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Cómo ser un mejor jefe

Muchos de nosotros hemos tenido un trabajo en el cual sentimos que nuestro jefe no está haciendo un buen trabajo, en el sentido de mantenernos motivados para realizar nuestro trabajo tan bien como sea posible.

Esto no es necesariamente por el caso más obvio, el cual es cuando un jefe trata mal a sus empleados o los humilla. Sino otros casos como una completa falta de feedback, no decir claramente lo que quisiera o no dar consejos para corregir y mejorar.

En algunos casos esto puede deberse a que el jefe no posee grandes habilidades de liderazgo y quizás piensa que podría ofender o herir a sus empleados con una corrección. Pero no se trata de ser cruel o irrespetuoso, sino de enseñar a sus empleados de la mejor forma como realizar una tarea. En lugar de solo decir que algo está mal hecho hay que mostrar la forma adecuada de hacerlo.

Mantener a tus empleados motivados

Podría existir un miedo de algunos jefes de hacer a los empleados sentirse tan cómodos donde están que decaigan en su desempeño porque creen que no necesitan mejorar, llegando incluso a creerse que son indispensables para la organización.

Es posible que algunos empleados disminuyan su calidad de trabajo cuando se sienten seguros. Pero la “solución” a esto no es asustarlos o tratarlos mal, porque en realidad si son parte vital de cualquier empresa y en algunos casos trabajan mucho para el bajo salario que reciben.

Por ello las grandes compañías tienen todo un departamento llamado recursos humanos, que se encarga de los beneficios, derechos y todo lo relacionado a sus empleados. Y desarrollan estrategias para ayudar al crecimiento de la empresa, haciendo a los empleados mantenerse motivados, no lo contrario.

Si tienes una posición de jefe, estos consejos podrían ayudarte a mantener motivados a tus empleados

  1. Da siempre feedback

Cuando hacemos algo, tal vez especialmente si lo hacemos para alguien más, usualmente esperamos recibir opiniones sobre como lo hicimos y cómo podríamos mejorar, o preferiblemente, escuchar que hicimos un buen trabajo.

Por esta razón, como jefes, es importante siempre hacer saber a los empleados como están haciendo su trabajo, sin hacer una situación estresante o una competencia entre empleados. Sino hacerlos saber que son importantes.

Por supuesto, cuando se trata de tareas repetitivas, no es necesario decirles todo el tiempo lo bien que lo están haciendo, pero regularmente recuérdales que están haciendo un buen trabajo, siempre recordando que enseñar cómo mejorar es también buen feedback.

  1. Aprender a decir las cosas

Un detalle cuando se trata de dar feedback es ser demasiado rudo/a o incluso demasiado seco/a. Por supuesto, se trata de un trabajo, por lo que no es necesario tratar a los empleados como niños. Pero recuerda que están dando su tiempo para hacer funcionar una empresa, así que déjales saber cómo lo están haciendo de la mejor forma posible.

Si un(a) empleado/a no hizo algo tan bien como se esperaba o no lo hizo exactamente como se esperaba, decirle que su trabajo no fue bueno no es buen feedback, pues un(a) jefe/a debería decir exactamente que no estuvo bien.

Pero no solo qué, sino por qué, porque como empleados necesitamos contexto, necesitamos un por qué. Eso puede hacer las cosas mucho más claras y no creer que el/la jefe/a solo se está quejando.

  1. Dar soluciones

Otro problema común es que un(a) jefe/a podría dar feedback de buena forma, siendo respetuoso/a y indicando por qué, y no solo qué. Pero olvidando una parte importante, que es dar soluciones y formas de mejorar.

Es decir, si un(a) empleado(a) hizo una tarea pero el desempeño no fue como se esperaba o se deseaba, además de la importancia de decirle el por qué, también es necesario decirle como hacerlo bien, o mejor.

Algunos jefes podrían irritarse porque sienten que un(a) empleado(a) no está realizando cierta tarea de la forma correcta constantemente, pero la realidad puede ser que el/la empleado/a sabe que podría hacerlo mejor, pero nadie le ha dicho cómo.

  1. Recordar que los empleados son humanos

En algunos lamentables casos, se espera que los trabajadores actúen como máquinas de trabajo o son privados de necesidades humanas básicas, lo cual debería ser regulado o penalizado.

Por supuesto, no siempre es deliberado. Pero cosas que pueden parecer tan sencillas como no dejar a un(a) empleado/a ir al mismo baño que los clientes puede representar una dificultad y hacer más difícil a los empleados satisfacer una necesidad muy básica.

Pero en otros casos, el problema no es con respecto a las necesidades biológicas, sino cosas como dar un feedback negativo a un(a) empleado/a trabajando en, por ejemplo, una tienda o tienda de comida por recibir una visita.

Es importante recordar que los empleados son humanos, y entre otras cosas, existen necesidades sociales. No se trata de permitir que todos los empleados reciban siempre visitas, pero si es inevitable que alguien vaya a ver un empleado, siempre que esto no afecte negativamente el desempeño, no debería causar ninguna preocupación, y podría incluso un refuerzo motivacional para el/la empleado/a.