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3 trucos de persuasión (y manipulación) de Steve Jobs

El fundador de Apple, Steve Jobs, fue un auténtico genio creativo, cuya influencia todavía se deja notar más de siete años después de su muerte. Pero además de su destacado talento, Jobs exhibía un carácter que no siempre era amable. Sus tácticas eran a veces manipuladoras, pero funcionaban.

Este artículo de Inc. recoge estas técnicas persuasivas que pueden ser muy útiles para triunfar en los negocios.

Sé brutalmente honesto

Steve Jobs era sincero de una forma a veces brutal, algo que acababa valorando la gente. El fundador de Apple entendía que la honestidad descarnada mejoraba el negocio, establecía altos estándares y transmitía la importancia del trabajo.

Más de una vez puso Steve Jobs a sus subordinados en situaciones incómodas. Como él mismo decía:

No creo que ignore a la gente, pero si algo apesta, se lo digo a la cara. Ser honesto es mi trabajo. Sé de lo que estoy hablando y normalmente tengo razón.

 

Cambia de opinión… pero finge que no lo haces

Muchos emprendedores exitosos tienen la humildad necesaria para cambiar de opinión cuando se le presentan pruebas que llevan a ello. Sin embargo, Jobs dio un paso más allá: cuando cambiaba de opinión, fingía que su nueva opinión había sido siempre la que había mantenido. También fue tajante y despiadado al afirmar que las ideas de los demás eran suyas.

El ingeniero de Apple, Bud Tribble comentaba que el hecho de Jobs te dijera que algo que le parecía horrible, no significaba necesariamente que fuera a pensar así al día siguiente:

Si le cuentas una nueva idea, normalmente te dirá que le parece una estupidez. Pero entonces, si realmente le gusta, exactamente una semana después volverá a ti te propondrá tu idea como si se le hubiera ocurrido a él.

Así es como Jobs convenció a todos de que tenía razón todo el tiempo.

Usa los halagos de manera estratégica

Es común argumentar que para ser una buena persona hay que ser un buen líder: hay que ser honesto, humilde, empático… Sin embargo, Jobs no se lo creyó.

Si bien es cierto que apostaba por la “honestidad brutal” con sus colaboradores, también estaba dispuesto a emplear los halagos con gente a la que no respetaba necesariamente.

Así, Jobs ofrecía a veces halagos poco sinceros a quienes deseaban ser adulados cuando a él le convenía. Jobs podía ser encantador con la gente que odiaba tan fácilmente como insultar a la gente que apreciaba.

Estas “habilidades” de Jobs, en principio rechazables, ayudaron a cimentar su éxito. A los emprendedores les conviene al menos tenerlas en cuenta porque siempre es bueno aprender cómo uno de los empresarios más creativos y triunfadores han empleado estas técnicas.