Ante el auge de las filtraciones y de los ataques informáticos de los últimos años, la preocupación de los internautas por controlar la información digital es cada vez mayor. El uso de dispositivos de almacenamiento sigue siendo lo más habitual para preservar la privacidad de los contenidos, algo que se constata al observar a las nuevas generaciones.
El 46% de los usuarios de edades comprendidas entre los 14 y los 19 años utiliza este sistema que, sin embargo, tiende a ir a la baja comparado con el 50,6% de 2016 y el 65% que representaba en 2015, según muestra el informe Sociedad Digital en España 2017. Por el contrario, el uso exclusivo de la nube para guardar el contenido digital crece 4,4 puntos porcentuales en esta franja de edad en 2017, alcanzando el 9,3% y recuperando niveles de 2015. En el último año, se observa también que son menos los usuarios que utilizan ambos sistemas de almacenamiento, al pasar entre los más jóvenes del 42,4% al 37% en 2017.
Entre las principales preocupaciones de los internautas sobre la privacidad destaca también la gestión de las contraseñas. La proporción de individuos preocupados por si sus contraseñas son o no adecuadas cae 5 puntos (60,7%) en 2017. Las mujeres (67%) se preocupan más que los hombres (54,3%).
Debido a esta inquietud, el 63,3% de los usuarios asegura que sigue las recomendaciones del sitio web al que accede para construir su contraseña. Los hombres (57,9%) prestan menos atención a estas indicaciones que las mujeres (68,7%). También el uso que hace la publicidad de los datos de los internautas es considerado importante por el 68,8%, 2,5 puntos más que en 2016. Llama la atención cómo a pesar de esta preocupación, pocos usuarios tienen en cuenta las cookies. El 22,4% no las desactiva conscientemente a sabiendas de su función, una cifra que alcanza la mitad de los usuarios de catorce a diecinueve años y que se reduce al 28,4% en los mayores de sesenta y cinco años.
Buena muestra del interés por la seguridad en Internet son las medidas encaminadas a preservar la privacidad y evitar situaciones de riesgo. El principal cambio de 2017 se observa en los más jóvenes, entre quienes disminuye el uso de la navegación privada, desactivar las cookies y el antivirus, en favor de la desconexión del GPS y el uso de filtros de publicidad.
El antivirus sigue siendo la herramienta más usada de seguridad
La medida más frecuente a la que recurren los usuarios sigue siendo el antivirus, utilizado por el 80,6% de los internautas. Sin embargo, este dato cae 4,3 puntos porcentuales en el último año. Los programas que detectan y anulan virus se mantienen como la medida más común en todos los segmentos salvo en los menores de veinticinco años. Los jóvenes de 14 a 19 años son los que menos lo utilizan (22,5%), seguidos por los mayores de 65 años (30,5%).
También disminuye respecto a 2016 el hábito de desactivar las cookies, medida que ejecuta poco más de la mitad de los usuarios (51,6%) y que es más frecuente entre las familias con hijos pequeños o dependientes. Sí sube ligeramente la navegación privada (45,7%), especialmente en los usuarios entre 45 y 54 años, las medidas para gestionar las contraseñas (52,6%) y tapar o desconectar la webcam (49,5%), sobre todo en los usuarios de 35 a 44 años.
En general, el 57% de los usuarios asegura que se informa adecuadamente de los posibles riesgos de los sitios web a los que accede. En el último año se ha extendido el uso de herramientas para bloquear la publicidad online. De los usuarios de edades comprendidas entre los 20 y los 24 años, más de la mitad emplea estos filtros que reducen o evitan los anuncios (55,8%).
Frente al estudio anterior, desconectar el GPS se convierte en la medida más común para los usuarios de 14 a 19 años, por delante del antivirus y tapar la webcam. En concreto, el 88,5% desactiva la ubicación, así como otros elementos del móvil para salvaguardar su privacidad. Le siguen los usuarios de 20 a 24 años (79,6%). Los independientes (70%), las parejas (71,4%) y las familias con hijos pequeños (68,2%) también recurren a ocultar la localización por seguridad.
Entre las novedades tecnológicas más recientes, el llamado Internet de las Cosas constituye la tecnología que más afecta de forma intrusiva a la privacidad. Así lo manifiesta el 65,2% de los usuarios, alcanzando el 77,7% entre los menores de 24 años. Le siguen los sistemas de reconocimiento facial (57,9%) y la nube o cloud como método para almacenar información (55,6%). No llega a la mitad los usuarios que señalan los dispositivos que registran actividades y constantes vitales. Solo el 38,8% de los jóvenes de 14 a 19 años considera que los wearables afectan a la privacidad, una cifra que baja al 31,6% en los mayores de sesenta y cinco años.
Esta mayor preocupación por la privacidad y la seguridad lleva a los usuarios, más allá de aplicar medidas preventivas, a reclamar a las compañías de telecomunicaciones transparencia y facilidades en la gestión de la privacidad de los datos. Ocho de cada diez son partidarios de que los operadores dispongan de una plataforma en la que los usuarios controlen su información personal. Se trata de una demanda que apenas se diferencia por género y edad y que va en consonancia con la postura de los usuarios sobre la protección de los datos. El 34,5% considera que su operador de banda ancha fija protege mejor los datos sobre ubicación, conversaciones, transacciones y opiniones publicadas que empresas de Internet como Google, Amazon o Facebook. Más de la mitad de los internautas de 14 a 19 años se muestra conforme (54,7%).