En los próximos 5 años, el modelo de trabajo cambiará en gran medida gracias a las nuevas tecnologías. Muchos trabajadores podrán llevar a cabo su trabajo desde casa a través de la nube. La aparición de la tecnología 5G y el Internet de las cosas contribuirán también a cambiar las tendencias laborales.
Estas nuevas tecnologías conseguirán mejorar la productividad de los trabajadores, centrándose en su satisfacción laboral. ¿Cómo? Facilitando el teletrabajo.
Según el informe “El Panorama Tecnológico 2020” (PDF), presentado en el foro anual de tecnología Citrix Synergy 2015, “un tercio de la empresas que existen en el mundo esperan que la mitad de sus empleados puedan trabajar desde casa en el año 2020.”
Así los trabajadores podrán gestionar mejor sus tiempos, descansos, escoger su lugar de trabajo, e incluso el vestuario. Trabajar desde casa es posible con soluciones y aplicaciones que permiten llevar a cabo las tareas desde la nube (PDF). Mark Templeton, CEO de Citrix, señala que habría una mejora de productividad cercana al 35%.
Además, también mejorarían otros aspectos: los ahorros de tiempo, dinero y una mayor autonomía a empleados. Una excelente forma de potenciar la conciliación laboral.
La quinta generación de tecnología inalámbrica móvil, o el 5G, supondrá una solución al actual uso de tráfico móvil y al previsible aumento que se producirá en los próximos años. Europa, gracias a la asociación del 5G creada en Bruselas, con la colaboración de empresas e instituciones públicas, pretende innovar a través del programa Horizonte 2020, aportando ideas en común, visiones y prioridades en innovación para el desarrollo de este tecnología hasta el 2020.
Hemos oído hablar de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o la realidad aumentada. Sin embargo, la tecnología que marcará diferencias tanto en la vida cotidiana como en la generación de nuevos modelos de negocio, es el Internet de las Cosas. Vivimos en un mundo de oportunidades en el que surgen startups gracias a las ideas de nuevos emprendedores, y tal como planteó Jeremy Rifkin, estamos ya en la ya tercera Revolución Industrial, en la que las cosas cambian día a día y la tecnología avanza sin límites.
Según la empresa de análisis de mercados IDC, los dispositivos y objetos susceptibles de ser conectados superan la cifra de los 200.000 millones pero sólo el 7% están conectados y se comunican a través de Internet. Lo que se pretende es que los objetos tengan ojos y orejas, es decir, que vean y escuchen para interactuar con las personas.
En España, estás tecnologías ya están siendo implementadas por startups punteras como FirstV1sion, Dymotics o Lybelum. O incluso por nuestra última entrevistada en MásQueNegocio, Exovite.