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¿Sabes cómo hacer un contrato?

Cuando empezamos con nuestro proyecto emprendedor o nuestra actividad como autónomo debemos de firmar varios contratos para lograr que la empresa funcione y salga adelante, por ejemplo tenemos que firmar contratos con proveedores, distribuidores, publicistas, etc., ya que sin dichos contratos no será posible que nuestra empresa funcione y obtenga ingresos.

Desde Openley te explicamos algunas cuestiones importantes  que debes tener en cuenta a la hora de negociar, redactar y firmar un contrato.

A la hora de elaborar un contrato debes tener en cuenta las siguientes cuestiones:

Identificar a las partes del contrato

En el contrato debemos identificar claramente a las personas que celebran el contrato, señalando como mínimo los siguientes datos: nombre completo, DNI/NIF y un domicilio. De esta forma en caso de incumplimiento o cumplimiento defectuoso del contrato resultará más fácil localizar a la persona con la finalidad de exigirle el cumplimiento conforme a lo pactado o que nos repare por el daño que nos ha ocasionado por dicho incumplimiento.

Mayor precaución debemos tener en caso que contratemos con una persona jurídica (por ejemplo una sociedad limitada o sociedad anónima) debido a que el individuo que firme el contrato debe de tener facultades para poder contratar en nombre de la empresa. En este caso debemos verificar que el sujeto que firma el contrato está facultado para hacerlo en nombre de la persona jurídica, ya que  si el individuo que firma, aunque forme parte de la empresa,  no tiene facultades no podremos reclamarle ninguna responsabilidad a la empresa en caso de incumplimiento, porque dicho contrato no la vincula.

Por lo tanto, debemos de hacer constar los datos identificativos de las partes, así como verificar que la persona que firma el contrato tiene facultades para vincular a la empresa.

Objeto del contrato

Debemos de identificar aquel bien o servicio sobre el que recae el interés de las partes en firmar dicho contrato y la prestación a realizar (entregar un bien o recibir un servicio). Resulta recomendable detallar las características del bien o servicio con la finalidad de no recibir algo con características distintas a las que pensábamos que contratábamos.

Por ejemplo, en el caso que compremos productos de un fabricante con la finalidad de comercializarlos y no señalamos en el contrato las características del producto que adquirimos cabe la posibilidad que recibamos algo distinto a lo que esperábamos o de una calidad muy inferior a la que creíamos contratar.  A fin de evitar perjuicios resulta recomendable que establezcamos las características del bien o servicio que contratamos, ya que en caso de incumplimiento podremos exigirle a la otra parte que nos entregue el bien o servicio según las características pactadas en el contrato o nos indemnice por el daño ocasionado.

Derechos y obligaciones de los contratantes

Si bien la normativa legal que regula los contratos establece los derechos y obligaciones que tienen ambas partes, resulta recomendable mencionarlos  expresamente en el contrato. De esta forma ambas partes son conocedoras de los  derechos que tienen frente al otro  y de las obligaciones que se comprometen a cumplir, evitando  que  el otro contratante se excuse en su falta de conocimiento para no cumplir con alguna obligación.

Además, en materia de contratos, dentro de lo límites legales, rige la autonomía de la voluntad, es decir la libertad que tienen las partes de regular su relación contractual como mejor les parezca. Por lo tanto, podremos incluir en el contrato otros derechos y obligaciones  o pactarlos de forma distinta a como vienen regulados en la norma legal.

Las cuestiones relevantes como la forma de pago, de entrega del bien o de la prestación de un servicio son cuestiones que pueden afectar  gravemente la marcha de la empresa por lo que su negociación e inclusión detallada en el contrato resultan necesarias a fin de evitar un perjuicio grave para nuestro negocio.

Responsabilidades de las partes y cláusulas penales

En contratos que regulan relaciones empresariales el régimen de responsabilidad tiene una gran relevancia debido a que el incumplimiento de una de las partes puede afectar notablemente la actividad o negocio de la otra parte causándole pérdidas económicas. Por ello, en el contrato puede dejarse establecidas  las responsabilidad que las partes se comprometen a asumir respecto a determinadas situaciones que puedan originarse durante la vigencia del contrato, por ejemplo en el contrato se puede señalar que la persona que se obliga a entregar la mercancía se responsabiliza que venga en perfectas condiciones y en caso de que  tenga algún defecto se compromete a cambiarla.

También puede incluirse lo que se denomina como “Cláusula Penal” que consiste en que la persona que incumpla su obligación o no la cumpla conforme a lo pactado se obliga a pagar una suma de dinero como pena.  Conviene incluir este tipo de cláusulas debido a que funcionan como una garantía del cumplimiento del contrato ante la amenaza de tener que pagar una cantidad elevada como penalidad, y a la vez funcionan como estímulo a las parte a cumplir el contrato conforme a lo pactado.

Confidencialidad

Una de las cláusulas que no suelen incluirse y que para determinados contratos resulta muy necesaria es la “cláusula de confidencialidad” debido a que muchas veces las partes que acuerdan celebrar un contrato tienen acceso a información y documentación de la parte contraria que si es revelada a terceros  puede causar un grave perjuicio, por ello conviene incluir este tipo de cláusulas con la finalidad de que los contratantes actúen de forma diligente y en caso que se produjera el incumplimiento de dicha cláusula poder iniciar las acciones legales correspondiente amparadas en un incumplimiento del contrato.

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RECOMENDACIÓN

Para evitar disgustos lo más recomendable es tener un experto legal que nos asesore en la negociación, redacción  y revisión de un contrato, en caso que no sea posible, sea por cuestiones económicas o de tiempo, tener en cuenta las recomendaciones anteriormente señaladas y redactar el contrato con un lenguaje sencillo, detallando los aspectos que van a regular las obligaciones de las partes  del contrato con la finalidad de evitar que  una redacción ambigua, imprecisa o que deja muchas cuestiones sin regular nos genere problemas que pudieron evitarse si el contrato hubiera sido redactado correctamente, y que nos obligue a iniciar acciones legales a fin de dar solución al problema generado.

Para cualquier consulta sobre negociación, elaboración y revisión de contratos visítenos en nuestra sección de consultas y resolveremos cualquiera de sus dudas, también puede visitar nuestra sección de formularios jurídicos dónde encontrará variedad de contratos.

Por Juan, de Openley  twitter facebook