Muhammad Ali no sólo ha sido el mayor boxeador de todos los tiempos. También probablemente es la mayor figura mundial del deporte en general. A sus incuestionables éxitos deportivos se unen un carisma inigualable, una atracción mediática y publicitaria y una biografía de superación con unos valores y una ética de trabajo que es perfectamente aplicable al mundo emprendedor.
El fallecimiento del “rey del mundo” vuelve a poner en el foco de la actualidad a Muhammad Ali, nacido Cassius Clay, en Lousville, Kentucky en 1942. Un deportista inigualable, con una personalidad arrolladora cuya vida nos permite extraer un decálogo para emprendedores:
1-Trabaja sin descanso
Todo el que quiera sacar adelante un negocio debe tener el esfuerzo en mente. Cassius Clay ejerció un entrenamiento obsesivo desde niño, impelido para no ser avasallado por los matones de su barrio. Su dedicación le llevó a convertirse en el mejor boxeador amateur de Estados Unidos y le llevaría a conquistar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma. «Odié cada minuto de entrenamiento, pero no paraba de repetirme: ‘No renuncies, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón«, dijo Ali.
2- Aprovecha tu talento y conocimiento
Para triunfar en el mundo profesional Alí tuvo que aplicar algo más que trabajo: su talento. Su técnica se calificó de heterodoxa en su época. El púgil de Lousville se caracterizó desde sus inicios por su rapidez, agilidad y veloz juego de piernas, algo insólito en un luchador de su tamaño. “Vuelo como una mariposa, pico como una avispa”.
3- Cree en ti
Es imprescindible creer en uno mismo cuando se emprende. Ali lo tuvo muy claro desde el principio. En su primer combate por el título mundial, en el que se enfrentó a Sonny Liston, ya mostró su confianza en sí mismo provocando y ridiculizando antes de la pelea al temible campeón. Todavía conocido como Cassius Clay, Ali ganó el combate rompiendo los pronósticos. “Soy el rey del mundo”, gritó.
4-Reinvéntate
Cambiar la imagen puede ser beneficioso para un emprendedor, sobre todo para destacar sobre el resto. Mohammed Ali rompió moldes: tras la victoria sobre Liston anunció su cambio de nombre –primero a Cassius X y luego a Muhammad Ali- y su conversión al Islam. Este cambio le granjeó antipatías pero potenció y popularizó aún más su primer título mundial. «Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí. No lo quería. Yo soy Mohammad Ali, un hombre libre». La imagen irreverente y provocadora de Ali pudo verse en muchas ocasiones, como en esta divertida entrevista:
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5- Sé independiente
Tener tu propio criterio, pensar distinto y vivir a contracorriente son cualidades aconsejables en un emprendedor. Su negativa a enrolarse en el ejército para ir a Vietnam causó una enorme conmoción. Se le despojó del título mundial, pero mantuvo su integridad. Y lo mejor estaba por llegar; las grandes gestas de Ali vendrían después en sus combates contra Joe Frazier y George Foreman. «Yo sé a dónde voy y sé la verdad. Y no tiene por qué ser lo que tú quieres que sea. Soy libre de ser lo que quiero«.
6- Usa todas las herramientas posibles para promocionarte
El uso del marketing y la publicidad son imprescindibles para dar a conocer y promocionar un producto o una marca. Ali destacó desde el principio por un enorme carisma y una personalidad arrogante que empleaba para publicitarse. Y para descolocar a sus rivales. Sus métodos pueden ser cuestionables (ridiculzar a sus adversarios, por ejemplo), pero eran efectivos. Todo el mundo conocía y hablaba de Muhammad Ali, cayera bien o mal. «Soy el más grande. Me lo dije incluso a mí mismo cuando no sabía que lo era«
7- Levántate tras un fracaso
Encajar los fracasos y recuperarse de ellos está íntimamente ligado a la figura del emprendedor. Ali volvió a los cuadriláteros cuatro años después de ser despojado de su título por negarse a ir a Vietnam. Su rival, Joe Frazier, con el que elevó sus habituales dosis de provocaciones y palabrerías. En un combate espectacular, Ali encajó su primera derrota. Se recuperó cuando la gente menos creía en él y derrotó a Frazier a los puntos en 1974, tres años después de su derrota. «Sólo un hombre que sabe lo que se siente al ser derrotado puede llegar hasta el fondo de su alma y sacar lo que le queda de energía para ganar un combate que está igualado«.
8- Haz cosas distintas
Debe ofrecerse al público algo distinto de lo que existe para triunfar. En suma, ser original. Hay que adaptarse y cambiar cuando las circunstancias lo exigen. Con las facultades físicas más limitadas, Muhammad Ali se enfrentó a un invicto y favorito George Foreman en el combate del siglo celebrado en Kinshasa. Ali cambió su estrategia, dejando en ocasiones que Foreman lo arrinconase para desgastarle. Una postura muy arriesgada que estuvo a punto de llevarle al desastre, pero finalmente Ali logró dejar K.O a Foreman en una de las escenas más impactantes y recordadas de la historia del deporte. «Un hombre que ve el mundo a los 50 igual que a los 20 ha perdido 30 años de vida«.
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9- Ponte retos
Los retos estimulan la capacidad de superación del emprendedor. Aunque Ali ya lo había conseguido todo, decidió volver a enfrentarse a Frazier para deshacer el empate que tenían en sus combates. En 1975 se enfrentaron en Manila en una de las peleas más épicas y sangrientas del boxeo que terminó siendo ganada por Ali. «No cuentes los días: haz que los días cuenten«.
10- Resistencia ante la adversidad
Acometer toda suerte de obstáculos e infortunios es otra tarea que distingue al emprendedor. No rendirse jamás. Toda la historia de Ali muestra este carácter indómito, pero es seguramente el último combate contra Frazier el mejor ejemplo. Una lucha en la que Ali (y el mismo Frazier) se negó a rendirse. Ese espíritu impregnó la vida de Ali hasta el final, también en su dura pelea contra la enfermedad del Parkinson, que se manifestó a principios de los años 80. «Imposible no es un hecho. Es una opinión. Imposible no es una declaración. Es un desafío. Imposible es potencial. Imposible es temporal. Nada es imposible«.
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