La neurociencia es una disciplina cada vez más usada en el entorno empresarial. El uso adecuado del cerebro ayuda ser mentalmente más ágil y resistente y, por tanto, más productivo en el trabajo.
El pensamiento optimizado requiere un cerebro sano, algo que debe alcanzarse aplicando el ciclo dormir, comer, hidratarse y ejercitarlo. Así, un cerebro bien alimentado, descansado y oxigenado conseguirá el rendimiento máximo y la mejor resistencia mental. Esta resistencia es clave para la labor del CEO o líder.
Ha habido campañas de marketing que han aplicado la neurociencia para incrementar las ventas. También puede usarse para identificar los 4 superpoderes que debemos entrenar para ser un líder, como nos muestra Inc.
Neuroplasticidad
Todas las experiencias vitales moldean nuestro cerebro y favorecen ciertos comportamientos. Pero estos comportamientos pueden no ser óptimos.
Si se enfocan y practican nuevos hábitos y comportamientos deseables, los líderes pueden redirigir los recursos químicos, hormonales y físicos de sus cerebros para crear nuevas y mejores caminos.
El aprendizaje, por ejemplo de una lengua o de música, ayuda a mejorar la plasticidad del cerebro. El cerebro se vuelve más flexible, lo que ayuda a regular las emociones, a resolver problemas complejos y a pensar de manera más creativa.
Agilidad cerebral
Para ser ágil, debes pensar con agilidad. La agilidad cerebral es la capacidad de cambiar sin problemas entre diferentes formas de pensar: de lo lógico a lo intuitivo y a lo creativo.
La agilidad puede ser particularmente importante para los empresarios y líderes. Permite pensar de diversas maneras o absorber distintas ideas, lo que hace posible una eventual antipación a las tendencias.
Esto ayuda a trabajar los problemas consecutivamente y verlos desde diferentes ángulos. Los líderes también pueden aprovechar diferentes estilos de pensamiento dentro de sus equipos.
Dominio de la mentalidad
Las personas con mentalidad fija creen que características como la inteligencia y el talento están dados de nacimiento. Las personas con mentalidad de crecimiento desarrollan su inteligencia y talento a través del trabajo duro.
Una mentalidad fija conduce al estancamiento; una mentalidad de crecimiento hacia la innovación y el progreso. Los líderes con mentalidad fija deben usar la neuroplasticidad para tratar de avanzar hacia el crecimiento.
Simplicidad
Un mundo hiperactivo impone exigencias imposibles a los cerebros limitados. El estrés aumenta y la toma de decisiones se resiente.
Los líderes deben practicar la atención (concentrándose en el cuerpo, la respiración y los pensamientos en el momento) como una forma de reducir el estrés y multiplicar los pliegues en la parte del cerebro asociada con la función ejecutiva. También debe reducirse la toma de decisiones que no son importantes
Los líderes que saben cómo mejorar su propia función cerebral pueden entonces aplicar esas lecciones a sus empresas. Por ejemplo, al crear programas de trabajo multifuncionales, ayudan a los empleados a forjar nuevos caminos neurológicos y a desarrollar la flexibilidad cerebral a medida que dominan conocimientos y habilidades desconocidas.
Los líderes también pueden usar su comprensión del cerebro para expulsar el miedo y el estrés del lugar de trabajo y desarrollar confianza. El estrés aumenta el cortisol en el cerebro, lo que afecta negativamente el pensamiento y la capacidad de controlar las emociones.
Por el contrario, fomentar un ambiente realmente excitante en el trabajo, favorece la secreción de oxitocina en los empleados, lo que hará más probable la toma de decisiones que no se basen en la escasez y la supervivencia, sino en la abundancia. Algo que redundará en beneficio de la asunción de riesgos y la innovación.