Los internautas españoles se sienten cada vez más vigilados en internet. El 53% teme por la seguridad y privacidad de sus datos, según reflejan los resultados de la 19.ª Encuesta de Usuarios en Internet, Navegantes en la Red, realizada por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), que ha recopilado las respuestas voluntarias de 14.800 personas sobre sus hábitos en el entorno digital.
De la misma manera, solo un 16,4% de los usuarios se muestra proclive a instalar muchas aplicaciones o descargar contenidos que les soliciten mucha información de carácter personal, frente al 62,4% que prefiere no instalarlas. Asimismo, solo a un 14,7% de los entrevistados no les importaría proporcionar sus datos personales si obtienen algo gratuito a cambio, en contraste con el 64% que sí pone reparos. La encuesta completa, que da mucho juego, se puede descargar desde este enlace.
Queridos compatriotas: mentís como bellacos; y como dice San Mateo (7, 16) “por sus obras los conoceréis”. ¿Pueden explicarme ustedes de qué manera han llegado a sus smartphone los 3,6 millones de App descargadas cada día en 2016? ¿Tal vez ha sido por obra y gracia del Espíritu Santo que los ha puesto en ellos? El total de 3,6 por 365 días da la cantidad de 1,3 billones (con B) de aplicaciones. En consecuencia, ese 62% anterior que dice preferir no instalarlas falta a la verdad y hace postureo.
Por si fuera poco, las 10 aplicaciones más descargas son de las más invasivas con la privacidad: las redes sociales Whatsapp, Instagram, Facebook, Facebook Messenger y Snapchat, los juegos Candy Crush, Jelly Saga, Flash Keyboard y Piano Tiles 2 y Google Fotos. No voy a preguntar quién se ha leído el contrato de Facebook porque de esos creo que solo estamos cuatro locos, pero que levante la mano el que se lea, si quiera por encima, lo que le cede a las aplicaciones que instala en su móvil cuando descarga alguna de ellas.
Apenas nadie, ni tan siquiera cuando se trata de juegos para sus hijos, y luego vienen las sorpresas con nuestros datos privados y dónde han ido a parar. Por ejemplo, Flash Keyboard te pide acceso, y tú se lo das cuando lo instalas, a todo esto: a toda tu identidad, contactos, ubicación, SMS, historial de llamadas de teléfono, a tus fotos, a la cámara, información de la conexión Wi-Fi y a otros.
El precio de la gratuidad de las apps
La mayor parte de las App funcionan así dado que muchas son gratis y viven de obtener datos de los clientes y venderlos, de esto último no le quede duda. Usted ha cedido toda su privacidad. La encuesta citada más arriba dice que los españoles temen por su seguridad. No es cierto, a una gran mayoría de los mismos no les importa su seguridad y no toman las precauciones mínimas para protegerse en la actualidad. Solamente un reducido porcentaje tiene conciencia de la importancia de la misma y las grandes amenazas que el mundo digital, mal gestionado y sin preocupación alguna, supone para nuestra privacidad.
El dato de las descargas de aplicaciones para smartphone (1,3 billones) deja a la altura del betún al 64% a los encuestados que ponen reparos en dar datos personales para obtener algún servicio gratuito a cambio. Este grupo de población entiendo que no forma parte de los 19 millones de españoles que usan a diario las redes sociales, por ejemplo, y que tampoco estarán entre los casi 38 millones que usan internet en nuestro país dado que muchos de los servicios son gratuitos. ¿Paga usted por usar Facebook, Twitter o Google? ¿No verdad? ¿Por ver YouTube o usar Instagram? Tampoco. Pues tengo un problema. Según la dichosa encuesta me acabo de quedar sin españoles, salvo que mientan como bellacos, insisto. Porque además de las cifras de esta encuesta de la AIMC, o de otras que se publican a lo largo del año y suelen coincidir, tenemos que valorar nuestro comportamiento.
Cuando usamos Google, Facebook, Twitter, Instagram y cualquier página que nos ofrece un servicio sin pagar dinero a cambio el producto es usted. Les está pagando con sus datos. Creo que una parte de la población ya tiene una idea de esto, o por lo menos aspiro a pensar que sí, otra cosa son los intereses que nos cobran además del dinero que ya pagamos.
Los «intereses» que nos cobran los servicios de Internet
¿Qué entiendo por intereses? Vamos con un ejemplo. Su teléfono móvil, a excepción de que sea de Apple, tiene un sistema operativo que se llama Android y que es propiedad de Google. Salvo que haya hecho ajustes en la privacidad las fotos que hace con él se están almacenando automáticamente en un servicio que esta compañía, amablemente y también sin coste, le cede en la nube. Estos son los “intereses”. Además de ser el producto de su buscador, donde obtiene ingente cantidad de usted, le da gratis más servicios pero con más invasión de su vida privada. No se puede ni imaginar la información que se obtiene de una persona por las fotos que realiza.
De la misma manera, lo tiene geolocalizado todo el tiempo gracias a diferentes funciones de su móvil. Google le informó de esto aunque no se lo crea, pero a usted le pudo más el ansia de estrenar smartphone y dijo todo el rato: “omitir, omitir, omitir…” Si va a los ajustes de privacidad de su cuenta es probable que se encuentre con más sorpresas. Ya puestos ajústela a lo que considera razonable para usted. Piense que los excesos de exhibicionismo de hoy pueden ser los lamentos del mañana.
Ahora bien, donde estoy convencido de que habrá algo más que lamentos es en Instagram, donde el exhibicionismo campa a sus anchas y menores de edad, en especial chicas, se muestran desnudas o semidesnudas sin ningún pudor. Estoy convencido que sus padres no tienen ni la más remota idea de ese comportamiento, y algunos de ellos si vieran esas fotos infartaban. Es evidente que ni a los menores ni a los mayores les preocupa la privacidad. ¡Ay, cuántos lamentos futuros!
Para terminar algunas preguntas, de las muchas que pueden hacerse, para saber si de verdad les importa la seguridad y la privacidad. ¿Tienen antivirus y cortafuegos en el smartphone? Es un ordenador inteligente que nos acompaña a todos los sitios y suele estar más desprotegido que John Wayne en El Álamo. ¿Utiliza contraseñas seguras? 1234 ya le adelanto que no es. ¿Tiene protegida la Wi-Fi de casa? ¿Un sistema antibotnet para evitar que su ordenador sea capturado y usado como un zombi? Es gratuito y se puede descargar desde la Oficina de Seguridad del Internauta, que ya que la nombro ¿la conoce? Y así, hasta mil.