El gran Stan Lee ha muerto a los 95 años de edad en Los Ángeles. Detrás deja un impresionante legado creativo en el mundo del cómic que ha impregnado la cultura popular de nuestro tiempo.
Los Cuatro Fantásticos, Spiderman, la Patrulla X, Daredevil, Vengadores son algunas de sus prolíficas creaciones. Su labor originó toda una revolución en la industria del tebeo a comienzos de la década de 1960, transformando el paradigma de los superhéroes e incluso, del entretenimiento.
Su magna obra se ha convertido en objeto de culto, algo que, por cierto, puede ser aspiracional para marcas y negocios. En esta línea, hemos recogido cinco lecciones que pueden extraerse de la vida y obra de Stan Lee.
Sé creativo y original
Cuando decimos de alguien que es dios, es evidentemente una hipérbole elogiosa. Pero en el caso de Stan Lee no es tan exagerada esa apreciación. Es el creador de un universo colosal, con un panteón de superhéroes, dioses y personajes que ha trascendido el papel y ha ocupado otros medios como el cine.
Todo ello obedece a una imaginación desbordante y una capacidad creativa que hace que el universo de Stan Lee permanezca más vivo que nunca casi 60 años después de su génesis.
El mérito de Stan Lee estriba en su originalidad y capacidad de remover la hasta entonces anquilosada estructura de los tebeos de superhéroes. Lee introdujo héroes imperfectos, cambiando el paradigma imperante hasta entonces. Bajó a los héroes de su panteón y los acomodó a la cotidianidad. Sus historias tenían un desarrollo dramático que incorporaba temas de actualidad y permitía desarrollar los personajes más allá de sus andanzas superheroicas.
Del mismo modo, la creatividad y la originalidad son cualidades que ningún emprendedor debe desdeñar. Son imprescindibles para poder ofrecer algo diferente y novedoso al mercado.
Reinvéntate (si es necesario)
Stan Lee soñaba con escribir la gran novela americana. Sus intentos de juventud de ganarse la vida como reputado novelista se estrellaron ante el rechazo de las revistas literarias de Boston y Nueva York. Lee aceptó finalmente una oferta de Timely Comics, futura editorial Marvel, para realizar guiones de cómics. El resto es historia.
Lee no sólo cambió su enfoque y vocación. También aceptó trabajar para lo que entonces se consideraba un arte menor. De hecho, firmaría con el seudónimo de Stan Lee por el que sería conocido mundialmente por no rebajar su nombre (Stanley Martin Lieber). El resultado fue la creación de una moderna mitología que ha sido asumida prácticamente en todo el mundo.
Los emprendedores deben aprender a renunciar a su enfoque inicial si éste no funciona y ser capaces de reinventarse para triunfar. No obcecarse y saber ver dónde está el camino más idóneo es una lección fundamental para emprendedores.
Trabaja sin descanso y con entusiasmo
Stan Lee estuvo activo prácticamente hasta el final de sus 95 años. Siguió escribiendo historias para Marvel, pero además, fuera del mundo del cómic fundó su propia productora y contribuyó con su promoción y sus cameos al éxito de las adaptaciones cinematográficas de sus personajes.
El entusiasmo era la seña de identidad en las contribuciones de Lee. Una lección para quien esté pensando en montar un negocio. Emprender en algo que le apasione hará más fácil el trabajo y, por tanto, el éxito.
Junto al trabajo continuo, también es necesaria la formación. En palabras del propio Lee, “el único consejo que puedo dar es, si quieres ser escritor, escribe. Y lee mucho, lee todo lo que puedas”.
Trabaja en equipo y rodéate del mejor talento
Una tarea tan ingente como la acometida por Stan Lee no puede realizarse en solitario. Si bien Stan Lee fue el demiurgo del universo Marvel, su principal creador e impulsor, en su aventura fueron fundamentales otros artistas, en cierto modo con mayor talento que él.
Especialmente destacado es Jack Kirby, dibujante y co creador de algunos personajes, autorías que no han estado exentas de polémica. O el genial Steve Ditko, primer dibujante de Spiderman. Colaboradores necesarios para generar una revolución no sólo en el mundo de los tebeos, sino en la cultura popular.
Un emprendedor difícilmente puede llevar a cabo un proyecto en solitario. Debe rodearse de gente capaz y, a poder ser, mejor que él. Debe buscar, en cualquier caso, profesionales especializados que dominen aquellos sectores en los que el emprendedor no se desenvuelve con soltura.
Emprende en valores
“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. La icónica frase que aparece en la primera aparición de Spiderman es también una lección de ética. La pasión que Lee refleja en su obra también se traduce en todo un código moral que impresionó y afectó a sus numerosos lectores y fans.
Como señalábamos antes, la obra de Lee aborda temas nunca tratados en el mundo del tebeo, como la drogadicción, la discriminación o la intolerencia. Un activismo inspirador que todavía nos ilumina hoy.
Cada vez son más los consumidores que eligen a marcas en función de sus valores. Ya no basta con ofrecer únicamente productos y servicios con calidad y a buen precio. Las marcas con valores se están consolidando como tendencia al alza y muchos consumidores están dispuestos a pagar más en marcas con comportamiento ético.
Otra lección para emprendedores que podemos extraer de Stan Lee. Para lanzar un negocio con más garantías de éxito, el emprendedor debe cumplir estándares de honestidad, coherencia, confianza y transparencia, que son los cuatro valores más destacados por los consumidores.