La inteligencia artificial (IA) va haciéndose un hueco cada vez mayor en las empresas españolas, aunque todavía un tercio de ellas no cuenta con ningún desarrollo. Además, únicamente el 11,5% está obteniendo beneficios de su aplicación, según un estudio de PWC-Microsoft que recoge el informe Sociedad Digital en España 2018.
A ese porcentaje hay que sumar que el 46% de las empresas tienen proyectos de IA en fase piloto. Pero todavía más del 40% no aplican estas tecnologías en sus procesos productivos. Eso sí, el 11,5% tiene una hoja de ruta definida, lo que deja un 31% de los negocios sin desarrollos actuales.
En cualquier caso, las compañías son conscientes de la trascendencia de esta tecnología, que para muchos expertos será similar a la que tuvo en su día internet o la movilidad.
Ya hay estudios que intentan traducir ese potencial en cifras, por ejemplo, el elaborado por Accenture y Frontier Economics en doce países desarrollados, entre ellos España. El estudio estima que, en términos de valor añadido bruto, la IA podría doblar las tasas de crecimiento anual en esas naciones e incrementar su productividad laboral (en el caso de España un 11%).
Para sus autores, la clave para entender el impacto en la economía estaría en pensar en la IA como en «un híbrido de capital y trabajo«, ya que la IA puede «aprender con más rapidez que las personas» y acometer en cuestión de días, por ejemplo, la revisión de unos documentos legales cuando a tres personas les llevaría meses, pero también pue- de ser capital físico, adoptando la forma de robots o máquinas inteligentes.
En España existe un gran consenso entre las grandes empresas (más del 80%) en torno al impacto «estratégico» que tendrá la IA. Además, casi un tercio de las compañías es consciente de su poder transformacional, aunque aún no hayan iniciado el proceso para su implantación.
¿Cómo es el apoyo a la IA dentro de la organización? El 74,5% se creará o ya se está creando una unidad de negocio de IA. En el 20.5% se está decidiendo adoptar una estrategia de IA y tan sólo en el 5% no se contempla la opción.
Entre las razones para adoptar IA dentro de las empresas, destaca la de la satisfacción al cliente (20,6%).
El resto de motivos se encuentra muy igualado: reducir costes y elevar la eficiencia de la mano de obra (17,3%), mejorar la toma de decisiones (16,6%), transformar procesos (15,8%), impulsar nuevas líneas de negocio o producto (15,2%) o mejorar la competitividad (14,5%).
Es llamativo que, al analizar las principales barreras de adopción de IA y SC (servicios cognitivos) en las empresas, las primeras citadas sean la falta de talento especializado, seguida por la no existencia de un caso de negocio y ROI claro, mientras que la alta in- versión no es considerada un gran obstáculo.