Durante los últimos años, la digitalización de las empresas de todo el mundo ha sido una realidad impuesta por la evolución tecnológica y de los mercados: hemos visto que la banda ancha se ha convertido en un activo universal en las empresas y los móviles en un elemento imprescindible, en la mayoría de los casos también dotados de conexión a Internet y banda ancha móvil.
La página web, en muchos de los casos adaptada a las características del móvil y con capacidad de realizar transacciones de forma más o menos avanzada, se ha convertido ya en una herramienta universal en el mundo de la empresa. También hemos ido describiendo en los sucesivos informes que las infraestructuras de acceso contratadas por las empresas han ido mejorando y la fibra óptica o el acceso a través de redes móviles de última generación son ya las tecnologías habituales con las que se conectan a Internet.
Lejos de considerar que la digitalización es un objetivo cumplido o al que queda poco recorrido, la mayoría de las empresas lo consideran un punto de partida para incorporar un segundo nivel de servicios digitales.
Así, entre las grandes empresas (más de cien empleados), el 47% considera que la inversión en soluciones digitales es muy importante dentro de la estrategia de innovación de la compañía y otro 47% que es bastante importante, mientras que tan solo para el 6%, este tipo de inversiones tiene alguna importancia (el 0% en el caso de las empresas de más de quinientos empleados) y ninguna empresa entrevistada considera que tiene poca importancia.
Existe, por lo tanto, una conciencia de que se trata de una inversión necesaria y estratégica para el éxito de los negocios. Esto ha supuesto durante los últimos años una gran actividad en el desarrollo y la integración de soluciones.
Durante los dos últimos años, la inversión más habitual en soluciones digitales ha sido el desarrollo de apps para clientes, pues un 26% de las empresas han incorporado este tipo de desarrollos. Aunque también destaca que en este periodo un 10% ha invertido en aplicaciones M2M de gestión de transacciones y un 11% en aplicaciones M2M de monitorización de activos. El análisis coste-beneficio, con un 43% de utilización, sigue siendo el criterio fundamental a la hora de decidir entre diferentes inversiones tecnológicas y una gran mayoría —90%— considera que los rendimientos que se obtienen de la inversión en soluciones digitales son excelentes o muy buenos.
Sólo un 1% de las empresas han disminuido su inversión digital
Por este motivo, durante el año 2016, el 21% de las grandes empresas ha aumentado bastante sus presupuestos en inversiones digitales, el 62% ha realizado un aumento ligero, el 16% lo ha mantenido y solamente en un 1% de los casos lo han hecho decrecer. Si en los años anteriores entre las empresas de más de quinientos empleados la inversión estrella fueron las apps de cliente, en 2016 han sido las tecnologías Big Data, pues un 35% de estas empresas invierten en este ámbito.
Esta orientación hacia la inversión en Big Data no es una realidad solamente en las grandes empresas, sino que la pequeña y mediana empresa es muy consciente de las posibilidades que la gran cantidad de datos que se generan en el entorno digital pueden ofrecer a sus negocios.
Así, el 28% de las pequeñas empresas y el 45% de las medianas conocen el término «Big Data» de forma espontánea, aunque, tras oír la definición, el 48% de las pequeñas empresas y el 59% de las medianas afirman conocer el concepto. De hecho, ya un 13% de las pequeñas empresas y un 29% de las medianas están utilizando alguna técnica estadística de reconocimiento de patrones.
Además, el 22% de las pequeñas empresas lo consideran bastante o muy interesante y el 23% algo interesante, cifras que suben hasta el 26% y el 28% respectivamente en el caso de la mediana empresa. El beneficio mayor que consideran estas empresas de la utilización del Big Data es analizar el perfil de las personas que visitan la web (el 90% valora esta opción entre 5 y 10 en la mediana empresa y el 82% en la pequeña empresa), analizar perfiles de los clientes que les llaman (el 79% valora con esa puntuación tanto en la mediana como en la pequeña empresa), asesoramiento a la hora de abrir un local (el 66% valora con dicha puntuación entre las medianas empresas y un 63% en el caso de la pequeña) y analizar las personas que no entran en el local (el 63% valora con esa puntuación en el caso de las empresas medianas y un 66% en el de las grandes).
Se observa de esta forma que las pequeñas y medianas empresas, que generalmente tienen más difícil el acceso a las soluciones digitales más avanzadas, se encuentran tan concienciadas como las grandes empresas sobre su necesidad. No obstante, para una de cada tres que no lo ven interesante, el motivo es que siguen considerándolo una solución para grandes empresas.
Otra tendencia tecnológica que también empieza a ser utilizada por las empresas es la computación en la nube. Así, el 33% de las medianas empresas y el 21% de las pequeñas ya recurren a la nube, mientras que un 15% y 16% esperan utilizarla en breve.
De esta forma, al igual que pasaba con el Big Data, las pequeñas y medianas empresas ya están concienciadas de la necesidad de utilizar estas tecnologías para no quedarse rezagadas en el entorno competitivo actual.