La implantación masiva de las nuevas tecnologías, su accesibilidad a costes cada vez más bajos y su uso en todo momento han supuesto para las grandes empresas y Pymes un cambio disruptivo en gran parte de sus modelos de negocios.
En poco más de diez años sectores enteros se han transformado: Administración, educación, banca, salud, ocio, medios de comunicación, servicios profesionales, etc. Prácticamente todo ha cambiado y los usuarios han ido pivotando de lo analógico a lo digital. Basta con pensar cómo eran nuestros hábitos de compra en 2005, por ejemplo, y ahora.
Por parte de la oferta las empresas han venido ofreciendo páginas web y tiendas online para mostrar una parte de este cambio que se traduce en vender sus productos y servicios. Sin embargo, como consecuencia de la rapidez y velocidad de cambio exponencial de las TIC pronto van a tener que hacer frente a otro cambio que también va a ser determinante: ajustar sus webs a los dispositivos móviles para que la experiencia de usuario sea buena y las ventas se mantengan al alza.
Se trata de una cuestión vital dado que el dispositivo preferido para acceder a internet en España es el smartphone para el 76% de los usuarios, mientras que el 48% lo hacen desde el ordenador de sobremesa. Al mismo tiempo, el 33% utiliza también tabletas y el 54% ordenadores portátiles, según los datos de tercer trimestre de 2016 publicados por la ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información).
Para el comercio electrónico este hito significa una segunda disrupción tecnológica en muy poco tiempo ya que supone no solo tener una buena tienda online que se vea bien en la pantalla del ordenador, sino también en estas plataformas móviles. En esta batalla, y por segunda vez, vuelven a ganar los grandes, las marcas que todos tenemos en mente, y pierden los pequeños, muchos de los cuales todavía no tienen buenas páginas web y ahora se enfrentan con el reto de que, además de que son mejorables, no están preparadas para la nueva realidad de una parte de la compra online.
Ganar una guerra si se pierden dos batallas es muy difícil. La unión para vender en plataformas online parece imposible cuando ya es muy difícil en el comercio terrenal, lo cual es una verdadera lástima y significa ir contra de lo busca el consumidor. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en Amazon donde con la palabra “Teruel” lo más buscado es “jamón de Teruel” según la herramienta de medición para SEO Keyword Tool. Así que la lección es fácil, si no te organizas tú, un gigante te mete en su modelo de negocio y “te organiza”.
Crecimiento de las ventas móviles
La venta en dispositivos móviles solamente va a crecer por varios motivos. Si se toma como referencia a Estados Unidos, que con respecto a Europa nos lleva varios años de ventaja en las compras online, esto ya sucede y sus tasas de comercialización son más elevadas que en los países europeos por medio de estos dispositivos. Los últimos datos indican que las ventas desde este tipo de plataformas aumentaron un 56%, y alcanzaron los 49.200 millones de dólares, duplicando el crecimiento del año anterior, según la consultora comScore. Las compras desde dispositivos fijos todavía superan con mucho a las hechas desde móviles (el año pasado alcanzaron 256.100 millones de dólares), pero su crecimiento anual se desaceleró casi en 4,5 puntos al pasar de 12,5% a 8,1%.
El uso del teléfono móvil es una nueva oportunidad de venta que está siendo muy investigada por todos los grandes distribuidores del ecommerce a los dos lados del Atlántico y por el gigante chino del comercio online Alibaba, sin prejuicio de las aplicaciones móviles que ya existen y que te puedes descargar en la actualidad.
En EE.UU. existe un hábito de compra que ya se detectado y bautizado como «snacking«, que consiste en hacer pequeñas compras en ráfagas cortas a lo largo del día con los teléfonos, bien sean estas impulsivas o no, pues una parte de las mismas son productos de pequeña cuantía de compra, de uso casi diario y equiparables en cierto modo a lo que hace años se adquiría en las tiendas de proximidad. Es decir, el consumidor aprovecha un rato de tiempo libre para hacer estas compras sencillas y repetitivas.
Al final del día es cuando se realizan las compras más complejas, asociadas a más tiempo libre, como por ejemplo ropa, zapatos, entradas para espectáculos, viajes o la compra semanal de la casa. Aquí es determinante el tiempo libre y la buena experiencia de usuario que ofrecen estas tiendas en todo momento, apoyándose en ofrecer lo que te gusta en función de tus compras anteriores gracias a la personalización, descuentos y promociones y envíos gratuitos por volumen de compra o tarifa plana.
Y contra esto es muy difícil competir. El teléfono inteligente es la mejor arma, sí, arma de marketing que se ha inventado. Siempre conectados y siempre con nosotros nos “lleva” de tiendas y podemos pagar con él si queremos sin levantarnos del sillón en nuestra casa, donde si no compramos al menos tomamos nota, leemos los comentarios de otros compradores o buscamos en redes sociales. Si se hace de forma rápida, pongamos por la mañana tomando un café, porque necesito leche, seguramente haré una compra impulsiva y adquiriré algo más. Le sumamos que en unas horas lo tengo en casa o en la oficina y se cierra el círculo perfecto.