¿Cuáles son los desafías más grandes a los que se enfrentarán las marcas en redes sociales? El social media es una disciplina muy cambiante que obliga a las empresas a estar actualizadas y estar abiertas a todo tipo de novedades.
Tres grandes tendencias se erigen como retos para 2018, como muestra un informe de Hootsuite.
1. Buscar soluciones eficaces a la caída del alcance orgánico
Las marcas deben aceptar que el alcance con publicaciones orgánicas está disminuyendo constantemente y dejar de depender de tácticas a corto plazo que antes funcionaban.
El reto en 2018 será encontrar soluciones eficaces a este problema. Eso implica ser más selectivo a la hora de publicar contenidos e invertir más en publicidad en social media, así como en promociones y otro tipo de estrategias, como relación con influencers, por ejemplo.
2. El vídeo avanza, pero muestra síntomas de agotamiento
El vídeo ha seguido mostrando su fortaleza en los últimos meses. Este año, el gasto publicitario en vídeo en social media subió un 130%.
Sin embargo, no conviene gastar sin asegurarse de la eficacia de la acción. El vídeo en social media ha demostrado ser eficaz, pero las empresas deben asegurarse que los contenidos creados reflejen sus objetivos empresariales. Si el vídeo producido no puede vincularse a ningún valor comerciar real o mensurable, es la hora de repensar una nueva estrategia.
3. Las marcas se cansan de las nuevas herramientas y tácticas
Los responsables de social media de las empresas empiezan a estar cansados de las interminables herramientas, tácticas y formatos de contenido que tienen que ir incorporando en su trabajo.
En 2018, la tendencia se centrará más en aplicar y medir de forma efectiva las estrategias existentes más que la incorporación de nuevas tácticas.
Las redes sociales continúan innovando e introduciendo nuevas maneras de llegar al público, pero los responsables del social media de las empresas están permanentemente bajo presión para justificar que su labor merece una inversión continua.
Así, a partir de ahora, las inversiones necesitan tener un impacto demostrable en el negocio para poder acometerse.