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El desarrollo de la tecnología eleva el interés por seguridad y la privacidad

La cantidad de información y de datos que lo usuarios publican y comparten en Internet tanto con empresas como con otros internautas es cada vez mayor. Ante los cambios experimentados en la utilización de la tecnología y la llegada de la Internet de las Cosas y del big data, se observa mayor interés por proteger los datos personales en la red.

Por este motivo, por tercer año consecutivo, incluimos en el informe Sociedad Digital en España 2017 cuestiones relacionadas con las actitudes que mantienen los usuarios ante la seguridad y la privacidad.

En líneas generales, el nivel de importancia que los usuarios otorgan a la privacidad de los datos es ligeramente superior en 2017. Así, al 83,7% de la población le preocupa la privacidad (de una escala de 1 a 10, la valoran con 7 o más), lo que supone 3,4 puntos porcentuales más frente al año anterior. Esta preocupación es más elevada entre las mujeres (89%) que entre los hombres (78,3%), con unas diferencias por género que se mantienen en torno a 10 puntos.

Los más jóvenes, aquellos con edades comprendidas entre los 14 y 19 años, son los que muestran mayor sensibilidad por estos temas si los comparamos con las generaciones anteriores: casi nueve de cada diez se interesan por la privacidad.

Junto a este aumento de la inquietud por la privacidad, los usuarios también manifiestan mayor interés por la posibilidad de identificar y borrar datos personales de Internet. En concreto, el 90,2% de los usuarios considera importante el hecho de poder ejercer un control sobre la información que cuelga en la red, 7,4 puntos más que en 2016. Por tipo de información, los niveles son bastante similares respecto al informe anterior: los datos personales ocupan el primer lugar (82%), seguido de las fotografías y vídeos (78,6%) y del historial de búsquedas (67,2%). Siguiendo la tendencia de los últimos años, aumenta la inquietud por el registro de información que resulta de la navegación web (69,8%), casi 5 puntos porcentuales más que en 2015.

Como cabe esperar, la demanda de mayor protección en la red viene acompañada de cambios en la actitud de los usuarios a la hora de facilitar el acceso y el uso de los datos personales. Solo el 17,7% está dispuesto a que las Administraciones públicas accedan a sus datos de Internet; el 17,3% a cederlos para obtener información relevante sobre navegación, consumo o geolocalización; y el 12% para recibir a cambio ofertas personalizadas de productos.

En este último caso, la brecha por edad es bastante llamativa. Si el 22% de los jóvenes de entre 14 y 19 años aceptaría ceder datos a cambio de ofertas diferenciadas y exclusivas, entre los mayores de sesenta y cinco años solo lo haría el 7%. El único caso en el que los usuarios sí se muestran más flexibles a ceder información personal es cuando se trata de los cuerpos de seguridad, de manera que el 42,7% estaría dispuesto a facilitar el acceso de la policía a los datos de Internet. Las mujeres (45%) lo consentirían más que los hombres, que lo aceptarían un 40,5%. Estas cifras apenas varían frente a 2016. Además, no se observan grandes diferencias por grupos de edad, aunque los mayores son los más reacios a ceder datos.

Confianza en la legislación sobre protección de datos

Solo el 37,2% de los usuarios lee normalmente las condiciones y cláusulas de privacidad de los programas que instala en el ordenador. Esa cifra es ligeramente mayor cuando se trata de instalar aplicaciones móviles en el smartphone, alcanzando al 39% de los usuarios, casi 2 puntos porcentuales más que en 2016, es decir, aunque los internautas están más preocupados por la privacidad, son pocos los que dedican tiempo a conocer las condiciones que aceptan con cada programa o aplicación.

Esta paradoja se explica, en cierto modo, por la confianza que los usuarios demuestran que tienen hacia la legislación existente. La confianza en la Ley de Protección de Datos sigue siendo alta, aunque pasa del 68,5% de 2016 al 67,2% de 2017. Una gran mayoría considera que se trata de una herramienta eficaz para garantizar que los datos personales no sean utilizados sin consentimiento. Por edades, el 82% de los jóvenes de catorce a diecinueve años cree que la ley protege el uso de información personal frente al 62,3% de los mayores de sesenta y cinco años.

Pese a esta confianza, el 85,6% dejaría de utilizar un servicio determinado si vulnera las normas de control de seguridad, lo que supone un aumento de 2,5 puntos porcentuales frente a 2016. En el caso de las mujeres, el porcentaje asciende al 89%, de nuevo por encima de los hombres (82,2%).

Por tanto, se consolida el patrón de los últimos años: los usuarios se muestran más preocupados y precavidos ante la falta de privacidad de la información alojada en la red. Y, además, tienden a confiar en los servicios siempre y cuando sigan las normas existentes, de ahí la importancia de establecer sistemas de privacidad que transmitan seguridad a los usuarios.