Silicon Valley es la meca de los emprendedores tecnológicos. Los jóvenes emprendedores Miguel López de Ceballos y Alessandro Adrada, responsables de StopApp, nos cuentan su experiencia y las lecciones aprendidas en un productivo viaje que incluyó las visitas a compañías punteras del sector tecnológico como Facebook, Linkedin, Google o Intel:
¨Silicon Valley es otro mundo¨, nos avisaron antes de ir. Con esa mentalidad fuimos, y con eso nos hemos encontrado. Yendo a presentar StopApp gracias al programa Santander Yuzz, hemos obtenido muchas lecciones, tanto para la vida personal como para la profesional. Tras unos días de reflexión y dejando reposar las emociones, estas son las ideas que se nos vienen a la mente.
Lo que más nos ha llamado la atención es la “necesidad” del fracaso para triunfar. Aunque pueda parecer paradójico, los inversores y stakeholders prefieren invertir y valoran más positivamente a emprendedores que ya han cometido errores. Asocian la falta de fracaso a la falta de ambición: el hecho de que alguien no haya fracasado, en Silicon Valley se vincula directamente con que no se ha marcado metas suficientemente altas en su carrera profesional.
«Silicon Valley es un ecosistema masificado con una dura competencia»
Al no existir el miedo al fracaso, hay altas tasas de emprendedores en el Valle de San Francisco. Se trata de un ecosistema masificado y que tiene una dura competencia. Esa competencia es aún más crítica al sufrir los precios del valle, un alquiler de una habitación cuesta unos 3500$. De ese modo, para poder instalarte allí, es totalmente necesaria la financiación por parte de un inversor.
En cuanto a la organización del trabajo en Silicon Valley, hemos podido conocer el paso del mito a la realidad. Puede vislumbrarse un entorno idílico en el que el trabajador se organiza su tiempo, le lavan la ropa y tiene comida gratis; sin embargo, todo está organizado para que el trabajador pase más horas en sus tareas. El hecho de disponer de tantos extras en las oficinas de trabajo propicia que estés más tiempo trabajando y tu productividad laboral aumente.
En Silicon Valley, ¨para vender la moto tienes que tenerla”. En San Francisco, se busca la inmediatez para crecer y hacer dinero, sin un producto acabado y listo para escalar es imposible conseguir una inversión. No se venden ideas, los inversores piden tracción del mercado, es decir, que ya hayas demostrado que es un producto o servicio interesa a tu público.
Insisten siempre en que, a la hora de crear un proyecto, lo más importante es el equipo. Puede que el producto pueda fallar, que el marketing no sea el correcto, o que el mercado no tenga la necesidad, pero con un buen equipo una empresa siempre podrá pivotar y salir adelante. En el valle, se invierte en personas, en profesionales, no en ideas ni en proyectos. Por ello, queremos agradecer desde aquí a nuestros compañeros de viaje, que han sido un gran equipo.
«Nos sorprendió enormemente la cultura de Facebook»
Refiriéndonos a casos concretos, nos sorprendió enormemente la cultura de Facebook. Tras poder conversar con varios empleados, vimos que su cultura está muy integrada, defienden a su empresa y a su líder ¨Mark¨(Zuckerberg) por encima de todo. ¨Mark” se presenta ante sus empleados cada semana y responde a las preguntas más votadas: desde preguntas en torno a su ropa, hasta otras sobre la organización de la empresa.
Es un ecosistema muy intenso y excitante, pero tiene su parte oscura. El hecho de que haya tanta competencia convierte a las personas en competidores y a los eventos en lugares en los que ¨es obligatorio” hacer networking. Todo ello enfoca la vida de las personas en un camino: el trabajo. La mentalidad ¨Business is first¨ (los negocios primero) está a la orden del día, la vida laboral te acompaña allá donde dentro de Silicon Valley.
Este ha sido nuestra experiencia en Silicon Valley, podeis seguirnos en la web, Facebook y Twitter.