El regreso a la normalidad para los negocios tras la paralización total o parcial a causa de la pandemia de Covid-19 será lento y progresivo. El Gobierno ha anunciado las fases del desconfinamiento o desescalada, que se desarrollarán de forma diferente según las provincias. A falta de concretar zonas y detalles, se articulará en cuatro fases: la fase 0 a partir del lunes 4 de mayo, fase 1 a partir del 11 de mayo, fase 2 a partir del 25 de mayo y la fase 3 a partir del 8 de junio. Las fechas son orientativas.
Una normalidad, tildada de “nueva normalidad” por el Gobierno en la que habrá que convivir con el virus. El regreso estará determinado por las normas que irá imponiendo Sanidad. En cualquier caso, si todo transcurre según lo previsto, todos los negocios deberían estar activos, aunque con restricciones, hacia finales de junio.
Son todavía muchos los detalles que faltan para conocer quiénes podrán retomar la actividad y en qué condiciones. Según los ejemplos aportados de los sectores de hostelería y comercio en la rueda de prensa por Pedro Sánchez, se puede inferir cómo será esta gradual desescalada.
Fases desescalada
Hay que resaltar que la reincorporación de la actividad está sometida a revisión en función de la evolución de la pandemia. Pero en términos generales, ¿qué actividades y negocios y en qué condiciones podrán ponerse en marcha según las fases del plan de desescalada?
Fase 0: 4 de mayo
De esta fase quedarán exoneradas algunas islas que, por su escaso contagio, pasarán directamente a la fase siguiente.
En esta etapa “previa”, los restaurantes que servían a domicilio mantendrán su actividad, pero además, cualquier servicio de restauración podrá abrir para prestar un servicio de recogida de comida, sin que el cliente, en ningún caso, pueda consumir dentro del establecimiento.
Algo similar podrán desarrollar algunos comercios y actividades, todavía por concretar: podrán atender a los clientes con cita previa.
Fase 1: 11 de mayo
Muchos negocios podrán abrir sus puertas, de nuevo, sobre todo pequeños comercios que no estén dentro de grandes superficies comerciales, que supuestamente tendrán que esperar. Estos comercios contarán con un horario preferente para atender a mayores de 65 años.
Hoteles y otros establecimientos turísticos también podrán abrir con restricciones, como el impedimento de acceso a las zonas comunes.
Bares y restaurantes podrán dar acceso al público pero sólo en el caso de contar con terraza y con restricciones, entre ellas, limitar al 50% el aforo, tras corregir la decisión inicial de restringirlo al 30%.
También se podrán retomar las actividades del sector agrario.
Fase 2: 25 de mayo
Los bares y restaurantes podrán acoger al cliente dentro del local, pero todavía con limitaciones, como la de no exceder el 30% del aforo.
Las grandes superficies comerciales podrán abrir en esta fase, incluidos los pequeños comercios que acogen. Hoteles y otros alojamientos turísticos ya podrán dar uso a las zonas comunes.
Se permite a apertura de algunos eventos, cines y museos con la restricción de no superar el 30% del aforo. Los eventos al aire libre no podrán acoger a más de 400 personas y tendrán que permanecer sentadas.
Fase 3: 8 de junio
En esta fase deberían abrirse todas las actividades, pero seguirían presentes algunas restricciones. Los comercios que permanecían cerrados podrían funcionar, aunque con limitaciones de aforo que, en general, sería del 50%.
El sector hostelero funcionaría también con ese aforo, pudiendo abrir discotecas o bares que no lo hubieran hecho hasta entonces.
Tras esta fase se entraría en la “nueva normalidad”, que estaría todavía pendiente de las restricciones sociales y sanitarias que exigiera la situación.
¿Cómo pueden afectar a los autónomos las medidas de desescalada?
Las restricciones impuestas por el Gobierno podrían afectar a la rentabilidad de los negocios de los autónomos. Las limitaciones de aforo suponen menos ingresos que podrían no compensar la pérdida de prestación por cese de actividad y el pago de la cuota de autónomos.
En cualquier caso, retornar a la actividad parecía un paso obligado y que estaba siendo demandado con fuerza por los autónomos. Así, Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Autónomos ATA, consideró “fundamental” este regreso:
Desgraciadamente tras esta crisis sanitaria que hemos tenido va a venir también una crisis económica y laboral, pero es importante que volvamos cuanto antes para intentar que sea con el menor daño posible.
En cualquier caso, Amor reclama consenso con los autónomos para adaptar la “desescalada” a las necesidades del colectivo:
Sí le pedimos al Gobierno diálogo, diálogo para cada una de estas fases. Que no nos pase como nos ha pasado a lo largo de este mes y medio, dos meses. Es importante que se dialogue, que se mire la casuística que tienen los autónomos para que tenga éxito la llamada desescalada en cada una de las fases. Somos nosotros los que conocemos el tejido empresarial, los que conocemos a los autónomos: sus necesidades sus casuísticas y sus problemas.