La negociación, el trabajo, el liderazgo, el marketing y en este caso, una conferencia, todas tienen una simple similitud: son un arte. Así es, arte. Se les puede considerar de dicha forma, porque son prácticas que con la suficiente experiencia e instrucción, pueden llegar a ser perfectas.
Ser un conferenciiante es algo que puede llegar a ser muy divertido. ¿Cuántas veces no nos hemos topado con gente en conferencias que parece que nos administrara un sedante con cada palabra? Son quizá las personas que no recibieron las lecciones de negocios de mamá.
Para no ser este tipo de conferenciante, lo mejor es que analices la siguiente lista y que tomes los consejos que hemos preparado para tus siguientes discursos.
El conferenciante que nadie quiere ser
Algo de lo que en gran cantidad de ocasiones, muchas personas no se percatan, son los comunes errores que puede cometer una persona a la hora de comunicarse con las masas, como es el caso de este trabajo. Un conferenciante puede caer en algunos de los siguientes errores:
- Aburre a su público
Es aquél que suele llevarse el premio por aburrir al 80% del público y hacer que el otro 20% no le preste atención. Usualmente, proporciona un dossier de más de 20 páginas o un contenido monótono y técnico.
Es bastante grave ser identificado de esta forma por solo un pequeño porcentaje de los presentes, pues la opinión compartida se hace masiva con facilidad.
- Pierde y hace perder tiempo
Es mejor conocido como la persona que suele distraerse a sí misma y al resto de personas que se encuentran allí, de manera que lo único que logra con esto es perder el tiempo. Esta persona presta toda su atención a saludar a los presentes conocidos y agradecer la presencia de cada uno.
- Lee todo el material de apoyo
Este es uno muy común y quizá el más visto y remarcable. Es aquél que no puede hacer una conferencia sin la ayuda de una lámina gigantesca sobrecargada de contenido e información que no deja de leer ni por un segundo.
- Es muy arrogante
Es un tipo de esos que le caería pésimo a cualquier persona, sea o no seguidora de sus avances en cualquiera que fuera su área.
Egocéntrico y con una autoestima que puede llegar a ser repelente, son de los que hacen salir corriendo al público de un auditorio.
¿Cómo preparar una conferencia inolvidable?
Ahora que sabes lo que debes evitar bajo cualquier circunstancia, te diremos qué es lo que debes hacer si quieres compartir un mensaje, información o lo que desees, de forma que haga que todo el mundo pida a gritos que sigas hablando.
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Como una buena película: ten una buena trama
Como conferenciante, si has sido invitado por una compañía o persona en específico, lo más seguro es que se te haya otorgado ya un tema principal que desean que discutas o compartas con todos. Lo mejor que puedes hacer es averiguar qué público asistirá a la conferencia, de esta manera podrás preparar algo apropiado.
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No hay magia sin un buen monólogo
Crea tu guion a tu imagen y semejanza (sin caer en los primeros puntos que mencionamos) y agrega todos los puntos de interés que puedan relacionarse y abarcarse con el tema principal.
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Éste soy yo
Una presentación de diapositivas es lo primero que te definirá. La brevedad y la sencillez es algo muy apreciable. Sobre todo por el hecho de que hacer cambios de sub-puntos y puntos con una regularidad aceptable, hará que tus espectadores se queden pegados al asiento y estén muy atentos.
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Un buen discurso
Los elementos más importantes de un buen discurso son la sintaxis, la correlación de las ideas y las diapositivas como material de apoyo. Además, nunca olvides saludar a tu público de la mejor manera, sólo así se sentirán a gusto y bienvenidos.
Es importante que tengas muy claro que lo que dices tiene que tener un porqué. No vale simplemente pararse con los pantalones bien puestos ante una gran multitud, y decir cualquier cantidad de cosas irrelevantes. Tiene que tener un principio, un desenlace y un fin que pueden ser fácilmente conectados entre sí y que se expliquen en menos de cuatro frases.
Ofrece dentro de tu inicio un breve recorrido por las ideas principales, las razones por las que te encuentras tú y el público allí y lo que se busca con todo esto. Te permitirá dar un inicio relajado para soltar cualquier incomodidad o temor, por lo que esto captará la atención de todos.
Otros consejos para tu discurso son:
- Nada de palabras complicadas.
- No incluyas nada que sea innecesario o pertinente.
- Ejemplifica lo más que puedas.
- No crees barreras, haz que la comunicación se sienta lo más amena posible para generar ese sentimiento de cercanía entre tú y los que te escuchan.
- Practica y cronometra los lapsos de tiempo que tardas con cada apartado.
- Abre una ronda de preguntas cada vez que lo consideres necesario, como cuando veas que alguno tiene una expresión extraña en el rostro o el público no te esté siguiendo de un todo.
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Tecnología y aparatos disponibles
Si bien lo mejor es mantener todo lo más sencillo posible, no desperdicies ninguna oportunidad que se te ofrezca para darle un toque más personal y profesional a lo que haces.
Son el tipo de detalles que pueden ser bastante buenas y que te pueden salvar el pellejo en los momentos en que parece que la atención de todos se te empieza a escapar.
Y esto no se refiere solo a lo que tendrás a mano a la hora de presentarte en la conferencia, sino a cualquier cosa que pueda servirte para obtener más atención de los medios o personas que puedan considerarse el target.
Para ese fin tienes las ventajas de las redes sociales, lo que puede llegar a ser un gran punto a tu favor.