El autónomo es dueño de su propio negocio y tiene libertad y control sobre su trabajo. Sin embargo, debe afrontar por su propio riesgo las incertidumbres económicas y no tiene asegurado siempre sus ingresos. Un trabajador asalariado tiene la comodidad del salario y su tiempo de trabajo está perfectamente acotado. El autónomo tiene que organizar su tiempo por su cuenta. No siempre es fácil. ¿Cómo puede aprovechar al máximo el tiempo de su trabajo?
Una de las desventajas del trabajador por cuenta propia es la falta de distinción entre el trabajo y la vida personal. El autónomo está obligado a gestionar su tiempo de manera diferente al trabajador por cuenta ajena. El tiempo es un recurso muy preciado, por lo que el autónomo debe adoptar una estrategia para administrarlo como si de un bien tangible fuera. Aquí aportamos unos pequeños consejos para gestionar el tiempo con mayor eficacia.
Ponte un horario de trabajo
Trata de establecer un horario de trabajo y cúmplelo en la medida de lo posible. No realices las tareas de forma caótica y según te lleguen.
Dentro de este horario, es conveniente hacer listas con las tareas pendientes. Identifica y prioriza las tareas más importantes y dedica más tiempo a realizarse. Concéntrate especialmente en las que precisen de más dedicación y concentración. Si es posible, planíficaleas y marca el tiempo que debes dedicar a cada una. Así podrás cumplir con los plazos y asegurarte de poder acabar el trabajo a tiempo.
Lleva un control escrupuloso de tu agenda. Ahora, gracias a las soluciones ofimáticas existentes, llevar el calendario en tu ordenador o tu móvil es sencillo y muy útil
Evita las distracciones
Trata de evitar las distracciones mientras trabajas. Desactiva las notificaciones, evita las redes sociales y otros sitios que puedan distraerte y concéntrate en el trabajo.
Seguramente sea imprescindible consultar el correo, y por supuesto, las redes sociales de tu negocio, pero no estés consultándolas continuamente. Márcate un horario concreto para verlas y atenderlas.
Evita las reuniones innecesarias
Las reuniones son un enemigo de la productividad, interrumpen la mecánica de trabajo y rompen el ritmo. Por supuesto, hay muchas reuniones con clientes, proveedores y otras personas que son necesarias. Aségurate que lo son realmente y que no hay otra forma de solucionar los asuntos profesionales de otra forma.
En cualquier caso, programa las reuniones imprescindibles de forma que no alteren tu ritmo de trabajo.
Haz descansos periódicos
Es importante hacer descansos para descansar tu mente y evitar el agotamiento. Haz una pausa de unos minutos cada hora o dos, bien sea para caminar un poco, tomar un café o relajarte.
Si tu jornada de trabajo se alarga durante todo el día, es esencial reservar al menos una hora para comer algo y distraerse.