Los eventos siempre han sido una palanca importante para muchos negocios, tanto si hablamos de conferencias como de ferias comerciales. Suelen constituir una partida elevada en el presupuesto de muchas empresas, pero la pandemia de Covid-19 ha trastocado todo el panorama.
Pese a que resulta difícil calcular el retorno de la inversión de los eventos, siempre han sido una herramienta fundamental para aumentar la lista de contactos, mejorar la relación con los clientes y mostrar de la mejor manera los productos y servicios.
La crisis sanitaria ha obligado a cancelar eventos y ferias comerciales o a aplazarlas en el calendario. ¿Cuándo se reanudarán? ¿La gente querrá acudir? ¿Cuál es el futuro del evento?
Aunque la pandemia remita y podamos volver a nuestras actividades habituales, el futuro pasa por los eventos virtuales. Así lo creen al menos los profesionales del Marketing. El 51% de ellos apuesta por que los eventos virtuales han llegado para quedarse y se mantendrán una vez acabada la pandemia, según un informe de The 614 Group.
Así, el 27% espera que la asistencia a los eventos en persona no vuelva a los niveles anteriores, mientras que el 19% espera que la asistencia vuelva a los niveles anteriores.
Pero las crisis generan oportunidades. Y la crisis del coronavirus podría suponer una oportunidad para la innovación para el sector de los eventos, como apuntan en este artículo de MarketingProfs. Una oportunidad para generar más valor.
Con la dificultad de organizar un evento en la actualidad, son los eventos virtuales los que permiten obtener visibilidad. Representan también la mejor forma de hacer aflorar la creatividad e impulsar la innovación.
Los organizadores tienen que esforzarse en proporcionar conectividad, tecnología para los espacios virtuales y cualquier otra solución que sea precisa.
Nuevas oportunidades
Los negocios se ven abocados a buscar nuevas soluciones en este ámbito. Se multiplica la producción de seminarios web y eventos virtuales. Y también surgen nuevas oportunidades de patrocinio, con opciones a evaluar si el contenido debe ser sufragado por el espectador o exclusivamente por el patrocinador, por ejemplo.
Los eventos en vivo generarán nuevos desafíos: el más importante, el de lograr asistentes. Además de la dificultad tradicional de atraer oyentes, está la necesidad de hacer que los asistentes se sientan seguros. En los eventos debemos ser muy transparentes con las medidas de seguridad tomadas y los organizadores tendrán que trabajar estrechamente con hoteles y lugares de reunión para asegurar todos los espacios.
La crisis produce innovación
Este nuevo paradigma post-covid19 alumbrará unos eventos novedosos: veremos eventos híbridos, con opciones de participación tanto en persona como online.
Esto implicará que aquellos que no se sienten seguros en una reunión masiva o no cuenten con presupuesto para viajar, podrán seguir el contenido del evento desde su casa o oficina. Y esto puede suponer una oportunidad de generar más ingresos para los organizadores, al contar con más capacidad de espectadores, si se integra a los invitados virtuales en el evento sin problemas.
Las ferias comerciales también podrían incluir una sala de exposiciones virtuales, con stands en los que los participantes virtuales solicitaran conferencias con los responsables de los expositores. Estos participantes virtuales podrían participar incluso en los concursos que organizarán las empresas de la feria, como en los eventos tradicionales.
Estos eventos híbridos o los completamente digitales pueden ser así una oportunidad para la creatividad, con inventivas para que los organizadores conecten con el público y poder establecer contactos duraderos.
Estos eventos podrán ser una buena forma para la integración de la realidad aumentada y virtual como un medio de conseguir que los asistentes digitales se impliquen más.
El contenido seguirá siendo el rey
Hay una cosa que no cambiará: el éxito de los eventos seguirá dependiendo de la calidad del contenido. Es el contenido que atrae a los asistentes, y es el que hace que vuelvan.
Los asistentes pagan por venir a cualquier evento, en vivo o virtual por el contenido. Los expositores pagan por la exposición y el networking con la esperanza de asegurar nuevos negocios, pero si el contenido no es de alta calidad, no podrán alcanzar sus objetivos.