¿Estamos usando ya el Internet de las Cosas (IoT)? ¿Conocemos bien esta nueva realidad? ¿Qué implica para las empresas que se encuentran ya en fase de transformación digital? El informe Things Matter, elaborado por Telefónica nos acerca a la realidad del IoT y nos muestra las implicaciones para las empresas y las personas.
El Internet de las Cosas supone una revolución tecnológica. Como señala Vicente Muñoz, Chief IoT Officer Telefónica, “es un paso más en un camino que nuestra sociedad ha recorrido desde sus inicios, desde que fabricó su primer invento (…) Ahora, por primera vez, las cosas empiezan a hablar con nosotros en un lenguaje directo y sencillo y lo hacen conectándose a nuestros mismos medios y dispositivos”.
El IoT supone un cambio cualitativo y cuantitativo en el panorama tecnológico. Según recoge Things Matter, el mercado del IoT podría alcanzar los 800.000 millones de dólares a finales de 2017. El crecimiento de IoT superará al propio mercado de la telefonía móvil.
Las cosas conectadas cambiarán nuestra comunicación personal. Supone una transformación tal, que nuestra percepción del mundo se verá transformada de forma definitiva.
¿Qué supone la irrupción y el desarrollo de esta tecnología para los negocios? Las soluciones en las que se prevé mayor crecimiento son el Hogar Conectado, Persona Conectada y Ocio Conectado.
Recurso de utilidad para las empresas
El IoT comporta una serie de ventajas y beneficios para las empresas. El informe sugiere unas líneas de trabajo y desarrollo que surgen en el entorno IoT para las empresas y negocios:
➡️ Comunicar IoT en clave de beneficio, no de tecnología: las empresas deben transmitir a sus clientes con claridad las soluciones de los servicios de IoT, por encima de la comunicación de la tecnología en sí. Esto redundará en beneficio comercial, pero también de su propia imagen.
➡️ Enfocar la propuesta de valor desde las personas y sus necesidades: la principal dificultad de los usuarios es percibir el valor diferencial que aporta el IoT. Las empresas deben trasladar estas soluciones desde una perspectiva “más humana”.
➡️ Segmentar IoT en función de casos de uso y estilos de vida: la clave para la adopción de esta tecnología reside en adaptarlos a los distintos casos de uso, que definen asimismo diferentes estilos de vida.
➡️ Desarrollar nuevos servicios y ventajas competitivas: la conectividad de un objeto inspira nuevos casos de uso, y abre así nuevas posibilidades de diferenciación para que las empresas se dirijan a nuevos nichos de mercado o crezcan en los actuales.
➡️ Apalancar IoT para mejorar la satisfacción del cliente: las tecnologías que soportan las soluciones de IoT habilitan dos grandes áreas de oportunidad. Primero, la personalización de servicios –“el Yo conectado”, que permite optimizar los servicios gracias al mejor conocimiento del gusto de los clientes. En segundo lugar, el Big Data facilita el tratamiento anónimo de los datos, que permite abrir los casos de uso a una mayoría más amplia de clientes.
Conocimiento de IoT entre los españoles
Uno de los retos para empresas y responsables de esta tecnología es comunicar los beneficios de esta innovadora tecnología. Según la encuesta realizada por Things Matter, el 27% de los españoles utiliza Internet de las Cosas y, aunque sólo el 45% reconoce el término, el 84% conoce diversos casos de uso basados en esta tecnología.
Sólo en el caso de los innovadores y adoptadores tempranos (early adopters) el conocimiento del término supera el 50%.
El IoT está asociado por los españoles a diversas cualidades: el 23% lo asocia a conectividad, seguido de comodidad y confort (18%) y seguridad (12%). Para los early adopters, la asociación es del 40% a la conectividad, del 30% a la comodidad y confort, del 12% a la seguridad, a los que suman agilidad (9%), tecnología (23%) y control (11%).
Las encuestas del informe revelan también el perfil de los usuarios de IoT divididos en función de su actitud ante la adopción de la tecnología. Los hombres tienen una predisposición ligeramente mayor al uso de IoT: el 86% de los innovadores son hombres.
El 65% de los rezagados tecnológicos son mujeres, mientras que el resto de colectivos son más uniformes en la distribución por sexo.
En todo caso, parece que ni la edad ni la actitud ante la tecnología son variables significativas. Las personas muestran mayor interés en función de lo que les puede aportar IoT según sus usos.
Los innovadores muestran un uso de IoT muy superior al resto de perfiles: un 59% utiliza algún servicio de esta tecnología frente a un 14% de los rezagados.