Luis Núñez quería hacer algo importante en su vida y abandonó su puesto de trabajo en una “empresa súper aburrida” para crear MacLucan, una agencia de comunicación y marketing online. Hablamos con este emprendedor de su empresa y de su experiencia en esta entrevista para MásQueNegocio.
MacLucan está orientada a todo tipo de empresas en su camino de transformación digital. El objetivo es ayudarlas a vender más y conectar mejor con sus consumidores.
➽ ¿Qué es MacLucan?
Somos una agencia de marketing digital, aunque ahora está más de moda decir que hacemos “consultoría para la digitalización de los mensajes de marca”.
Sea lo que sea, lo que nos gusta hacer es ayudar a las empresas, ya sean startups en capital semilla o en fase de exit, a vender más por medio de una estrategia de contenidos que se encajan, poco a poco, en el día a día de sus clientes y prospects.
Es decir, hacemos que las marcas hablen el mismo idioma que sus consumidores, para que generen una relación de confianza.
Además, medimos todo lo que hacemos para que nuestros clientes vean que la totalidad de nuestras acciones les ayudan a vender más. Lo bueno de toda esta medición es que nuestros clientes pueden medir el ROI de toda la inversión que hacen.
➽ ¿Cómo fueron vuestros comienzos?
Divertidísimos. Hace un par de años hice un máster en digitalización de negocios en ISDI, al tiempo que trabajaba como responsable de comunicación en una empresa de consultoría de negocio. Tras el master, me di cuenta de que siendo honesto, transparente y ofreciendo resultados podría montar una agencia de marketing con la que ayudar a empresas a digitalizarse mediante su comunicación o conseguir que compañías nativas del mundo digital puedan vender más y conectar mejor con sus consumidores.
Me monté un despacho en la terraza de mi casa, me planteé muchos hitos y me puse una disciplina férrea. A eso, le añadí muchas herramientas digitales para trabajar de la forma más operativa posible.
➽ ¿En qué fase de negocio os encontráis ahora?
Ya hemos cumplido nuestro primer año y medio de vida y ahora nos toca ganar nuevos clientes para seguir creciendo. Nos dedicamos a ayudar a hacer la estrategia de growth hacking a startups españolas y llevamos la comunicación de varias empresas grandes, de las que facturan unos cuantos millones al año.
Trabajamos en remoto y nos coordinamos como un reloj suizo. Además, compartimos oficina con dos agencias de PR con las que hemos creado un hub de periodistas en el que nos enteramos de todo lo que se cuece en los medios de comunicación.
➽ ¿Cuáles son las mayores dificultades que habéis tenido que sortear?
La fiscalidad. Menos mal que el mercado libre da herramientas para que las empresas puedan crecer, en vez de gastarse todo su potencial beneficio en impuestos.
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«Nuestra misión no es venderle motos al cliente, sino que venda más»
➽ ¿Cuáles son los principales elementos diferenciadores de MacLucan?
Nuestra misión no es venderle motos al cliente, ni hablarle con términos de consultoría para que no nos entienda y nos lo compre todo por vergüenza a decir que no conocía “los pains del customer journey de su usuario dentro del conversion funnel”.
Nuestro objetivo es que nuestro cliente venda más y que esté contento. Cuanto más venda, más contento estará. Cuanto más contento esté, más confiará en nosotros. Somos expertos en optimizar el conversion funnel, pero eso se lo vamos enseñando al cliente a medida que trabaja con nosotros.
No basamos nada de lo que hacemos en la intuición. Lo centramos todo en el análisis de la ejecución de todo lo que hacemos. Somos tan creativos como analíticos.
➽ Unos de los temas que tratáis son las Relaciones Públicas y la Comunicación Corporativa, donde tienes experiencia ¿Qué hacéis en este campo?
Creemos que todas las acciones de comunicación de una compañía tienen que llevar a un mismo objetivo: a que venda más.
La comunicación corporativa es el primer paso que hay que dar para que un cliente compre. Lo primero es que conozca a tu empresa. En este sentido, desde las relaciones públicas hacemos que empresa y clientes se conozcan por primera vez. Después, mediante la selección y creación de contenidos que le resultan interesantes a ese cliente, hacemos que entienda a la empresa como una marca de referencia.
Una vez conseguido ese hito, hacemos que el cliente visite los “medios propios” de la marca, ya sea su web, su tienda física, sus redes sociales o un stand en una feria. Después de eso, comienza el growth hacking, el email marketing, el retargeting, la compra y, por último la fidelización y la recomendación por parte de este cliente a otros potenciales clientes.
Esto se llama optimizar el conversion funnel. Somos realmente buenos en hacerlo.
➽ Otro campo donde es movéis es el de estrategias en redes sociales ¿Qué ofrecéis?
Las redes sociales son una pata más de la comunicación corporativa. Todavía muchas empresas lo tratan con estrategias diferentes y lo único que hacen es generar una imagen de “bipolaridad”.
Además de crear una imagen acorde con el espíritu de cada marca, nos servimos de las redes sociales para localizar clientes y potenciales clientes.
Por medio de la tecnología que ofrecen Facebook y Google, hacemos que quienes visiten la web o página de fans de nuestros clientes sigan manteniendo una relación de comunicación con la marca por voluntad propia. Es decir, es el cliente el que quiere que la marca le siga comunicando. No bombardeamos con mensajes intrusivos.
➽ MacLucan tiene un socio trabajando en Chile ¿Estáis presentes en más lugares aparte de España?
Estamos presentes en Chile y en España. La agencia comenzó en Madrid, curiosamente en la calle Chile, en el barrio de Chamartín. Meses después contacté con Gerardo, compañero de equipo en un máster de marketing digital que hicimos juntos en Tracor hace años y que nos hizo muy amigos. Es experto en e-commerce y durante su etapa en la gran empresa, trabajó para los gigantes del comercio electrónico en Latinoamérica.
Desde España llevamos la estrategia de contenidos (escritos, diseño gráfico y vídeo), el PR y las redes sociales, mientras que desde Chile, el desarrollo web, la estrategia para e-commerce y el SEM.
«Nunca he visto emprender como un riesgo»
➽ ¿Cuáles serán vuestros próximos pasos?
Queremos conseguir financiación por parte de capital semilla. Se mire por donde se mire, somos una startup Y como tal, podemos crecer exponencialmente si vamos de la mano de algún proceso de aceleración.
El año pasado participé en una startup con el director de la aceleradora más exitosa de Europa: IMPACT. No solo nos hicimos amigos, además aprendí todo el proceso de crecimiento de una startup y creo que podríamos triplicar o cuadruplicar nuestra facturación en un año.
En la actualidad hay varias agencias que están creciendo gracias al venture capital. Si conseguimos aceleración, podríamos competir con ellas en pocos años.
➽ Personalmente tienes una gran experiencia como periodista, comunicado e incluso profesor, pero por cuenta ajena. ¿Qué te empuja a asumir el riesgo de emprender?
Nunca he visto emprender como un riesgo. Lo que sí veía como un riesgo era que algún día podría llegar a viejo sin haber hecho nada realmente relevante en la vida si me estancaba en mi área de confort dentro de una empresa.
Y así comenzó todo. Di mis primeros pasos en montar una agencia en la que lo principal son mis valores personales, los que me enseñaron mis padres y los que aprendí trabajando con gente que ve la vida como un mar de oportunidades. La idea de MacLucan es que quien trabaje con nosotros sea feliz y ayude a otros a que sean más felices porque sus proyectos son viables.
➽ ¿La revolución digital y las nuevas tecnologías han sido positivas para los emprendedores?
Ahora mismo estoy escribiendo este texto desde un espacio de coworking. No me hace falta ir a una oficina y calentar la silla durante 10 horas al día. Gracias a Trello, Google Drive, Slack, WhatsApp, Dropbox, iCloud y Facebook tengo mi oficina allá donde esté y puedo contar con el mejor talento del mundo en tiempo real.
Con la revolución digital puedo vivir con valores como trabajar con los amigos, independientemente de dónde estemos físicamente; trabajar con clientes que se acaban convirtiendo en amigos estén en Madrid o Pernambuco (Brasil); y, sobre todo, el valor de disfrutar de mi familia sin que me digan que hago más caso a mis hijos que a mi jefe.