para no tener publicidad apenas varía del 19 al 20,1%.
Esta ligera subida es de 10 y 6 puntos entre los jóvenes de 14 a 19 años (24,3%) y de 20 a 24 años (25%) respectivamente. Por género, la disposición es mayor en los hombres (26%) que en las mujeres (14,2%).