El dominio del formato digital en todos los ámbitos es más que una realidad. Actualmente es difícil imaginar nuestras vidas sin la presencia continua de las nuevas tecnologías. Una tendencia que lejos de variar sigue en auge pese a que en 2017 se ha resentido ligeramente su expansión, según datos del informe Sociedad Digital en España 2017.
Buena muestra de la digitalización es la necesidad de los ciudadanos por estar conectados. El 88% de los que usan Internet en el móvil lo hace tanto con wifi como con una conexión de pago, 3 puntos porcentuales más respecto al año anterior.
Que el uso del formato digital gane terreno al formato tradicional se debe a un cambio de hábitos. El más significativo tiene que ver con el envío de correos. El 85,5% de los usuarios asegura que utiliza el email. No obstante, el correo postal sigue siendo importante para tres de cada diez personas comprendidas en el segmento de 55 a 64 años. Esta cifra baja al 26% en el caso de los mayores de sesenta y cinco años.
La esfera digital también tiene mayor peso entre los usuarios a la hora de compartir fotos. El 85% utiliza los medios digitales para este fin, mientras el 25,8% prefiere hacerlo de forma física; más las mujeres (30,2%) que los hombres (21,4%).
En el caso de actividades multimedia, como escuchar música o ver vídeos, el formato digital (69,6%) es más común que el analógico —televisión, radio, VHS— (52,5%), aunque pierde 2,3 puntos frente a 2016. Solo se mantiene por debajo del 50% de usuarios en los segmentos de mayor edad. Se observa un repunte del uso de los formatos tradicionales, más acentuado entre los mayores de 65 años y en los segmentos más jóvenes.
Para manejar información sobre gestiones personales, las diferencias entre lo analógico (45,5%) y lo digital (39,3%) no son tan notables. De hecho, tras la subida registrada el año pasado, cae 5,7 puntos la utilización del formato digital para esta práctica y vuelve a situarse por debajo de herramientas clásicas como los cuadernos y notas. Como cabe esperar, los jóvenes son los que más utilizan las hojas de cálculo y los programas de gestión.
La lectura de libros sigue aferrada al uso tradicional
Pero no en todos los ámbitos se impone lo digital. La lectura de libros sigue estando asociada al formato tradicional para el 77% de los usuarios, frente al 27,3% que utiliza el libro digital. No obstante, sube ligeramente el interés por los ebooks y otros dispositivos para leer en casi todos los segmentos de edad salvo en los mayores de 65 años, donde este hábito retrocede 12 puntos, dejando de ser el grupo que más lee en formato digital. Significativamente, los usuarios comprendidos en esta franja de edad son los que menos usan el libro físico, pues son los únicos que están por debajo del 70%.
El avance de los cursos de formación online lleva a preguntarse también en qué medida la digitalización afecta a los hábitos relacionados con la educación. Los usuarios que utilizan el formato tradicional, esto es, documentación física, suponen el 38%, mientras que son más los que recurren a las tecnologías para aprender: el 35% utiliza el ordenador, la tablet o ebook, el 9,7% aprende con vídeos de YouTube y el 3,8% se apunta a MOOC (Massive Open Online Courses).
Si tenemos en cuenta las preferencias de los usuarios que utilizan ambos formatos, el medio digital continúa siendo el favorito frente al tradicional para las distintas actividades, aunque pierde cierta relevancia. Ocho de cada diez se decantan por el email frente al correo postal y el 77% prefiere compartir las fotos en la esfera digital antes que de manera física.
Los usuarios que optan por las herramientas digitales para el manejo de información suponen el 32,7% de los usuarios, 6 puntos porcentuales menos que en 2016. Esta caída del formato digital es de 2,5 puntos en el caso de oír y escuchar música (55,7%). No obstante, se observan diferencias por edad. Para el 90,4% de los jóvenes de 14 a 19 años, el formato digital es el favorito para ver y oír contenido multimedia, frente al 27,2% de los mayores de sesenta y cinco años.
En cambio, los usuarios se muestran reacios a abandonar el medio tradicional a la hora de leer. Solo el 15% prefiere los libros digitales, interés que aumenta con la edad. Algo similar ocurre con la educación: el 32% prefiere aprender sobre cualquier material físico, frente al 28,2% que tiene como medio favorito el formato digital. De estos, un 4,5% representa los vídeos de YouTube y los MOOC.