En torno al 85% de los españoles son usuarios de Internet y el 83,4% de los hogares están conectados a Internet. Podemos decir que, en general, España y Europa cuentan con la infraestructura básica para afrontar la transformación digital que la sociedad y la economía están experimentando, como muestra el informe Sociedad Digital en España 2017.
Sin embargo, resulta cada vez más evidente que existe una brecha importante entre los avances tecnológicos presentes en nuestra vida cotidiana y profesional y las habilidades y competencias que tenemos los ciudadanos y trabajadores para adaptarnos a ellos.
Cloud computing, big data, inteligencia artificial y robotización son cada vez más conceptos esenciales para nuestro desarrollo personal y profesional. Y las habilidades que estas tecnologías requieren son aún poco frecuentes, lo que supone que nos enfrentamos a una escasez tanto de competencias digitales avanzadas como de profesionales TIC frente a una creciente demanda.
Las competencias digitales son, tal y como las define el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, aquellas que «implican el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad».
En Reino Unido han estimado que el 90% de los puestos de trabajo creados entre 2013 y 2017 ya requerían al menos niveles básicos de habilidades digitales, también denominados, eSkills. No obstante, según datos de Eurostat del año 2016, solo el 31% de los españoles y el 29% de los europeos cuentan con competencias digitales avanzadas. El 23% de los españoles y el 27% de los europeos cuentan con habilidades digitales básicas. Esto significa que prácticamente la mitad de la población española y europea no tiene las competencias digitales necesarias para afrontar adecuadamente la transformación digital actual.
Resulta, sin embargo, llamativo que una mayoría de ciudadanos europeos, en torno al 73%, considera que cuenta con las competencias digitales necesarias para afrontar futuros trabajos, y el 80% cree que actualmente tiene los conocimientos de las tecnologías digitales suficientes para desempeñar su trabajo actual. Entre los ciudadanos españoles las cifras son similares, también un 80% considera que tiene las habilidades digitales necesarias para un trabajo actual y el 69% que las tienen para un potencial trabajo futuro. Existe, por tanto, una cierta desconexión entre las necesidades futuras de la realidad digital y las percepciones de los ciudadanos sobre las exigencias de esta realidad en cuanto a conocimientos y capacidades.
Se necesitarán medio millón de empleos en el sector TIC hasta 2020
En la Unión Europea se estima que será necesario cubrir en torno a medio millón de nuevos puestos de trabajo en el sector TIC hasta el año 2020. Los profesionales TIC en España suponían en 2016 el 3% del total de población empleada, apenas un 0,5% más que en el año 2012.
La Comisión Europea elabora un indicador, como parte del Índice de la Economía y la Sociedad Digital (DESI, por su denominación en inglés) denominado Capital Humano. Este indicador está compuesto por dos dimensiones: el uso de Internet y las habilidades básicas de los ciudadanos, así como las competencias digitales avanzadas, dimensión a su vez elaborada en base a los datos de especialistas TIC y el número de egresados de estudios denominados STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).
En el año 2017, España se sitúa en el puesto 17 de los 28 países que componen la Unión Europea en este indicador, con una puntuación total del 50%, 4,6 puntos porcentuales por debajo de la media de la Unión.
Según un estudio realizado por la red social LinkedIn, de las diez habilidades profesionales más demandadas en España nueve están relacionadas con las TIC y el análisis de datos: cloud computing y distributed computing, análisis estadístico y recopilación de datos, arquitectura web y desarrollo de infraestructura, software QA y user testing, diseño de interfaz de usuario, SEO/SEM, ingeniería y almacenamiento de datos, middleware y software de integración, software de revisión de control de sistemas.
La mejora de la competitividad y productividad de empresas y organizaciones en la era digital hace necesario innovar los procesos a través de la aplicación de nuevas tecnologías. Por ello, las organizaciones requieren no solo profesionales especializados y con las capacidades tecnológicas y digitales adecuadas, sino que requieren además de un liderazgo adecuado, lo que se ha venido a denominar eLeadership o liderazgo digital.
Se estima que la demanda de nuevos eLeaders aumente un 4,6% en el periodo 2015-2020 en Europa, lo que implica que el número de líderes digitales necesarios en el continente alcanzará los 776.000 en 2020. Un escenario conservador prevé que se requerirán alrededor de cincuenta mil líderes de alta tecnología por año hasta 2025. Estos nuevos líderes deben contar, además de con la capacidad de gestionar el uso y la aplicación de las TIC y las nuevas tecnologías, con habilidades emprendedoras y una orientación multidisciplinar para poder dar servicio a nuevos mercados.