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La banda ancha en el mundo

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), el número de suscripciones de banda ancha móvil (BAM) llegó a los 4.300 millones a finales de 2017. Así, el número de líneas por cada cien habitantes ha pasado de las 52,2 de 2016 a las 56,4 en 2017, como recoge el informe Sociedad Digital en España 2017.

Si bien, en términos generales, el desarrollo de la BAM es notorio, su crecimiento evidencia grandes diferencias en función del ámbito geográfico. En este sentido, en 2017, mientras que su penetración es prácticamente universal en los países desarrollados, con un total de 97,1 suscripciones por cada cien habitantes (2,9% de crecimiento anual), esta cifra es de 48,2 en países en vías de desarrollo y de 22,3 en los países menos desarrollados.

Sin embargo, estos dos últimos grupos de países parecen mostrar un alto potencial de crecimiento para los proveedores de servicios de Internet (ISP, Internet Service Provider), ya que han experimentado un crecimiento anual del 10,6 y 16,8% en el número de suscripciones por cada cien habitantes, respectivamente. Estos crecimientos se deben a que la BAM es más asequible que la banda ancha fija (BAF), especialmente en los países en desarrollo. Así, a nivel mundial, el precio de la BAM se ha reducido a la mitad en comparación con el INB (Ingreso Nacional Bruto) per cápita para el periodo comprendido entre 2013 y 2016.

En lo referente a la BAF, las suscripciones para este tipo de tecnologías de acceso a Internet han aumentado en 330 millones en los últimos cinco años a nivel mundial, lo que se traduce en un crecimiento anual del 9% a lo largo de este periodo. De nuevo, su desarrollo muestra un crecimiento muy dispar entre los países desarrollados, con 31 suscripciones por cada cien habitantes, y los países en vías de desarrollo, 9,5 suscripciones por cada cien habitantes, y la brecha es aún más acusada en los países menos desarrollados, con tan solo una suscripción por cada cien habitantes.

A nivel mundial, la familia DSL y la fibra son las tecnologías de acceso de banda ancha fija dominantes. Así, en 2016, existían 4,7 suscripciones DSL por cada cien habitantes frente a las 4,5 de fibra óptica. Nuevamente, se advierten diferencias notables entre los distintos ámbitos geográficos considerados. Mientras que en los países desarrollados las suscripciones DSL por cada cien habitantes siguen siendo superiores a las de fibra óptica, 12,7 frente a 6,7, los países en vías de desarrollo y menos desarrollados, que apenas contaban con infraestructuras fijas de banda ancha, parecen estar desplegando directamente fibra óptica.

Aun así, el número de suscripciones a fibra óptica en los países desarrollados es casi el doble de las que existen en los países en vías de desarrollo, con 6,7 suscripciones por cada cien habitantes frente a 3,9. Asimismo, es diez veces mayor que en los países menos desarrollados, que cuentan con 0,6 suscripciones por cada cien habitantes. Además, a pesar del incremento generalizado en el número de suscripciones de alta velocidad a nivel mundial, la penetración de la contratación de servicios a velocidades superiores a los 10 Mbps es aún muy escasa en los países en vías de desarrollo; un 6,1% de las suscripciones de BAF por cada cien habitantes (un 1,6% excluyendo China) frente al 24% de los países desarrollados.

Por otra parte, según el estudio anual de GSMA, los operadores de redes móviles habían desplegado un total de 580 redes LTE en 188 países en 2016. La elevada inversión de los mismos para el despliegue de redes de cuarta generación, altamente demandada por aplicaciones de telefonía móvil que hacen un uso cada vez más intensivo de datos, ha permitido que el 60% de la población ya disponga de acceso a redes 4G en 2016, 10 puntos porcentuales más que en el periodo anterior y 49 puntos respecto a la cifra alcanzada en 2012. En la actualidad, el potencial de crecimiento de las redes 4G se encuentra principalmente en los países en vías de desarrollo debido a su alta penetración en los países desarrollados. En estos últimos, la cobertura 4G era del 93% de la población en 2016 y se espera que aumente tan solo 2 puntos porcentuales hasta 2020 (95%). Sin embargo, la mitad de la población en los países en vías de desarrollo cuenta con cobertura 4G y se estima que este porcentaje sea del 70% en 2020.

La evolución de las redes de banda ancha móvil continúa imparable. Así, se espera que la primera versión comercial de las redes de quinta generación, que será desarrollada por fases sobre la evolución del estándar LTE (Versión 15), esté disponible a finales de 2019 y principios de 2020. Se ha estimado que se dispondrá de una cobertura 5G del 34% a nivel global para el año 2025 o, lo que es lo mismo, dos mil seiscientos millones de suscriptores en todo el mundo.

Centrando el análisis en el contexto europeo, según el Índice de la Economía y la Sociedad Digital (DESI, Digital Economy and Society Index) de 2017, entre los países de la UE-28 más desarrollados en materia de conectividad se encuentran los Países Bajos (0,82 puntos) seguidos por Luxemburgo (0,79) y Bélgica (0,78). Entre los indicadores que conforman la dimensión de conectividad, se encuentra, entre otros, el de cobertura de banda ancha fija. Según los datos recabados por la Comisión Europea para el segundo trimestre de 2016, la cobertura de BAF para la UE-28 es del 97,5% de los hogares europeos, donde la mitad de los países miembros ofrece una cobertura del 99%.

Por el contrario, con menos de un 90% de cobertura, se encuentran países como Polonia, Eslovaquia y Rumanía. A pesar del amplio despliegue, el 26,2% de los hogares europeos no cuenta con suscripción a banda ancha fija en 2016. Mientras que en países como Luxemburgo y Países Bajos la penetración es prácticamente universal con un 95,7 y 95,4% de hogares que cuentan con suscripciones de BAF, en otros como Italia y Bulgaria algo más de uno de cada dos hogares dispone de conexión de banda ancha fija.

A nivel nacional, este porcentaje se situaba en el 71,2% de hogares. En lo relativo a la implantación de redes de acceso de nueva generación, el 80,8% de los hogares españoles dispone de cobertura de banda ancha que permite velocidades de descarga de al menos 30 Mbps, 4,8 puntos porcentuales superior a la media de los hogares europeos. En este sentido, el rápido despliegue de las redes de fibra a nivel nacional, disponible para el 62,8% de la población, ha permitido que el 79,1% de la población pueda contratar velocidades de descarga de al menos 100 Mbps. La continua expansión de estas infraestructuras ha aumentado considerablemente las suscripciones a redes de banda ancha rápida. Con una cuota del 48,7% sobre el total de suscripciones, España supera considerablemente a la media de la Unión Europea (36,9%), en un ranking liderado por Bélgica con un porcentaje del 81,8%.

En lo referente a la cobertura de las redes 4G a nivel europeo, la media para los países miembros se ha establecido, según el DESI 2017, en el 84,4% de los hogares. En esta materia, tan solo dos países (Dinamarca y Suecia) han obtenido una cobertura 4G total mientras que países como Rumanía apenas alcanzan el 40% de cobertura. Según el número de suscriptores, los países líderes en UE-28 en número de líneas por cada cien habitantes son, en gran medida, países nórdicos tales como Finlandia (147,2), Dinamarca (123,4) y Suecia (119,8).