Internet está continuamente modificando los hábitos de los usuarios y, a la vez, sigue aportando nuevas posibilidades y planteamientos. En esta sección hemos preguntado por la actitud de los internautas ante la utilización del vídeo con interés formativo y ante la publicidad, dos ámbitos en los que la irrupción de Internet ha impactado de forma importante en los últimos años.
Respecto a la primera cuestión, los internautas ya han descubierto este mundo de posibilidades y utilizan de forma masiva Internet para acceder a vídeo con interés educativo. Se trata, además, de una tendencia general, para la que se recurre a diferentes aproximaciones y que abarca todo tipo de contenidos.
Así, según datos propios de Telefónica incluidos en el informe Sociedad de la Información en España 2016, el 79,6% de los internautas recurren al vídeo con intenciones formativas, cifra que crece hasta el 95,1% en los jóvenes de edades comprendidas entre los catorce y los diecinueve años y al 90,9% de jóvenes de edades comprendidas entre los veinte y los veinticuatro años, segmentos de edad en los que los usuarios se encuentran centrados en su etapa formativa.
No obstante, no es una tendencia exclusiva de estos segmentos y las tasas de utilización por parte de otros segmentos de población es elevada y solo baja del 50% en el caso de los mayores de sesenta y cinco años, grupo en el que el 42,2% de la población internauta practica este uso.
Se trata además de una utilización muy variada que incluye la formación reglada, la formación en el entorno de trabajo, la formación más informal o simplemente el aprendizaje de aficiones como la cocina o la carpintería. De hecho, el tipo de contenido para el que se recurre más habitualmente al vídeo en Internet es el de las aficiones, mostrando porcentajes de acceso por encima del 80% en todos los segmentos entre los internautas que acceden a este tipo de contenido con fines formativos.
En cuanto al resto de usos, hay una gran relación con el grupo de edad. Como parece lógico, los grupos de edades comprendidas entre los veinticinco y los treinta y cuatro años y entre los treinta y cinco y los cuarenta y cuatro años son los que muestran un mayor uso de Internet para actividades formativas que posean un carácter profesional, alcanzando una cuota de uso del 64,6% y del 61,5%.
En cambio, entre los usuarios más jóvenes prevalece la finalidad de la formación reglada, finalidad a la que recurre el 61,6% de los internautas que acceden a vídeos formativos de edades comprendidas entre los catorce y los diecinueve años y el 60,5% entre veinte y veinticuatro años. En el caso de la formación no oficial, es el segmento intermedio entre veinte y treinta y cuatro años, el que ofrece mayor cuota de acceso con un 56%.
También existen ciertas diferencias en cuanto al género, con una mayor propensión de las mujeres de acceder a vídeos formativos con intención de seguir una formación reglada (47,5% de las mujeres frente al 40,3% de los hombres), mientras que los hombres lo utilizan en mayor medida con fines profesionales (58% de los hombres frente al 55,6% de las mujeres).
Fuerte rechazo a la publicidad… pero también a las apps de pago
Respecto a la actitud ante la publicidad, se observa que la gran mayoría no desea recibir publicidad mientras navega por Internet y el 86,2% desearía poder bloquearla. No obstante, esta situación supone un cierto contrasentido ya que solamente un 19% de los usuarios se muestran receptivos a pagar por aplicaciones como mensajería instantánea o redes sociales a cambio de que dichos servicios se presentaran libres de publicidad.
Ante esta situación se plantea la necesidad de buscar formas imaginativas de llevar a cabo la publicidad o al menos de hacer atractivo el formato del mensaje publicitario. Y es que los usuarios cambian su percepción ante la publicidad si perciben que los spots son innovadores o divertidos. En dicho caso, el 32,2% de los internautas declara que le gusta ver la publicidad si es innovadora o divertida, cifra que sube hasta el 47,6% en los jóvenes de edades comprendidas entre los veinte y los veinticuatro años, lo que en cierto modo explica el éxito que han tenido un gran número de campañas publicitarias con contenidos atractivos y que rápidamente se han convertido en virales.
Otra posibilidad que ya se ha estudiado en otras ocasiones y que a la vista de los datos parece que puede tener una cierta capacidad de llegar a la población es la de enviar publicidad relacionada con el contenido que los usuarios se encuentran visionando. Por ahora, solamente los más jóvenes, acostumbrados a utilizar varias aplicaciones al mismo tiempo e incluso a utilizar diversas pantallas, por ejemplo, a utilizar el móvil para hacer comentarios sobre el programa que se encuentran viendo en televisión, son proclives a este modelo.
Así, entre los jóvenes de edades comprendidas entre los catorce y los diecinueve años, al 31,4% les parecería interesante recibir publicidad sobre el contenido que están visionando, pero esta opción solo les parece interesante al 8,3% de las personas mayores de sesenta y cinco años. Al igual que pasaba con otras tendencias tecnológicas, es posible que el avance en el grado de digitalización de los segmentos más mayores haga atractivo este modelo publicitario a nivel general en los próximos años.