Nos encontramos en la época dorada del emprendimiento y muchas personas se han decidido por crear startups. Aunque se trata de una ruta profesional con muchas satisfacciones y posibilidades, la realidad es que también está plagada de retos, al grado de que las ideas que terminan convirtiéndose en empresas exitosas son pocas.
Paul Graham, creador de la exitosa incubadora de empresas YCombinator, asegura que apenas 37 de las 511 compañías que han pasado por su programa durante los últimos cinco años se han vendido o están valuadas por más de 40 millones de dólares, según Business Insider.
Las perspectivas no son buenas para los negocios que empiezan. En España, hasta el 70% de los autónomos fracasa antes de finalizar los dos primeros años y nueve de cada diez startups no llega a los tres años de vida, según Spain Startup.
En otros países como México, el panorama no es más alentador, pues 75 de cada 100 empresas nuevas cierran antes de llegar a los dos años de edad, de acuerdo con cifras del Instituto del Fracaso y la Asociación Mexicana de Capital Privado. Sin embargo, aún existen muchas empresas decididas a no formar parte de estas estadísticas y que se preparan lo más posible antes de salir al mercado.
¿Cómo pasar de ese primer impulso emprendedor a tener una startup sólida? Los expertos en startups de G2 Consultores se dieron a la tarea de recopilar los diferentes factores a tomar en cuenta antes de poder lanzar una nueva empresa al mercado:
- Define la diferencia
Necesitas tener bien definido de qué manera tu producto es distinto al de tus competidores, de lo contrario los consumidores sentirán que es una copia de algo que ya existe. Por ejemplo, si quieres crear una nueva red social que te permita hacer colecciones visuales, ¿en qué sería diferente a Pinterest, Instagram o Slideshare?
- Determina si esa diferencia es valiosa
Si lo que haces diferente es valioso para los clientes o usuarios potenciales, estás en el camino correcto. Si tu diferencia le va a importar a unos cuantos o es solamente un nice-to-have quizá estás perdido. Identifica cuál es el problema, necesidad o deseo que resuelva tu idea, ¿acortará el tiempo que se necesita para hacer algo? ¿facilitará encontrar algo? ¿puede hacer algo más funcional o emocionante? ¿esto es algo por lo que la gente querrá adoptar mi producto?
Recuerda identificar las oportunidades que te ofrece el mercado y estudiar la competencia para encontrar tu espacio; si escoges un mercado en el que la competencia es muy alta, deberás prestar atención en encontrar los nichos que todavía no han sido ocupados, aunque si escoges un campo donde no hay competencia, puede ser porque no hay suficiente demanda para mantener un negocio rentable.
- Define tu base de clientes
Si tus clientes son «todos», entonces estás haciendo algo mal, así que deberás pensar en quiénes adoptarán el producto o servicio que ofrecerás.
Conocer a los clientes y empatizar con ellos es una clave importante para comenzar con el pie derecho. Una forma de ello es plasmar en un lienzo qué objetivos quiere conseguir nuestro early adopter, qué acciones realiza para conseguirlo y qué problemas se encuentran en su camino al realizar esas acciones. De esta manera lograrás un conocimiento del cliente que te resultará invaluable.
- Construye un prototipo
Si estás creando un servicio, tu prototipo puede ser un mapa de procesos que detalle al consumidor los puntos clave de tu producto. Un prototipo físico debe funcionar e incluir una explicación clara de los requerimientos de funcionalidad y producción. Si no puedes construir un prototipo real, al menos diséñalo en computadora.
- Construye tu plan de negocios
Ningún plan está completo sin un análisis financiero, esto incluye una proyección realista y convincente, así como los costos que los acompañan. No debes olvidarte de la financiación. Calcula tu capital inicial, hasta cuándo te va a durar y las rondas de inversión que vas a necesitar en el futuro. Ten en cuenta que encontrar inversores no es fácil, por lo que deberás preparar unas previsiones realistas de lo que esperas conseguir en los próximos cinco años.
Por supuesto, en metodología Lean Startup sabes dónde empiezas, pero no donde terminas, por lo que tu idea original y este primer modelo de negocio, sin duda cambiarán.
- Está bien recibir ayuda
De acuerdo con Jorge González Gasque, socio director de G2 Consultores: «Todo el mundo reconoce que necesita dinero, pero nadie reconoce cuando necesita ayuda”.
La realidad es que nunca está de más poder conseguir la ayuda necesaria para poder lanzar tu startup al mercado, recuerda que hay incubadoras y consultores de empresas dispuestos a ayudar a proyectos que enfrentan dolores de crecimiento.