Ser autónomo es bastante sufrido. No existe la seguridad de ingresar una cantidad fija al mes, como el caso de los asalariados. Una deuda inasumible puede estrangularte y por lo general, se padecen cargas fiscales más elevadas. Pero además, los autónomos también sufren más accidentes graves que los trabajadores por cuenta ajena. Estos accidentes han aumentado respecto a las cifras del año pasado.
Al menos eso revela el informe sobre siniestralidad de ATA y Mutua Universal. Dicho estudio recoge las cifras del 18% del total de autónomos que cotizaban en 2018 por accidente de trabajo y enfermedad profesional (desde el 1 de enero de este año, los autónomos tienen cubiertas estas contingencias).
Así, el informe destaca que el 97,15% de los accidentes de los autónomos en la jornada de trabajo son de grado leve, frente al 98,69% de los que tienen los trabajadores por cuenta ajena. Sin embargo el 2,59% de los autónomos han tenido en 2018 un accidente grave frente al 1,15 % de los trabajadores por cuenta ajena y el 0,18% sufrieron un accidente muy grave, frente al 0,05% de los de los asalariados.
Esto supone que la probabilidad de sufrir un accidente grave es más del doble si se es autónomo. Concretamente un 125%. El accidente más grave es aún más frecuente entre los trabajadores por cuenta propia, un 260% más.
El informe de ATA y Mutua Universal del pasado año arroja cifras similares. Pero también revela que el porcentaje de accidentados graves y muy graves entre los autónomos se ha incrementado. El año pasado, los graves se situaron en el 2,4% (frente al 0,77% de los asalariados) y los muy graves alcanzaron el 0,10% (con un 0,03% de los asalariados).
Si nos fijamos en los accidentes que resultaron mortales, en 2018 un total de 20 autónomos que perdieron la vida en accidente de trabajo, cifra superior a la registrada en 2017, donde fueron 13 los autónomos fallecidos en accidentes laborales. En cualquier caso, los datos se extraen exclusivamente del porcentaje de autónomos que cotizan por AT y EP, que en 2018 fueron 1 de cada cinco personas del colectivo, como señalábamos.
Por lo que respecta a la gravedad de los accidentes sufridos por autónomos, el informe elaborado por ATA muestra cómo el 97,15% fueron de carácter leve. Además, 290 de los accidentes fueron de carácter grave – el 2,59% –, 19 muy graves (0,18%) y 20 mortales (0,09%).
La agricultura concentró más accidentes
Como ya pasó en los datos de 2017, la agricultura se erige como el sector de actividad que más accidentes de autónomos concentró en el conjunto de 2018. Así, es el sector con mayor siniestralidad de autónomos, con 3.286 accidentes.
Le sigue como sectores con mayor siniestralidad: construcción (2.266 accidentes), industria (1.553 accidentes), el sector servicios, con un total de 3.536 accidentes registrados y finalmente el transporte, con una cifra total de 927 accidentes.
Si analizamos el índice de incidencia, es decir el número de accidentes durante la jornada laboral por cada 100.000 trabajadores expuestos al riesgo, son los sectores de industria (4.049) y construcción (4.040) los que cuentan con mayor índice de incidencia, seguido de trasporte (2.796), agricultura (2.352) y servicios (1.052).
Los mayores de 35 años, los que más accidentes sufren
El informe elaborado desde ATA y con los datos ofrecidos por Mutua Universal muestra como prácticamente el 83,2% de los autónomos accidentados en 2018 y que cotizaban por la accidente de trabajo son mayores de 35 años, de los que el 21,14% tienen más de 55 años.
Estos datos están muy por encima de los accidentes registrados por los trabajadores asalariados de su misma edad.
Respecto a la mujer autónoma es importante resaltar que a pesar de su importante aumento en el número total de autónomas que hay en España, su siniestralidad es menor que la de los varones ya que sufrieron 2.126 accidentes de trabajo frente a los 9.442 de los autónomos varones lo que representa un 18.3% del total de accidentes, porcentaje éste ligeramente superior al registrado en 20147, cuando las mujeres concentraron el 17,8% del total de los accidentes registrados.
Si analizamos la tipología de los accidentes en función de la edad y el sexo, se comprueba cómo prácticamente seis de cada diez autónomas – el 58,18% – que tuvieron un accidente de trabajo tienen más de 45 años, frente al 50,7% de los varones de más de 45 años.
La edad en la que se registran mayor número de accidentes es la franja de 45 a 54 años en el caso de las mujeres autónomas y de 35 a 44 años en el caso de los varones.
De 10:00h a 12:00h y por sobreesfuerzo
A lo largo de 2018 las lesiones más frecuentes entre autónomos fueron: esguinces, torceduras, dislocaciones, y distensiones (4.471) lo que hacen un porcentaje del 38,65% de las lesiones producidas. Seguidas de lesiones superficiales y cuerpos extraños en los ojos (1.338 accidentes), fracturas cerradas (1.268 accidentes) y heridas abiertas (1.203 accidentes). Junto con dislocaciones y subluxaciones, abarcan el casi el 80% del total de lesiones.
Atendiendo a la forma del accidente, el informe elaborado por Mutua Universal pone de manifiesto cómo el 26,95% (3.117) de los accidentes se produjeron por sobreesfuerzo físico sobre el sistema musculo-esquelético, destacando igualmente la lesión derivada de caídas del autónomos 22,84% (2.642), siendo éstas una de cada dos causas de los accidentes.
Respecto al momento de mayor siniestralidad entre los autónomos se suele producir en la franja horaria que va de las 10.00 a las 12.00h de la mañana concentrándose el 42,9% de los accidentes. Esta circunstancia horaria sí coincide con los trabajadores por cuenta ajena, aunque en un porcentaje menos elevado (el 32,25% del total de accidentes).
Según José Luis Pera, responsable de PRL de ATA:
Los datos que presenta el informe no son buenos. Los autónomos sufren porcentualmente más accidentes graves y muy graves que los trabajadores asalariados, y fueron 20 los que perdieron la vida en 2018 como consecuencia de un accidente de trabajo, 7 más que en 2017 y estos datos son aún perores si tenemos en cuenta que no conocemos todos los accidentes que se producen ya que sólo el 18,5% de los autónomos cotiza en 2018 por AT/EP. Pero hay que ser optimistas y destacar 2019 como un año clave al conseguirse la universalización de la prestación por accidente de trabajo y enfermedad profesional en el colectivo de autónomos, lo que unido al reconocimiento en 2018 de accidente initinere podemos decir que en este campo estamos prácticamente equiparados a los trabajadores asalariados.