•  | 
  • 3 min

La empresa del futuro, según CEOs y directivos

Las nuevas tecnologías están propiciando una acelerada transformación de negocios y empresas, a un ritmo mucho más acelerado que en el pasado. ¿Cómo será la empresa del futuro? ¿Qué desafíos y riesgos afrontará?

El Informe C-Suite Challenge 2019, elaborado por el Círculo de Empresarios y The Conference Board de Nueva York trata de contestar a estas preguntas en un momento en el que se avecina un periodo de desaceleración económica a nivel global.

El informe, que recoge las opiniones de ejecutivos de alta dirección, señala que la empresa del futuro estará totalmente comprometida con la sostenibilidad como factor de crecimiento y centrada en el cliente.

Esa orientación exigirá equilibrar los objetivos a corto con los de largo plazo, lo que habrá que afrontar a través de un enfoque integral y holístico.

Características de la empresa del futuro

Las conclusiones del informe señalan varios aspectos relevantes para construir “la empresa del futuro”:

  • La cultura empresarial actual es adecuada para mejorar los resultados en 2025. A pesar de esta optimista perspectiva, hay una subestimación de la complejidad de la adaptación a la transformación digital.
  • El rendimiento de la inversión (ROI) es esencial. En el entorno de desaceleración económica esto será aún más relevante. Las empresas deben avanzar rápidamente desde la fase inicial de experimentación con plataformas digitales a la de destrucción creativa, para adaptar productos y servicios.
  • Equilibrar la visión a largo plazo con el desarrollo a corto plazo. No deben reducirse significativamente las inversiones en digitalización por culpa de la prevista desaceleración. El equilibrio en el corto con el largo plazo se revela esencial.
  • Mejorar la experiencia de cliente. Los clientes valorarán más la experiencia de usar un producto, que el producto en sí. La tendencia actual es la “servitización”, que ofrece como valor añadido servicios suplemenatarios asociados al producto.
  • La escasez de talento será uno de los principales obstáculos para la innovación. Con la transformación del empleo se demandarán nuevas capacidades laborales, lo que podría desembocar en dificultades para reclutar el talento adecuado.
  • La preparación de la próxima generación de líderes es fundamental. Las inversiones realizadas para preparar a los líderes del futuro mejorarán su formación y les permitirá acometer funciones variadas. El elemento esencial es exponerlos a experiencias digitales.
  • Mayores regulaciones en el futuro. Se prevé una mayor regulación en cuestiones como la privacidad, impacto medioambiental, seguridad alimentaria, vehículos autómos… La cuestión es si afrontar este exceso regulatorio como una amenaza o una oportunidad.
  • Visión holística de la dirección sobre la empresa sostenible centrada en el talento y creación de valor. La sostenibilidad será un factor de crecimiento para el negocio y una herramienta para la atracción y retención de talento.

Desafíos para las empresas en España

Los negocios españoles están afectados por los mismos desafíos que las empresas extranjeras, como la desaceleración económica en Europa o tas tensiones del Brexit y la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China. Pero cuentan también con preocupaciones específicas.

Las principales preocupaciones son el impacto sobre la competitividad de los cambios regulatorios en materia fiscal y laboral y la falta de reformas estructurales para fomentar la innovación y adaptar el talento a la transformación digital.

Los altos directivos españoles están rediseñando sus organizaciones ante la transformación digital. El objetivo, como sus pares europeos, es afrontar un “crecimiento sostenible”. Ante la pregunta sobre los aspectos que deberían cambiar en el entorno empresarial para mantener la competitividad, los españoles destacan en primeros lugares “mejorar la calidad de las instituciones y reducir la corrupción” y “mejorar la educación y la formación”.

En Europa estos aspectos se encuentran relegados a lugares secundarios. Los directivos europeos destacan en los primeros lugares “racionalizar el Mercado Único” y “reducir la burocracia”.

Los directivos españoles destacan “mejorar la calidad de las instituciones y reducir la corrupción” y “mejorar la educación y la formación”.