Las oleadas de calor afectan la calidad de vida de las personas en muchos niveles, siendo el sueño uno de los principales afectados. De acuerdo con estudios de Nick Obradovich, investigador de la Universidad de Harvard, los cambios bruscos en la temperatura ambiental inhiben la capacidad de dormir bien.
Diversos estudios señalan que la temperatura ideal para dormir se encuentra entre los 19 y los 26 grados. Si ésta sobrepasa estos niveles, el mecanismo de refrigeración del cuerpo se pone en marcha e interfiere con el sueño.
El calor afecta al organismo alterando sus biorritmos, siendo el sueño uno de los aspectos que más lo resiente, a tal grado que la Organización Mundial de la Salud confirma que el 20% de la población sufre, de forma transitoria, dificultades para dormir bien debido a este factor. Es por eso que la startup de colchones premium Nezt recomienda cinco consejos para poder conciliar mejor el sueño en verano:
Acopla tu habitación de acuerdo con el clima
Tal vez adquirir un sistema de aire acondicionado sea lo primero que se te venga a la mente, aunque la idea puede resultar costosa. Durante las temporadas de calor intenso, una opción es colocar un ventilador con una bolsa de hielo al frente cerca de tu cama, así crearás corrientes de aire y lograrás que la sensación térmica mejore.
En caso de lluvias, puedes conseguir cortinas de tela gruesa, ya que estas ayudan a conservar el calor. Evita las persianas de plástico, pues no hacen mucho para combatir el frío.
Duerme con pocas sábanas
Según el Instituto de Estudios del Sueño de Los Angeles, dormir con pijama no sólo afecta al ciclo de sueño sino que también inhibe la llegada del sueño profundo debido al consecuente aumento de la temperatura corporal.
Dormir desnudo ayuda a que nuestro cuerpo esté aclimatado y que nuestro sueño sea plácido. Las sábanas de algodón son un buen aliado, pues no concentran el calor y permiten a la piel respirar mejor.
Duerme solo
Aunque la idea de dormir acompañado resulta atractiva, la cercanía de los cuerpos aumenta la temperatura corporal, inhibiendo el sueño en la mayoría de los casos.
En tiempo de calor, si no existiera otro sitio donde recostarse, el piso es una buena opción ya que este siempre es la zona más fría de toda la habitación.
Abre las ventanas
Una habitación puede llegar a temperaturas elevadas si sólo recibió rayos solares durante el día y no se abrió ninguna ventana, al llegar la noche te darás cuenta que te encuentras en un verdadero horno. Ante esto, la opción es dejar que entre un poco de aire fresco del exterior.
Si la idea de dormir con ventanas abiertas te resulta insegura o molesta por la entrada de insectos, puedes instalar un mosquitero bien afianzado, así nada ni nadie podrá invadir tu habitación mientras el fresco viento arrulla tu sueño.
Dúchate antes de dormir
Mientras que unos gustan de las duchas por la mañana, un baño nocturno antes de dormir ayuda a que tú sueño se vuelva profundo y reconfortante. Diversos estudios de la doctora Dianna Augelli, del Centro de Medicina del Sueño del Centro Médico Weill Cornell, apoyan los baños antes de dormir, pues ayudan a tu cuerpo a enfriarse y relajarse.
Hacerlo con agua templada y al final fría te hará sentir fresco ya que el calor del ambiente evitará que sientas frío y encontrarás la temperatura perfecta para conciliar el sueño.