El Banco de España prevé que entre el mes de abril y junio se produzca el mayor incremento de demanda de crédito desde 2003, debido a la necesidad de liquidez por parte de las empresas, como consecuencia directa de la pandemia de la Covid-19.
Autónomos, pequeñas y medianas empresas constituyen la base del tejido empresarial en España. En la actualidad, las pymes se enfrentan a diferentes retos como la contracción de las ventas y la reducción del consumo, la gestión de proveedores e inventarios o la creciente demanda de hábitos de consumo digitales.
Entre los sectores más impactados por la crisis del coronavirus se encuentra el sector servicios y el turismo (hoteles, agencias de viajes, turoperadores y aerolíneas) y, en contraposición, entre los menos afectados se posiciona el ecommerce , la distribución y el retail o los servicios médicos y farmacéuticos.
Por su parte, las entidades financieras se enfrentan al reto de atender la creciente demanda de crédito, las mediciones de riesgos y la capacidad de pago por parte de las pymes.
Rita Estévez, CEO y Market President de Experian España y Portugal, señala:
Los modelos estadísticos que las entidades financieras utilizaban para medir el riesgo de crédito de las empresas han perdido predictibilidad debido a la gravedad de la crisis y la falta de precedentes. No existen datos históricos relacionados con una crisis económica global originada por una pandemia por lo que la banca debería estudiar cómo ajustar estos modelos, basándose en datos alternativos, combinando modelos estadísticos, tecnología y juicios expertos.
Para las entidades financieras la búsqueda de datos alternativos es el denominador común para la gestión y anticipación de los riesgos tanto en la admisión de nuevos clientes, el seguimiento de los mismos como en los procesos de recobro. En la gestión de clientes cobra especial peso el estudio de las moratorias y la concesión de avales ICO impulsados por el gobierno.
Las claves para facilitar la toma de decisiones financieras post coronavirus
– Evaluación de la capacidad de recuperación de pymes y autónomos
Es necesario el acceso a los datos completos de Bureau y solicitudes de crédito, el análisis de los datos de movimientos bancarios, así como el análisis de los datos de internet utilizando tecnología especializada. Además, la realización de análisis sectoriales facilitará la evaluación de la capacidad de recuperación de las empresas.
– Rediseño de modelos de riesgos y nuevas políticas crediticias
Los modelos crediticios deberían ser adaptados para incrementar su precisión. Las entidades financieras deben generar nuevos escenarios para probar y adecuar las políticas crediticias.
– Tecnología como punta de lanza para acelerar los procesos
La automatización es fundamental para la actualización y el despliegue de modelos y estrategias dentro de los procesos operacionales con el fin de alcanzar una mayor eficiencia en la adquisición de clientes y reducir costes en todos los canales de admisión.
– Seguimiento de clientes y planes de recobro
Con el fin de evitar los impagos cabe destacar la necesidad de incorporar sistemas de alerta temprana para detectarlos de forma anticipada. Por otro lado, será necesario crear modelos dinámicos comportamentales y de pre-concesión para optimizar los procesos crediticios.
Según comenta Rita Estévez:
Las entidades financieras empiezan a utilizar nuevas fuentes de datos y modelos de Analítica Avanzada para identificar y gestionar eficazmente las carteras de crédito. Adaptarse a la situación macroeconómica, desarrollar modelos de capacidad de pago que incorporen capacidades de solvencia presentes y futuras así como desarrollar políticas de riesgos dinámicas que posibiliten adaptarse de forma rápida, son algunas de las medidas que las entidades financieras deberán incorporar en esta nueva normalidad.