El sector industrial ha sido capaz de ir absorbiendo tecnologías para integrarlas en sus procesos productivos. Internet es el último ejemplo y su influencia tendrá la capacidad, además de mejorar la productividad, de impactar en todo el ciclo de vida de los productos.
La industria partió de una tecnología esencial, como es el motor de vapor. Desde entonces no ha cesado de incorporar las nacientes tecnologías a sus procesos. Ahora es el turno de varias tecnologías (Internet de las Cosas, técnicas de análisis Big Data y la explosión en el número de sensores) relacionadas con el acceso a Internet que proporciona la nube.
Todo esto viene a conformar el Internet Industrial, un concepto que incluye no solo el entorno de fabricación, sino otros sectores como el logístico o el de salud, como destaca el informe Sociedad de la Información en España 2015.
La aplicación de los conceptos propios de Internet en la propia esencia del sector industrial ha supuesto un cambio de paradigma. Será posible la monitorización de cientos elementos de una forma sencilla y la actuación de manera predictiva gracias al análisis de datos.
La evolución del Internet Industrial conducirá a la creación de riqueza con una aportación acumulada al PIB mundial entre 2015 y 2013 de entro 10,6 y 14,2 billones de dólares. En España, la aportación en este período podría oscilar entre los 108.000 y 137.000 millones de dólares.
Esto impulsaría la creación de empleo, siendo puestos de trabajo de alto nivel de cualificación, como expertos en TIC o científicos de datos.
Además, el impacto también influiría en cómo se conciben y prestan los servicios, abriendo paso al concepto de servicios inteligentes.
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