¿Cuántas veces hemos escuchado eso de “el contenido es el rey”? Bueno, puede que sea una afirmación exagerada, pero lo cierto es que la inversión en marketing de contenido por parte de marcas y negocios es bastante alta. ¿Funciona siempre?
El marketing de contenidos es una herramienta fundamental para captar clientes y dirigirlos hacia el consumo de nuestros productos y servicios. Pero el éxito del marketing de contenidos no es directo ni evidente. La producción y difusión de contenidos no siempre impactan de la forma adecuada.
En el blog de Marketo nos ofrecen cuatro razones por las que nuestros contenidos y campañas son insuficientes o no funcionan.
Tu contenido no es relevante
Cada cliente es diferente y tienen sus propios deseos y necesidades. Los clientes pueden estar en diferentes etapas de relación con la marca, por lo que buscan cosas diferentes, se relacionan de manera distinta con la marca y se animan y desaniman por cosas diferentes.
Es imposible así crear un mensaje que sea relevante para todas las audiencias. ¿Qué hacer entonces?
La forma de actuar es crear un contenido personalizado basado en los intereses del cliente. Para ello, debe trabajarse de forma explícita con formularios que recoja los datos del cliente y de forma implícita recabando información de nuestros clientes a través de todos los canales posibles.
Tu contenido no llega a tiempo
El mundo se mueve cada vez más rápido y la gente busca productos y servicios en los pequeños instantes en los que les resulta posible.
La gente busca la información cuando lo necesita y espera obtener resultados de forma rápida y precisa. Es decir, necesita el contenido que busca al instante.
Las ventanas de tiempo que tienen los consumidores para informarse son muy pequeñas, por lo que las marcas y negocios deben personalizar la experiencia del cliente a través de canales de entrada adecuado.
Así que, tanto si se personaliza la web para ofrecer productos relevantes o la información adecuada como si se envían notificaciones push, hay que hacer que la experiencia sea relevante para el usuario. Hay que intentar ofrecer resultados inmediatos para que nuestros usuarios no tengan que esperar.
Tu contenido no está en el canal adecuado
Todos tenemos smartphones, correo electrónico, usamos mensajes de texto, mensajería instantánea, llamadas telefónicas, apps… Pero usamos estas herramientas para cosas diferentes. Y cada persona los usa de forma diferente.
Todo esto está basado en un contexto y hay que saber usarlo. Por ejemplo, en Marketo señalan que tal vez no sea buena idea que nuestro banco empezara una conversación con nosotros a través de Facebook Messenger y que nuestros amigos nos contestarán por email a una pregunta trivial.
Cada uno usamos canales de comunicación diferentes para cosas diferentes, aunque como vendedores en nuestro negocio sólo pensamos en el coste.
Para abordar esta cuestión debemos lanzarnos a preguntar. ¿Por qué canales desean nuestros clientes recibir información? Debemos adaptar estas preferencias para acertar con la ubicación del contenido.
Tu contenido no es consistente
Debemos tratar al cliente cuando visita nuestra web o nos llama para pedir ayuda de la forma tan personalizada como le tratamos cuando le enviamos un correo personalizado.
El cliente se frustará si le preguntamos por cosas que ya sabemos de él, pero que no la tenemos a mano en ese momento. Es decir, los canales deben estar coordinados.
Las campañas de comunicación no deben ser relevantes únicamente, también deben ser consistentes en todos los canales de tu negocio.
Debemos contar con un software que nos permita recopilar todos los datos de nuestra audiencia: qué les interesa, qué quieren recibir y por qué canal, etc y tenerlo disponible para usarse en todo momento y por cualquier medio. Esto es una tarea que no puede acometerse manualmente.
