La fuerte inflación de los últimos meses ha obligado a los principales bancos centrales del mundo a elevar de forma abrupta sus tipos de interés. Pero el miedo a la inflación está siendo sustituido por la amenaza de la recesión. ¿Cómo puede afectar la recesión a los autónomos? ¿Qué deben hacer para protegerse?
Sin embargo, la lucha contra la inflación todavía está siendo priorizada por las autoridades económicas. Al menos de momento, el escenario actual será de incrementos de tipos, lo que afectará a la producción económica. ¿Nos dirigimos entonces a una recesión?
¿Qué es la recesión?
La recesión supone una contracción generalizada de la actividad económica que se materializa en una caída del PIB. Además de la producción, la recesión perjudica al empleo, la renta disponible de los hogares y a otros indicadores económicos.
En términos técnicos, se entiende que un país entra en recesión cuando su PIB decrece durante dos trimestres consecutivos.
Consecuencias de la recesión
La recesión muchas veces está asociada a la inflación, esto es, a un incremento generalizado de precios. La inflación contrae el consumo, lo que provoca a su vez una caída de la producción. La lucha contra la inflación, asimismo, puede contribuir un mayor descenso de la producción.
- Descenso del PIB: el descenso de la producción de bienes y servicios es lo que caracteriza a una recesión y lo que provoca un efecto negativo en otros indicadores económicos.
- Caída del consumo: provocada por la propia inflación y por otros factores asociados a la recesión, como la pérdida de empleo, la cautela ante el escenario económico, etc.
- Quiebras empresariales: la caída de consumo y producción provoca la ruina de muchos negocios que se ven abocados a cerrar.
- Aumento del desempleo: este descenso de la producción provoca el citado cierre de empresas, con su pernicioso efecto en el empleo, pero también el despido de otros trabajadores de empresas que siguen funcionando pero con menor actividad.
- Caída de la inversión: todas las negativas expectativas hacen que las inversiones previstas retrocedan a la espera de mejores condiciones económicas.
- Aumento en deudas impagadas: la falta de capacidad de pago se dispara y aumentan las deudas y las carteras vencidas en créditos, lo que alimenta la bola de la recesión.
¿Camino a la recesión?
En muchas ocasiones, el peaje a pagar por la reducción de la inflación es una recesión. El Banco de Inglaterra ha advertido de que si los tipos de interés subieran el 5,25% en el Reino Unido, el país sufriría dos años de recesión.
En España, el Banco de España estima que la economía apenas crecerá un 1,4% en 2023, frente al crecimiento estimado del 4,5% para este año. Unas previsiones que no suponen un panorama de recesión, pero sí de una desaceleración preocupante que impide regresar al escenario pre pandemia.
Un informe de BBVA Research, también vaticina una considerable desaceleración en los próximos trimestres. El estudio pronostica un pequeño incremento del PIB del 1,8% para el próximo ejercicio.
En el mejor de los casos, la incertidumbre es la característica principal del panorama económico, alimentada por la crisis energética, la crisis de suministros y la guerra en Ucrania. ¿Cómo está afectando esta crisis a autónomos y pequeños negocios?
El 82% de los autónomos se han visto afectados de forma apreciable por la inflación, según un informe de The Cocktail Anaysis para Zurich. Sin embargo, sólo el 29% han trasladado el impacto del incremento de costes a sus clientes. Otro 27% se ha visto abocado a tomar otras medidas como la reducción del consumo energético. Un 26% han sufrido una merma en sus ventas.
¿Cómo combatir la recesión?
No se había salido de la pandemia de Covid-19 cuando llegaron la crisis de la cadena de suministro, la inflación y la guerra de Ucrania. La subida de tipos de interés y la amenaza de recesión son las últimas malas noticias.
La mayor preocupación de los autónomos es combatir la inflación y poder sobrevivir en el actual panorama de incertidumbre económica. ¿Qué pueden hacer para minimizar el impacto de la crisis y salvar su negocio?
Apostar por la digitalización
Aunque estemos en un contexto de incremento de precios, la inflación afecta menos a los productos tecnológicos. Invertir en transformación digital ayuda a trabajar con mayor eficacia y, a la larga, reduce costes.
El correcto uso de la data permite aprovechar la incertidumbre económica para implementar formas de trabajo más ágiles y resistentes que racionalizan el gasto en Marketing. El buen uso de los datos permite flexibilizar y adaptar los mensajes y optimizar su impacto. Así, invertir en plataformas que usen Big Data e inteligencia artificial traerá beneficios aunque en un principio suponga gastos en un contexto inflacionario.
La inversión en I+D es más exitosa en las recesiones económicas, según recoge MarketingProfs, como revela la experiencia de Sony, que, tras recortar un 12% en investigación durante la crisis de 2008, quedó rezagada frente a otros competidores como Microsoft o Amazon, que sí elevaron su inversión.
Aprovechar los costes más bajos
Con el recrudecimiento de la crisis, los altos precios irán remitiendo por la disminución de la demanda. Esto será todavía más cierto si los bancos centrales mantienen su política de elevación de tipos. Si la mayor parte de negocios optan por reducir su inversión en marketing y presencia publicitaria, la visibilidad de quienes sigan manteniendo su inversión será mayor.
Conservar las acciones de marketing y publicidad facilitará obtener mayor cuota de mercado. Eso no garantiza mayores ingresos necesariamente, pero sí supondrá estar mejor posicionado que la competencia cuando el temporal remita.
Buscar la mayor conexión posible con tu público
La fidelización se convierte en un elemento clave en un probable entorno de recesión. Es importante conocer bien a tu público objetivo para poder conectar con él y atender sus necesidades.
- Poner en valor productos y servicios: es fundamental hacer ver que lo que los productos y servicios del negocio son útiles para el consumidor. Mejorar la experiencia de usuario, con personalización gracias al uso de la tecnología supone una gran ayuda. Pero también en el entorno físico, la amabilidad y la empatía son valores que ayudan a conectar con el cliente mejor que el propio producto.
- Mostrar solidaridad ante la situación económica: lanzar mensajes empáticos con la actual situación económica. Eso sí, es preciso mantener un moderado optimismo, aunque siempre siendo sensibles con las preocupaciones del cliente. En todo caso, conviene no aumentar la ansiedad del público, que, por lo general, sufre la angustia de recibir muchas noticias sobre la economía.
- Recompensar la fidelidad: si mantener un cliente es el ABC de todo negocio, en un ambiente de incertidumbre económica la fidelización es aún más importante. Hay muchas formas de llevarla a cabo: programas de fidelización que otorguen puntos o cupones por cada compra; regalos, descuentos, newletters para mantener el contacto, dinámicas por redes sociales…
Fijarse en el largo plazo
Hay que apostar sin duda por estrategias de SEO y Marketing de contenidos, que suelen dar sus frutos en el largo plazo.
Mantener estas estrategias y otras efectivas a largo plazo serán muy beneficiosas cuando llegue la recuperación. Los competidores que hayan decidido guarecerse y esperar se encontrará en desventaja.