La consolidación de Internet como herramienta de interacción lleva a que las diferencias entre el mundo real y el virtual sean cada vez más imperceptibles, barreras que incluso se diluyen también entre el ocio y el trabajo. En esta ocasión, volvemos a hacer hincapié en el informe Sociedad Digital en España sobre esta idea con el fin de observar variaciones en las tendencias registradas en el informe del pasado año.
Internet ha facilitado en gran medida la posibilidad de restablecer contactos. Así, el 56,8% de los internautas asegura que gracias a la red se ha vuelto a relacionar con familiares y amigos de toda la vida. Se da más entre las mujeres (61,3%) que entre los hombres (52,2%) y, sobre todo, en los segmentos jóvenes y de edad media, cuya destreza con las nuevas tecnológicas los hace estar más predispuestos a mantener y recuperar antiguas relaciones.
Pero Internet sigue siendo también un canal atractivo para estrechar lazos en el entorno de trabajo. El 36% de los internautas ha encontrado compañeros profesionales por este medio, un impacto que es mayor en los hombres (41%) que en las mujeres (30,7%). Los usuarios con edades comprendidas entre los 20 y 24 años (40,4%) y los 25 y 34 años (47,2%) son los que registran las cifras más altas, coincidiendo con el acceso al mercado laboral una vez finalizada la etapa formativa.
Más allá de recuperar o reforzar vínculos, Internet da opciones para establecer nuevas relaciones personales, aunque la tendencia varía ligeramente en 2017. Se observa que son menos los usuarios que confiesan haber encontrado buenos amigos en la red, en concreto, el 34% de los internautas, lo que supone una caída de 2,7 puntos porcentuales. Si nos centramos en los más jóvenes, ellos son los que más hacen buenas amistades en Internet, con una subida del 15,8% en la franja de 14 a 19 años (62,2%) y del 18% entre los 20 y 24 años (53,5%).
Internet también favorece el desarrollo de actividades. De hecho, en el último año hay más usuarios que han encontrado compañeros de actividades de ocio, con una pequeña subida de 2,4 puntos hasta alcanzar el 34,7%. Existe mayor propensión de los hombres (43,7%) que de las mujeres (25,6%) a encontrar compañeros de ocio. Una tendencia que se acentúa en los jóvenes: el 65,7% de los usuarios de 14 a 19 años frente al 10% de los mayores de 65 años.
El impacto de Internet supera las relaciones personales y llega también a otros ámbitos como la educación. Casi siete de cada diez usuarios aseguran que ha mejorado su formación con Internet. Todos los segmentos de edad superan el 60%, salvo los mayores de 65 años (53,7%). Son los jóvenes de 14 a 19 y de 20 a 24 años los que registran las cifras más altas (80,5 y 82,6%). Por género, hay una diferencia de casi 10 puntos porcentuales, con el 74% de los hombres frente al 63% de las mujeres.
El móvil tiene cada vez más impacto en el ocio
Pero esta influencia de Internet sobre la vida de los usuarios va más allá cuando se produce a través del móvil. Este dispositivo no solo es fundamental para comunicarse con familiares y amigos o para organizar quedadas, sino que llega a tener un impacto en tiempo real. Cada vez son más los usuarios que toman decisiones no planificadas sobre actividades de ocio a partir de la información que obtienen del móvil. Así lo hace el 40,5% de los internautas, 2,6 puntos más que en 2016. Se vuelve algo más habitual entre los mayores de 65 años (20,5%, sube 6,5 puntos), mientras que pierde fuerza entre los jóvenes de 14 a 19 años (60%, baja 20 puntos). Los solteros y las familias con hijos pequeños superan la barrera del 50%.
Respecto al ámbito profesional o formativo, se mantiene estable el porcentaje de usuarios que toma decisiones no planificadas con los datos que recibe del móvil: apenas el 27,2% de los usuarios. Esta cifra alcanza el 45% en la franja de 20 a 24 años y es más alta en los hombres (28,9%) que en las mujeres (25,4%), pese a que la brecha de género se reduce 8 puntos.
Aunque de la anterior edición del estudio se infiere que la separación entre la vida personal y la profesional se diluye, lo cierto es que en 2017 bajan los usuarios que utilizan el móvil en ambas esferas. Entre los que tienen un dispositivo para el trabajo, el 67,4% utiliza el mismo para lo profesional y lo personal, un 15,2% menos que en 2016. Por género, casi el 70% de los hombres utiliza el móvil de trabajo en su vida personal, frente al 65% de las mujeres.
También disminuye el hábito de instalar en el móvil de trabajo aplicaciones de carácter personal. Si en 2016 el 68,3% hacía un uso privado del móvil de empresa, en 2017 apenas supera la mitad de los usuarios con un solo dispositivo en los dos ámbitos (52,7%). Este descenso es más pronunciado entre las mujeres (del 72,8% al 49,2%) que entre los hombres (del 66 al 54%). Los jóvenes que entran al mercado laboral, de 25 a 34 años, siguen siendo los que principalmente instalan estas aplicaciones (68,7%) en el móvil de trabajo pese a la caída de 17 puntos.
Como consecuencia de la digitalización y de los avances tecnológicos, nuevas funcionalidades de los dispositivos móviles modifican progresivamente acciones cotidianas. Utilizar el GPS del móvil es algo común ya para el 6,8% de los usuarios, el 10,3% en el caso de los hombres. Está más extendido entre las familias con hijos pequeños (9,3%) o con hijos dependientes (8,3%) y, por edad, los usuarios entre cuarenta y cinco y cincuenta y cuatro años son los que más lo utilizan (10,6%), seguidos de aquellos entre treinta y cinco y cuarenta y cuatro años (8,3%). De momento, son pocos los que utilizan el móvil para pagar en tiendas o parquímetros (1,2%) y para gestionar los dispositivos del hogar (1,3%), pero se espera que en poco tiempo alteren realmente estos hábitos.