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Big Data: la tecnología del hombre/dato

Les voy a contar una cosa: una adolescente comenzó a recibir publicidad de unos grandes almacenes de productos que las mujeres embarazadas suelen demandar en los primeros meses de gestación. Puesto que esto sucedió en Minneapolis, Estados Unidos, su padre cogió la pistola y se presentó ante el encargado de los almacenes Target, emisario de la propaganda, a pedir explicaciones.

El argumento del progenitor de la joven era que con esa publicidad incitaban a que hijas como la suya, todavía en el instituto, se quedaran embarazadas. En ese momento, los responsables del establecimiento le pidieron disculpas y asunto zanjando. Me imagino que ayudaría mucho a pedir perdón que el padre llevara pistola.

Pero poco tiempo después el padre tuvo que enfundar el arma y pedir perdón. Su hija sí que estaba embarazada y los sistemas de Big Data de los almacenes Target habían detectado, por lo que visitaba en su web, los anuncios que veía en la red, los productos que había dejado de comprar, las búsquedas que hacía en Google y otras variables que efectivamente estaba preñada y, en consecuencia, le enviaba publicidad personalizada por ello.

Este es un ejemplo real de lo que hace el Big Data. La historia se encuentra en numerosas fuentes con algunas variantes. En este caso se dan una serie de circunstancias que la llevan al límite, pero la gestión masiva de datos y su procesamiento es ya una realidad que nos afecta a todos, y que tiene un gran potencial de crecimiento. Usted ya está atrapado como buen dato que es.

El Big Data, sin entrar en consideraciones más técnicas, consiste en la gestión y análisis de enormes volúmenes de datos que no pueden ser tratados de manera convencional, ya que superan los límites y capacidades de las herramientas de software habitualmente utilizadas para la captura, gestión y procesamiento de datos. Dicho de otra forma, no nos sirve Excel. Se manejan bases de datos estructuradas, como el censo de la población, por ejemplo, junto con otras no estructuradas, como las redes sociales. Además debe cumplir con la regla de las 5V: Volumen, Variedad, Velocidad, Veracidad y Valor del dato.

¿Pero por qué tiene tanta importancia esta disciplina? Seguro que ha oído eso de un hombre un voto, ¿verdad? Pues en la Sociedad de la Información un hombre, a lo largo de su vida, es varios terabytes de datos/votos. Aquí radica su trascendencia haciendo un símil. (En un terabyte se pueden guardar unas 350.000 canciones, para que tengan una referencia “medible”).

En la actualidad generamos tantos datos al estar todo digitalizado que esa información tiene un valor enorme, que aplicado a grupos de población se multiplica de forma exponencial. De tal manera que cuánta más población y más datos más valor para los gobiernos, grandes corporaciones y todas aquellas empresas que sepan sacar partido del Big Data, como los almacenes Target. No hay que ser Google, Facebook o Amazon para beneficiarse de esta tecnología.

Desde que nos levantamos somos máquinas de generar datos: todas las consultas del móvil quedan registradas, todo lo que se escribe en redes sociales, historial de navegación de cualquier dispositivo, nuestra geolocalización, qué apps descargamos, si apostamos o ligamos online, qué gastamos, dónde y cómo con las tarjetas de crédito o de fidelización en los establecimientos comerciales, qué vemos en televisión si usamos canales de pagos, las veces que vamos a nuestro médico de familia, el libro que sacamos en la biblioteca, si usamos una bicicleta (Dios no lo quiera) u otro medio de transporte en una gran ciudad, y así podría seguir hasta el final del artículo.

¿Cómo evolucionará la suma del Internet de las cosas y el Big Data?

Añádanle en breve el internet de las cosas; ya sabe, cuando su nevera, su bici y cualquier chisme digital inteligente empiece a dar datos que le afecten a usted en internet sin parar y ya tenemos la tormenta perfecta. Será interesante ver cómo evoluciona la suma del internet de las cosas y el Big Data, en la medida que estarán “hablando” dos máquinas entre sí para comunicarse datos con la finalidad de que uno tome decisiones y el otro los guarde para adoptar otras determinaciones en el futuro.

Por lo que respecta a las grandes empresas de computación no se preocupe, estarán preparadas para gestionar una gran cantidad de esa información y sacar beneficio económico, preocúpese de su privacidad, aunque este asunto, como decía Pujol, “avui no toca”.

Lo que sí es una realidad es que las grandes empresas ya están trabajando en este campo desde hace años como se puso de manifiesto en el Big Data to Action 2017. Telefónica con su programa LUCA, IBM, BBVA, Santander, Indra o IBM son algunas de ellas. Como señaló David Sanz, socio responsable de Big Data en Everis, “la cifra de personas conectadas a internet supera los 3.149 millones de usuarios en todo el mundo, por lo que el que sacar partido a toda la información que se genera es el objetivo hacia el que deben enfocarse las compañías que quieran sobrevivir en la era digital”. En la actualidad, se está todavía ante un futuro incipiente ya que se estima que solamente se están procesando el 10% de los datos que se generan.

Así pues, Big Data, internet de las cosas y computación en la nube van a ser los ejes estratégicos de la web 3.0, y las empresas que no estén bien posicionadas aquí no serán plenamente digitales y no estarán en condiciones de competir con el resto en igual de condiciones.

El motivo por el que usted ve anuncios personalizados en las páginas web se sustenta en un parte de esta tecnología. Si compra en Amazon habrá visto que uno de sus éxitos son las recomendaciones de productos, basadas también en Big Data. Además, esta compañía presta servicios a terceros por medio de Amazon Web Services, al igual que lo hacen Google y Microsoft entre otros gigantes. No hace falta explicar el motivo, ¿no? Netflix, la compañía de televisión, tiene como uno de sus pilares estratégicos la recomendación de películas a sus suscriptores: 100 millones de usuarios en todo el mundo y creciendo.

La banca ha sido una de las primeras en subirse al Big Data, pero además de para su propio beneficio corporativo está lanzado al mercado de las pymes herramientas muy interesantes como Proyecto Big data del BBVA, o “MI comercio” del Santander, además de otras iniciativas de La Caixa, Bankinter e ING. Pero no es el único sector, Telefónica ha puesto en marcha para las pymes Living Cloud, al mismo tiempo que el sector de seguros, salud y gran consumo también están implantado sistemas de análisis para estudiar y conocer más a sus clientes/datos.