La conectividad y la gestión de los datos son los pilares de una auténtica disrupción sobre los que se asienta la actual revolución digital. Una revolución que no es únicamente tecnológica, sino que comportará unos cambios sociales relevantes y de profundo calado. La crisis del Covid-19 ha puesto en valor la necesidad de aplicar esta transformación tecnológica. ‘La Sociedad Digital en España 2019’ (sdiE 2019) presentado por Fundación Telefónica, informe que presenta los principales indicadores y tendencias de digitalización en nuestro país, también provee de análisis sobre estos cambios y sus implicaciones.
La pandemia del coronavirus ha trastocado las formas de vivir y trabajar de una forma abrupta. El informe sdiE 2019 destaca que la elevada digitalización de España ha permitido una adaptación rápida que ha permitido la continuación de actividades económicas esenciales.
Pese a todo, con un país metido de lleno en esta “cuarta revolución” donde la conectividad y los datos son esenciales, todavía hay mucho que avanzar en la transformación digital de los negocios, particularmente autónomos y pymes, destaca el informe de Fundación Telefónica. También es imprescindible una mayor formación digital de las personas.
Esta digitalización deberá estar centrada en las personas y enfocarse dentro de una visión humanista y donde se proteja a las personas con un marco ético y un nuevo contrato social.
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Acelerar la digitalización para autónomos y pymes
Los pequeños negocios todavía adolecen de carencias en su proceso de transformación digital, según el sdiE 2019. Mientras que las grandes empresas y plantas industriales españolas ya integran el Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, tecnologías cloud o blockchain de un modo que esperan un aumento de ingresos del 11% en cuatro años junto con una reducción de costes en una quinta parte, las pymes tiene un largo camino por recorrer.
Tan sólo el 9% de las microempresas hacen uso del cloud computing, una cifra que contrasta con el 23% de las empresas grandes y medianas. Y sólo el 2% de estas pequeñas empresas emplean el big data, frente al 95% de las empresas más grandes.
En resumen, se estima, según estudio de PwC Industria 4.0 Global Digital Operations Study 2018, que 2 de cada 3 empresas españolas se están quedando rezagadas en el proceso de digitalización, y solamente el 20% de sus ingresos procede de productos y servicios digitales.
Acelerar esta digitalización para las PYMES y los Autónomos puede contribuir, tras el Covid-19, a hacer que repunte la economía y contribuir a crear empleo en uno de los sectores más castigados junto al turismo y los servicios. La reinvención digital de España podría tener un impacto que podría alcanzar un valor anual equivalente al 1,8% del PIB hasta 2025.
Acceso generalizado a Internet
El mundo ya está conectado y de forma ubicua. En 2018, por primera vez, más de la mitad de los habitantes del planeta usaron internet, con una penetración de 69,3 suscripciones por cada 100 habitantes. Y el número de usuarios de banda ancha móvil ha crecido un 22% de media anual en los últimos cinco años.
España también progresa en su transición digital con cimientos sólidos. En una etapa de crisis como la del Covid-19, esta necesidad de conectividad se multiplica exponencialmente. En 2019 ocupaba el undécimo puesto en la lista de los veintiocho estados miembros de la Unión Europea en el DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales) y superaba varios puntos la media.
Además, el acceso a internet de los españoles es ya generalizado: 9 de cada 10 ya son usuarios y la conexión a las redes es ultrarrápida: 3 de cada 4 hogares tienen cobertura de fibra óptica. Esta tecnología de banda ancha es la que más está creciendo, ha pasado del 63% al 77% en dos años. Esta penetración sitúa a España en el primer lugar en cuanto a cobertura y clientes de fibra óptica en Europa.
Un futuro próximo nos trae la tecnología 5G con redes más rápidas, mucho más seguras, mucho más simples, con menor latencia y, por supuesto, mucho más inteligentes. Actualmente hay 7.000 millones de aparatos conectados, cifra que se espera supere los 21.500 millones en 2025.
Vivir en un mundo conectado
Todos los aspectos de nuestra vida tienen una relación directa con la tecnología y las redes: cómo nos relacionamos, interactuamos con la administración, trabajamos o nos divertimos. Si la Inteligencia Artificial fue la tecnología digital más revolucionaria, el ocio digital fue el sector puntero en el crecimiento del uso de internet, un sector que probablemente se ha incrementado durante el confinamiento del Covid-19 junto al teletrabajo o la formación en remoto, entre otras.
En 2019, el acceso a la música y multimedia, dos contenidos estrechamente vinculados al ocio digital, se situaban a la cabeza de actividades realizadas por internet. El 63,1% de los usuarios escuchaba música, programas de radio online o pódcasts, y el 51,9% veía contenido multimedia. Además, se trataba, junto con las compras electrónicas, de las únicas actividades realizadas por más de la mitad de los usuarios de internet.
En el sector audiovisual una de las tendencias más relevantes fue el crecimiento espectacular de los abonados a la televisión de pago: a principios de 2019 había en España cerca de siete millones de abonados a la televisión de pago en sus distintas modalidades (datos de la CNMC), lo que supone un crecimiento en torno al 25% desde 2015.
Otro ámbito relevante en nuestra vida digital fue el videojuego con una sólida actividad de negocio, cuya facturación en 2018 ascendió a 530 millones de euros, un 12% más que el año anterior. Durante ese mismo periodo, el cine facturó 585 millones o la música grabada registró 237 millones. España, que se erigió como uno de los países europeos en los que los eSports generaron más pasiones: un 23% de usuarios los consumían de forma regular frente a naciones como Austria y Suiza, que presentaron unas cifras del 6% y el 7%, respectivamente.