La pandemia del coronavirus ha provocado un terrible impacto en nuestras vidas, con los efectos más graves en la salud y en la pérdida de millones de vidas. Pero también ha azotado el empleo y la estabilidad laboral de casi todo el mundo. El futuro del trabajo no será igual a partir de ahora. ¿Cómo será el mundo laboral después de la Covid-19?
El informe The future of work after COVID-19, de McKinsey & Company analiza el impacto de la pandemia en la mano de obra y las tendencias laborales en un mundo post Covid.
Cambios en los trabajos por el coronavirus
Los trabajos más afectados durante la pandemia fueron los que exigían una mayor proximidad física, como la propia atención médica, servicios de atención al cliente físicos, el ocio y los viajes. Estos serán los que mayor alteración sufrirán, oriéntadose algunos a la asistencia a distancia, especialmente los de atención al cliente susceptibles de orientarse al e-commerce o hacia otras transacciones digitales.
El trabajo de oficina, que requiere una interacción limitada con otras personas, es el más importante en las economías avanzadas y supone aproximadamente un tercio del empleo. Este trabajo es el potencialmente más capacitado para convertirse en teletrabajo.
Los empleos relacionados con el ocio y el turismo, muy afectados por la pandemia, están sometidos a numerosas interacciones con clientes. Muchos puestos de trabajo pueden perderse con la automatización de algunas ocupaciones.
Por el contrario, trabajos de producción y mantenimiento al aire libre, como construcción, granjas y similares, no tuvieron mucho impacto por la pandemia y no deberían sufrir grandes alteraciones en el futuro.
Tendencias laborales en un mundo post Covid-19
El Covid-19 ha acelerado tres grandes tendencias que pueden reconfigurar el mundo laboral con la situación sanitaria ya controlada. Son tendencias que ya existían antes, pero que han tenido que ser adoptadas forzosamente y que probablemente pervivan.
Teletrabajo y reuniones virtuales
El trabajo a distancia y las reuniones virtuales han llegado para quedarse, aunque su intensidad cederá respecto al punto álgido de la pandemia a medida que ésta vaya remitiendo.
El aumento de empleados que trabajan a distancia ha sido espectacular. El informe de McKinsey cifra entre el 20% y el 25% de los trabajadores de las economía avanzadas que podrían trabajar desde casa entre tres y cinco días a la semana. Esto supone entre cuatro y cinco veces más teletrabajo que antes de la pandemia.
Este incremento del trabajo a distancia puede provocar efectos colaterales, especialmente en el ámbito geográfico, con un desplazamiento del centro de las ciudades a las afueras y a ciudades más pequeñas.
Pese al obligado aumento del trabajo a distancia, McKinsey también encuentra que algunos trabajos que técnicamente pueden realizarse a distancia se hacen mejor en persona. Un reciente estudio de Microsoft también revelaba que el teletrabajo perjudicaba la innovación y lesionaba las relaciones profesionales.
Por eso, la tendencia dominante será el trabajo híbrido. Muchas empresas planean ya cambiar a espacios de trabajo flexible tras las experiencias positivas con el teletrabajo durante la pandemia. Esta medida reducirá el espacio total que necesitan y llevará a menos trabajadores a las oficinas cada día. Esto afectará a la demanda de restaurante y comercio en el centro de las ciudades y al transporte público.
También se reducirán los viajes de negocios a favor de las reuniones virtuales. Aunque se prevé una pronta recuperación de los viajes de ocio y del turismo, el análisis de McKinsey estima que los viajes de negocios podrían caer en un 20% aun con la situación sanitaria restablecida. Esto afectaría a aerolíneas, aeropuertos, hostelería y servicios de alimentación.
Auge del e-commerce
El comercio electrónico creció entre dos y cinco veces más en 2020 que antes de la Covid-19. El uso del e-commerce fue una novedad para mucha gente. Tres cuartas partes de las personas que usaron los canales digitales por primera vez durante la pandemia dicen que seguirán haciéndolo con la normalidad recuperada.
Pero además se han disparado otros usos y actividades digitales, como la telemedicina, la banca online o el entretenimiento en streaming. Probablemente las consultas virtuales disminuyan cuando finalice del todo la pandemia, pero se mantendrán en niveles muy por encima de los anteriores.
La tendencia hacia el incremento de las transacciones digitales impulsará los puestos de trabajo en e-commerce, transporte y almacén.
Adopción más rápida de la automatización y la IA
La Covid-19 también impulsará una tendencia que ya estaba en boga, pero que se adoptará más rápidamente ahora: la automatización y el uso de inteligencia artificial (IA), especialmente en ámbitos laborales con gran proximidad física.
Según una encuesta de julio de 2020 de McKinsey, dos tercios de las empresas estaban aumentando la inversión en automatización e inteligencia artificial de forma parcial o significativa.
Durante la pandemia, muchas empresas aumentaron la automatización y la IA especialmente en los lugares de trabajo con altos niveles de interacción humana, es decir, almacenes, tiendas de comestibles o plantas de fabricación. Este incremento posiblemente siga produciéndose en el futuro cercano.