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Maternidad y desarrollo profesional ¿Incompatibles en la sociedad actual?

La semana pasada leía la noticia de que Facebook y Apple “financiarán la congelación de óvulos de sus empleadas para retener el talento”.

Ambas empresas han decidido que la mejor solución para retener el talento de sus empleadas en edad fértil es proponerles retrasar al máximo el momento de la maternidad para que no interfiera con sus carreras. De este modo, ambas empresas facilitarán a las trabajadoras el acceso a este procedimiento haciéndose cargo de los costes.

Aquí en España, hemos tenido que escuchar recientemente las declaraciones de la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol “prefiero contratar a mujeres mayores de 45 años, o con edades inferiores a los 25, para evitar embarazos” por una parte o la decisión de un concejal del Ayuntamiento de Madrid de despedir a un alto cargo de su equipo por ser madre han vuelto a poner de manifiesto la discriminación y los problemas que existen a la hora conciliar la vida laboral y personal.

Por otra parte, Aena fue condenada recientemente al pago de una indemnización en concepto de daños y perjuicios, por discriminación por razón de sexo, ya que durante un proceso selectivo, le advirtieron al candidato que no querían a alguien que se cogiera una baja por maternidad en un futuro. El entrevistador fue despedido tras publicarse la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Según un estudio sobre la “Situación de la Conciliación en España” del Instituto Internacional de Ciencias Políticas (IICP), Las medidas para favorecer la conciliación entre vida privada y laboral alejan a las mujeres del mercado laboral. Los datos son reveladores: el 97,70% de las mujeres tiene un contrato a tiempo parcial para poder combinar su trabajo con sus obligaciones familiares y el cuidado de personas dependientes; por su parte, sólo el 2,30% de los hombres tiene este tipo de acuerdo con la empresa en la que trabaja. Estos derechos, que tienen más demanda por parte de las mujeres, hacen que exista una desigualdad notoria frente a los hombres, que se acoge a estas normas con menor asiduidad. Los datos, según este estudio, serían reversibles si se aplicaran estrategias que posibilitaran a los hombres y mujeres compaginar su trabajo y sus responsabilidades familiares.

La conciliación, por tanto, es una parte fundamental para conseguir la igualdad laboral, pero no es la panacea para resolver todos los problemas de discriminación laboral que sufre la mujer en la actualidad.

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¿Cómo podemos ir eliminando paulatinamente esas barreras?

  • Cambio de mentalidad, todavía existen muchos empresarios con ideas preconcebidas, que ven la conciliación como algo que repercute de manera negativa, asociándolo a una perdida de productividad y la crisis económica que estamos sufriendo, tampoco ha ayudado a avanzar en este aspecto. La conciliación representa un beneficio no sólo para la empresa sino también para los empleados, ya que éstos se sienten más comprometidos y a gusto, dando lo mejor de sí.
  • Fomentar la corresponsabilidad familiar y acabar con los estereotipos que existen acerca de cuando una mujer es madre, dedicará el doble de tiempo que el hombre al cuidado del hogar y los hijos. Algo que lleva unas consecuencias implícitas para la mujer, como es el descuido o el abandono de su carrera.
  • Pasar de la cultura del presentismo a la cultura por objetivos. En España, esta muy arraigada la cultura del presentismo, con amplias jornadas laborales, que tampoco ayuda mucho a la hora de conciliar, ya que somos el país que más horas trabajamos y de los menos productivos de la Unión Europea. Desde las empresas deberían apostar más por fórmulas flexibles como el teletrabajo.

En mi opinión este tipo de “incentivos”, ponen de manifiesto que no todo vale para “retener y desarrollar el talento”, ya que existe una delgada línea que separa la vida personal y profesional del trabajador que debe ser infranqueable para la empresa, puesto que ser madre, se trata de una decisión privada y personal, que sólo le atañe a la mujer decidir cómo y cuando será el mejor momento para ello. Por otro lado, con estas medidas no creo que se vaya a conseguir un mayor nivel de compromiso con la empresa, ni que tampoco se haya entendido bien las verdaderas motivaciones de las trabajadoras, ya que de esta forma se están estableciendo barreras y coto a su talento, poniendo de manifiesto la incompatibilidad de ser madre con el desarrollo de una carrera profesional.

Por Vanessa Rodríguez, de Openley  twitter facebook