Jaime Curiel y Alfonso Martínez son un ejemplo de éxito en el difícil y competitivo sector de la moda textil. Su proyecto, Solera, vive una espectacular expansión a pesar del entorno de crisis que sufre España. ¿Las claves? Ropa y complementos de calidad, mezclando diseños clásicos, jóvenes y desenfadados. Y todo a un precio asequible. Jaime nos cuenta su experiencia en MásQueNegocio.
La idea de Solera surge entre dos amigos que, con un ímpetu emprendedor no acorde a su edad (empezamos con 25 y 26 años), se lanzan en una aventura que les entusiasmaba.
Se trataba de crear un tipo de tienda y un estilo de ropa que cubriera un hueco inexistente en el mercado. Es decir, que cubra las calidades de las grandes marcas con un diseño espectacular y unos precios razonables.
Como consumidores, veíamos la necesidad de poder vestirnos con ropa de estilo único y calidad sin tener que pagar lo que significan las grandes marcas. Todo esto sin olvidar el tipo de producto que nos gusta, acorde al mercado, al espíritu y elegancia española.
Como os decía, nos impulsan esas ganas de crecer y crear algo propio, distinto y especial.
Ambos socios venimos de familias empresarias en diferentes renglones, pero esto nos llevó a conocer y saber lo qué es el esfuerzo y el trabajo, cosa básica para poder querer desarrollar cualquier proyecto y lo más importante, para poderlo sacar adelante.
“Fabricamos todos nuestros productos en España”
Os explico cómo funciona Solera: comienza con el diseño de cualquier prenda, zapato o complemento que tenemos en colección. Para esto hemos ido creando un equipo importantísimo que nos ayuda a seguir tendencias, modas y novedades que instaurar.
Una vez realizado este paso, nos dirigimos ya por nuestra geografía en busca de los talleres y fábricas que puedan realizar los diseños anteriormente creados. Para nosotros es parte fundamental de la filosofía de la empresa el trabajar y realizar nuestros productos en España, ya que es una pequeña forma de devolver a nuestros clientes el entusiasmo demostrado por nuestra marca. Casi todos los materiales y tejidos que usan nuestros talleres se los enviamos desde nuestra sede pasando antes los controles necesarios por nuestro departamento de producción.
Llegan así a nuestras tiendas o clientes mayoristas repartidos por nuestra geografía.
Para nosotros este último punto es el que más ilusión nos hace y más mimo ponemos en él. La tienda Solera es el mayor escaparate de la marca y el control final de si acertamos o nos equivocamos. Son tiendas con mucha luminosidad, fáciles para el cliente y para la vista. Intentamos cuidar lo máximo posible su colocación, limpieza y sobre todo el trato al cliente. En esto es en lo que más empeño intentamos tener, ya que al final el cliente se debe convertir en amigo de la marca y su principal estandarte. Para esto tenemos un amplio grupo de compañeros que diariamente trabajan con ilusión en este aspecto. Nuestras tiendas Solera tienen un estilo propio; nos enorgullecemos de ellas, la verdad. Es el reflejo de lo que queremos ver en nuestras prendas: clásica, joven y divertida.
En cuanto a la comercialización mayorista, tenemos una red de comerciales que se encargan de la venta y cuidado de nuestra colección por España y extranjero.
“Gracias a nuestros bajos márgenes, la calidad de nuestros productos es difícil de igualar”
Nuestro mayor éxito se basa en los márgenes bajos con los que jugamos para poder dar al producto final el diseño. La calidad de los productos que ofertamos es difícil de igualar.
Hemos tenido las dificultades que tiene cualquier empresario hoy en día. Falta de liquidez, ninguna ayuda de las administraciones, problemas con la competencia -que en nuestro caso por nuestra juventud ha podido ser mayor- y el problema de los impagos de los comercios minoristas. Nuestros márgenes son muy pequeños y estos impagos podrían haber terminado con nosotros, ya que en estos momentos de crisis hay mucha gente que se está aprovechando de ellos.
Nuestra expansión ha sido muy fuerte para estos momentos. Hablamos de que hace menos de seis años aún no habíamos empezado a andar.
Comenzamos con una tienda pequeña en Valladolid, que nos dio pie a poder en ese año a abrir otra en otra zona de la ciudad.
Al año siguiente, decidimos salir de nuestra ciudad a la par que abríamos una tercera en Valladolid: comenzamos por Palencia, dando el salto a Madrid y Salamanca. También abrimos nuestras dos primeras pruebas de franquicia en Zaragoza y Jaén, aunque no logramos en estas ciudades llegar a montar lo que deseábamos.
El tercer año nos dedicamos más a la expansión de la marca y al mimo que debíamos darle para que pudiese salir adelante, buscando talleres nuevos, mejores tejidos, pieles y fabricaciones. Este año también abrimos una segunda tienda en Palencia.
El cuarto año empezamos con la posibilidad de exportación, haciendo estudios de mercado y realizando los primeros contactos que nos llevan a día de hoy a estar presentes en diferentes puntos de Sudamérica. Este año, abrimos dos tiendas outlet y empezó nuestra nueva manera de franquicia en Málaga y Motril, que está siendo todo un éxito para nosotros y sobre todo para nuestros franquiciados, que son nuestra imagen en sus ciudades y por lo que son los primeros que deben estar ilusionados.
Este último año ha sido un poco el del afianzamiento en el mercado nacional, tanto como marca como tiendas. Se abrieron tiendas en dos nuevas Comunidades con una espectacular aceptación en Cantabria y Extremadura: hemos abierto en Santander y Badajoz. En cuanto a franquicias, se abrió una nueva tienda en la provincia de Granada (Guadix) y otra nueva tienda en Madrid, continuando el exito de las ya existentes. En breves fechas os podremos comunicar cuatro nuevas tiendas en diferentes poblaciones, que vienen a cumplir las diferentes peticiones que hemos tenido de nuestros amigos y clientes, tanto por nuestras redes sociales, como de nuestra web.
“Hacemos ropa clásica, joven y divertida”
El hueco que ocupamos en el mercado es muy amplio porque desde el primer minuto nuestra idea era el de llegar al máximo de público posible.
El producto que tenemos es para señora, caballero y niño. Y hablando de que es una ropa clásica, joven y divertida, llegamos a todo el público que le guste vestir bien, llevar calidad y, sobre todo, cosas diferentes de fabricación nacional.
Como en toda empresa, tenemos mucha competencia, y en este mundo, diría yo que en algunos casos hasta desleal y engañosa. Pero sería una larga conversación sólo destinada a hablar de que ya, gracias a todos, cada vez el púbico de a pie somos menos ingenuos y no nos creemos esas campañas que algunos pueden llegar a realizar. La forma de superar todo esto, como hablábamos antes, es dando lo mejor en todo, en las calidades, en los precios, en nuestro comportamiento como empresa y sobre todo en el día a día con nuestros clientes.
Algún proyecto más tenemos en marcha, pero aún están verdes, ya iremos viendo a donde nos llevan. Sobre todo ahora queremos centrarnos en dos puntos para adecuarnos al crecimiento que vemos necesario para la marca:
- El primero se trata en impulsar la marca a nivel nacional, tanto propias como franquicias (en este último aspecto, nos vamos a situar en la feria de franquicias en Madrid, intentando mostrar nuestro tipo de negocio a gente emprendedora como nosotros que es lo que necesitamos para que esto siga creciendo).
- El segundo punto es llegar aún más a la internacionalización de la empresa. Queremos enseñar al resto del mundo nuestra esencia y el espíritu de este país. Somos líderes en cualquier ámbito de producción de calidad: producto con la fuerza de la marca Solera con la calidad de las fabricas españolas, demostrando que la calidad no está reñida con los precios.
“Se necesita valentía para invertir en un sector tan tocado como el nuestro”
Aunque depende de cada persona, creo que el emprendedor es más vocacional: aún siguen llamándonos locos a la vez que nos animan con la aventura que iniciamos. En estos momentos de incertidumbre se necesita valentía para poder querer invertir en un sector tan tocado como el nuestro. Quizás es lo que hemos vivido en nuestras familias desde pequeños y esa educación nos hace ser como somos. La necesidad es importante, pero no es para nada a mi gusto la clave de un posible éxito.
Se debe tener una idea y no cejar en el empeño de llegar hasta donde nunca creíste que podrías llegar.
Ahora mismo todos los emprendedores, de beneficios, pocos. Por lo menos eso nos encontramos en nuestros inicios. Cosa que hay que dar gracias que está cambiando.
Por otro lado, es la peor situación económica en años y esto lo ves tanto en la financiación como en la situación de la gente y mercados.
Queda mucho camino por recorrer para que en España se ayude de verdad a los emprendedores y nos demos cuenta de que son la base principal de la economía de cualquier país.
El emprendedor debe buscar primero una idea, aportar algo diferente, y sobre todo encontrar algo que te haga dar todo por ello.
La crisis es el mejor momento de situarte y de poder salir adelante. Siempre se ha dicho que estos momentos son los mejores para montar algo y sobre todo, saliendo de ellos para triunfar.
Quien quiera emprender debe tener muchísima ilusión, nunca desanimarse. Sobre todo, ser capaz de dar el 200% y poder inculcar eso en su grupo de gente. Una parte primordial de cualquier idea es que todos deben formar parte de ese sueño. Las personas que tenemos alrededor son el principal apoyo que debemos tener. Hay que escucharlas siempre y sobre todo, aprender de todo y de todos.