El impuesto digital, también conocido como “tasa Google”, que inicia su tramitación parlamentaria este miércoles, impactará de forma negativa a startups y pymes españolas, que caerán en desventaja frente a otras de los países de la UE, dificultando el progreso del sector digital, según denuncia el sector de la economía digital español.
A través del Manifiesto del sector de la economía digital contra el establecimiento de un impuesto sobre determinados servicios digitales, el sector de la economía digital, representado por AMETIC, IAB Spain, la Asociación Española de Startups y la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) ha mostrado su rechazo al desarrollo unilateral de un impuesto digital en España.
El Manifiesto recuerda que la importancia de la digitalización se ha hecho aún más evidente con la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19. El establecimiento del impuesto digital podría producir “una ralentización del proceso de digitalización de las empresas españolas y hará a la economía española menos productiva, menos innovadora, menos emprendedora y, en consecuencia, menos competitiva a nivel global”.
Estas entidades solicitan al Gobierno de España que reconsidere su posición hasta que se alcance un acuerdo a nivel supranacional. En concreto, apuestan por una solución coordinada en el marco de la OCDE.
Cómo afectará a las empresas la tasa Google
En su opinión, las empresas españolas se verán afectadas por dos vías con el desarrollo del impuesto digital:
- Aunque el principio la tasa Google está enfocada a gravar la actividad de las grandes empresas, las compañías subsidiarias de grupos más grandes se verían afectadas, perdiendo competitividad.
- Se trasladará el impuesto en la cadena de valor e impactará en las empresas en un país en el que el 99,5% de las empresas son pymes, que representan dos tercios del PIB y el 78% de los empleos.
Así, las empresas digitales serán las que sufran en mayor medida el incremento del coste, al carecer de alternativas a las grandes plataformas gravadas con el impuesto.
Además, las barreras de entrada al mercado de los pequeños negocios que comportará el impuesto, repercutiría negativamente en los consumidores españoles al incrementarse el coste de los productos.
La aprobación del impuesto digital podría derivar, además, en otras consecuencias inesperadas, ya que Estados Unidos ha advertido que estudia aranceles a los países que aprueben la tasa Google.