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Formas de financiación del autónomo: cómo financiar un negocio

Iniciar una aventura emprendedora es un viaje emocionante, aunque plagado de desafíos e incertidumbre. La búsqueda de financiación en los primeros pasos de un negocio puede convertirse en una travesía compleja y en un auténtico quebradero de cabeza para un autónomo. ¿Con qué formas de financiación cuenta un autónomo para salir adelante? 

La actual situación económica, marcada por la inestabilidad y la fuerte competencia, añade dificultades extra a la caza de financiación. Economía estancada, altos niveles de inflación, volatilidad de los tipos de interés… Los autónomos tienen que demostrar la viabilidad de sus proyectos en un entorno que requiere mayor prudencia. 

Además, las trabas administrativas constituyen un escollo más. Darse de alta como autónomo no es sencillo y encontrar las vías más adecuadas para encontrar financiación es la mayor de las dificultades. En esta situación, conocer las formas de financiación disponibles para los autónomos es fundamental. 

formas financiación

Financiación propia 

Esta es la primera opción que debe considerarse y, a priori, la más recomendable. Tirar de los recursos propios como forma de financiación supone una mayor autonomía y un control total que supone no tener que rendir cuentas a terceros. Aunque tenga cierto riesgo, evita cargar con deudas desde el comienzo del negocio. 

Estos recursos propios son los ahorros personales del autónomo, venta de activos, herencias… Sin embargo, por lo general esta fuente de financiación suele ser escasa y necesita ser complementada por otros recursos. 

FFF (Friends, Family and Fools) 

La aportación de amigos, familiares y personas cercanas es otra fuente de financiación valiosa en las primeras etapas del negocio del autónomo. Es una opción que está ganando peso en los últimos tiempos y supone una buena alternativa a la financiación bancaria y similares, ya que familiares y amigos estarán dispuestos a prestar a menor interés (o a ninguno). 

Sin embargo, es una alternativa delicada y que debe formalizarse con todos los detalles posibles. Una falta de entendimiento puede dañar las relaciones personales, especialmente si el negocio fracasa. 

Ayudas y subvenciones públicas 

Las ayudas y subvenciones públicas son una buena forma para financiar un negocio. Su variedad es muy amplia: desde fondos europeos hasta las convocatorias de ayuda convocadas por organismos locales, hay una amplia gama de subvenciones autonómicas y nacionales. 

También existen muchas tipologías dentro de estas subvenciones, como fondos europeos para la digitalización, otras ligadas a la creación de empleo, a la innovación en determinadas industrias o al desarrollo económico en zonas rurales. 

Préstamos públicos 

Los préstamos públicos o con garantías de entidades públicas son otra opción atractiva para los autónomos. Por lo general, estos préstamos se ofrecen a través de entidades como el Instituto de Crédito Oficial o la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR). 

EL ICO es la entidad más conocida y cuenta con una amplia gama de préstamos dirigidos al trabajador autónomo. Aparte de sus líneas propias de crédito, existen algunos, como los Préstamos Aquisgrán, que se conceden con la garantía del propio ICO de la SGR. 

Estos préstamos, aunque deben cumplir ciertas condiciones, tienen unas condiciones más ventajosas que los préstamos tradicionales de las entidades financieras, como mejores tipos de interés y plazos de amortización más largos. 

Entidades bancarias 

La financiación bancaria es la forma más tradicional para financiar un negocio. Los bancos tienen un amplio catálogo de productos financieros como préstamos, créditos y microcréditos. Por lo general, y más en las épocas de incertidumbre, los préstamos bancarios comportan una serie de condiciones de cierta exigencia. Los bancos suelen pedir un buen historial crediticio y un aval para la concesión del crédito. 

Incluso existe la posibilidad de acudir a préstamos hipotecarios, que están ganando en popularidad como fuente de financiación. Se coloca una propiedad de valor como garantía de pago y se obtiene, por lo general, un préstamo con una tasa de interés más suave. 

Crowdfunding 

El crowdfunding es otra forma de financiación que está ganando peso en los últimos tiempos. Más ligada a proyectos concretos o a emprendimientos innovadores o con impacto social, el crowdfunding es una fuente de financiación colectiva que consiste en la aportación de pequeñas cantidades de dinero por parte de un elevado número de personas. 

Hay plataformas de crowdfunding especialmente diseñadas para canalizar la recaudación de estos fondos de forma más sencilla y con la adecuada publicidad. El crowdfunding tiene como beneficio añadido su capacidad para generar interés y clientes potenciales. Entre los puntos negativos, destaca que esta modalidad no garantiza conseguir toda la financiación necesaria. 

Crowdfunding

Seed capital 

El seed capital o “capital semilla” es una forma de financiación entregada en las fases inciales a startups con gran potencial de crecimiento. Es decir, sería una buena opción para autónomos que tengan proyectos de base tecnológica con carácter innovador. 

El seed capital proviene por lo general de inversores individuales, conocidos como business angels, que aportan capital a cambio de una participación en el negocio, pero también de grupos de inversión o incubadoras. 

Venture capital y capital riesgo 

También dirigida a startups con alto potencial de crecimiento, estas fuentes de financiación se dirigen al proyecto emprendedor en una fase más desarrollada. El venture capital también aporta fondos a cambio de la participación en el negocio y suele estar dirigidos por fondos de inversión. 

Otras fuentes de financiación alternativas 

Existen otras formas de financiación para autónomos como programas de microcréditos y plataformas de financiación alternativa diseñadas para pequeños negocios. Hay una amplia variedad que pueden encajar según el tipo de negocio que inicie el autónomo. 

Del mismo modo, hay modalidades como el leasing, renting o el factoring y confirming que pueden ser adecuados dependiendo de la fase del negocio. 

La elección de la fuente de financiación es una decisión muy relevante que puede influir en el éxito final del negocio del autónomo. En cualquier caso, contar con las mejores soluciones digitales, como una solución integral de comunicaciones y la mejor conectividad, serán de gran ayuda en el camino emprendedor, independientemente de la forma de financiación.