Con más de 22 mil millones de dispositivos conectados a Internet a nivel mundial, las nuevas tecnologías se han posicionado como una oportunidad de negocio para emprendedores de todos los sectores.
Las corporaciones españolas que se han sumergido en la digitalización registran un incremento en sus ventas del 39% y muestran valores mayores a las de países como Francia, Alemania o Reino Unido, según un estudio de CA Technologies. En México, este es un mercado que aún no se ha explotado completamente, pero que tiene potencial.
“En la era digital, los emprendedores son quienes tienen la llave para innovar”, manifestó Gustavo Parés Arce, director general de la empresa de inteligencia artificial Nearshore Delivery Solutions. “Hay 20 millones de empleos globales que genera esta industria de servicios de la tecnología de información y México aporta menos del 2% de la participación global”, agregó.
Este cambio no sólo es tecnológico, sino que implica un cambio en las aptitudes que deben tener tanto profesionales como sus organizaciones para incidir en el mercado global.
“Los bancos, por ejemplo, están haciendo un gran esfuerzo por mostrarle a su público que se están volviendo digitales”, señaló Parés. “Pero si quieren aprovechar todas las ventajas que esperan conseguir con el proceso, tendrán que dar prioridad a la preparación de sus trabajadores” añadió.
Para Parés, los cambios que ha experimentado la industria, así como sus fases de crecimiento, se pueden resumir en las 6D que plantea Peter Diamandis, emprendedor serial y co-fundador de la Singularity University.
Por sus iniciales en inglés, las 6 D son: Digitalización, disrupción, desmonetización, desmaterialización, democratización y engaño (deceptive). Estas iniciales sirven como una especie de “guía de transformación digital” y sirven como un pronóstico del crecimiento exponencial de la tecnología.
Parés destacó que para 2020 habrá 50 mil millones de dispositivos conectados a Internet, equivalente a seis veces la población del planeta. Estos nuevos usuarios estarán en línea y consumirán una gran variedad de productos, representando decenas de miles de millones de dólares fluyendo hacia la economía global. Comprarán tecnologías que continúen conectando digitalmente a todo el planeta aumentando aún más la tasa de tecnología exponencial.
“Es muy duro ser emprendedor, los primeros años son muy difíciles porque trabajas y haces cosas increíbles y a nadie le importa, nadie te compra. La clave va a ser que hagamos cosas muy rápidas y muy grandes, todo por un costo competitivo que genere un valor agregado.» sentenció Parés.