•  | 
  • 2 min

¿Es mala para los autónomos la actual deflación?

¿Es preocupante el actual escenario de deflación de precios? La creencia generalizada es que la deflación es perniciosa para la economía. Pero ¿es esto realmente así? ¿Lo es en la actualidad? Y sobre todo ¿es mala para los autónomos y emprendedores?

Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), señaló “que la inflación en negativo haya sido provocada por el bajón de los costes energéticos y no por un fuerte descenso del consumo tiene más ventajas que desventajas para la mayoría del colectivo.

En general ATA entiende “que el importante ahorro en muchos de los costes que tienen que hacer frente los autónomos como resultado de bajada de los precios de la electricidad, el gas y otros servicios relativos a la vivienda y locales (…) ha supuesto un respiro para toda la economía real.

Javier Flores, responsable de ASINVER, pese a que considera que “hay otros componentes” aparte de los energéticos en la caída de precios, ve que “el contexto actual es favorable para autónomos y emprendedores”.

Los autónomos no tienen margen para aumentar sus márgenes subiendo precios”, por lo que su forma de aumentar beneficios se cimenta en el control de costes. La caída de precios energéticos es una forma de lograrlo.

Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana, también tiene una “visión sana” de la deflación energética, pero advierte de que parte de la caída de precios viene de la mano de la “contracción del crédito, lo que “es un síntoma de la economía sigue débil”.

Eso sí, Rallo recalca que esa deflación es “síntoma y no causa” de la debilidad económica y apunta a la necesidad de “sanear el sobreendeudamiento existente”.

En todo caso, la deflación actual presenta más ventajas que desventajas. “En una balanza pesan más los factores positivos que negativos”, insiste Javier Flores. “Pero podría ser mejor, ya que una parte importante de los beneficios que pueden conseguir los autónomos se va por otra parte, como en impuestos”. “Incluso en la propia energía, más de la mitad de los costes son impuestos”, concluye el experto de ASINVER.