El Gobierno estudia imponer un IVA del 21% a la sanidad y la educación privadas. Esta medida podría dañar la actividad de muchos autónomos del sector y fomentar la economía sumergida.
El Gobierno lleva tiempo estudiando una reforma fiscal para financiar los desembolsos efectuados durante la crisis en forma de ERTEs, avales de financiación o las cuotas por prestación extraordinaria por cese de actividad. Aunque la intención es de no subir los impuestos a los autónomos, la medida de incremento de IVA a sanidad y educación privadas afectará al colectivo.
IVA a sanidad y educación privadas
La educación y sanidad privadas están exentas del IVA desde la introducción de este impuesto en 1985. La inclusión del IVA al sector está siendo negociada entre el PSOE y Unidas Podemos, partidos de la coalición del Gobierno, dentro del marco de negociación del los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
La subida del IVA se realizaría basada en recomendaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que señala el incremento neto de la recaudación por la imposición del IVA al sector alcanzaría los 1.763 millones de euros. Sin embargo, esta carga impositiva trasladaría parte de la actividad al sector público, por lo que la AIReF calcula que el incremento de costes para la Administración podría alcanzar los 2.145 millones de euros.
Consecuencias de la subida del IVA
La subida de los impuestos directos tiene como principal efecto la reducción del consumo, además de elevar el fraude. Lo normal es que el IVA acabe repercutiendo en el precio, perjudicando también al consumidor. El trabajador autónomo tiene pocas posibilidades de recortar en sus gastos, a diferencia de las grandes empresas, para evitar trasladar el aumento impositivo en los precios de sus productos y servicios.
En la actual situación de crisis, con muchos negocios asfixiados, el incremento del IVA planteado por el Gobierno hará todavía mas difícil que los autónomos puedan evitar repercutirlo en los precios.
Así, la subida del IVA ha sido rechazada por la principal organización de autónomos, ATA, que, según su presidente Lorenzo Amor, haría “un daño terrible a muchos autónomos fisioterapeutas, podólogos, médicos, odontólogos, logopedas, educadores, etc”.
Lorenzo Amor subraya:
Un IVA del 21% para los profesionales de la sanidad y la educación aumentará el gasto público, la economía sumergida y ahogará a muchos autónomos. No debemos olvidar que estos profesionales desarrollan actividades que son servicios esenciales.
Los autónomos destacan que esta subida impositiva «cerraría miles de pequeñas empresas y autónomos de este país dejando sin servicio a muchos más ciudadanos«.