La vuelta a la oficina empieza a generalizarse. O al menos en forma de trabajo híbrido. La situación sanitaria hace posible el regreso al trabajo presencial. Pero ¿cómo afrontan los empleados y trabajadores la nueva situación laboral?
Las cifras de vacunación a principios de septiembre empujan el retorno a la presencialidad: el 72,2% de la población española está vacunado con la pauta completa, mientras que más del 77% tienen al menos una dosis.
Son unas de las cifras más altas del mundo, pero los españoles viven la vuelta a la oficina con incertidumbre, e incluso con “ansiedad”, como revela una encuesta realizada entre más de mil personas durante este mes de agosto por ekilu, la app de referencia en bienestar.
Según la encuesta, dos de cada cinco personas sienten ansiedad por tener que incorporarse presencialmente a su puesto de trabajo. Además, más de la mitad (54%) de los encuestados afirmaba que su ansiedad a la hora de incorporarse a la vuelta del verano a sus trabajos es mayor con respecto a antes de la pandemia. Y no hay que olvidar que es la segunda causa más común en bajas laborales. De hecho, suponen el 30% del total.
Causas del miedo a la vuelta a la oficina
Respecto a los aspectos que más preocupan ante los ‘planes de retorno a las oficinas’ son empeorar la conciliación de la vida familiar y profesional (46%), volver a hábitos de mala alimentación (46%), los posibles contagios que puedan producirse en la oficina (36%), que los compañeros mantengan la distancia de seguridad (35%), los desplazamientos en transporte público hasta el lugar de trabajo (35%) y el uso de la mascarilla dentro de las oficinas (32%).
Sin embargo, hay algunas opciones que plantean los encuestados para reducir estos niveles de estrés e incertidumbre que les genera volver a incorporarse presencialmente en las circunstancias actuales, y es que a casi 8 de cada 10 su empresa les impone el modelo de vuelta y no pueden escoger. Casi la mitad (48%) indica que les ayudaría tener flexibilidad con respecto a la presencialidad, seguido de la obligatoriedad a los empleados de tener la pauta completa en la vacuna (26%) y tener mayor claridad de las medidas de la empresa para garantizar su seguridad (21%).
Ventajas del teletrabajo y del trabajo híbrido
Si algo bueno ha dejado la pandemia para muchos ha sido el teletrabajo, ya sea total o híbrido. Esa flexibilidad les ha permitido una mejor organización personal y una menor pérdida de tiempo en desplazamientos. Así, el 50% manifiesta que disfrutó mucho trabajando en casa y el 18% igual que en la oficina. En lo que a la productividad se refiere el 28% apunta a que lo es más en casa y el 35% igual que en la oficina.
Según revela Carlos Melara, CEO y fundador de ekilu:
Pese a que los planes de retorno ya están comenzando de forma masiva, cada vez son más empresas las que están apostando por incorporar para siempre modelos de teletrabajo, ya sea totales o híbridos. Y es que, sin duda, a los trabajadores les ha permitido disponer de una mayor conciliación sin que ello afecte a su productividad, además de disponer de más tiempo para su autocuidado y para tener una mejor alimentación. No es de extrañar que, ante la perspectiva de volver a la oficina, lo que más les preocupa es perder ese tiempo y que su calidad de vida empeore, incluso más allá de los riesgos propios de la pandemia.
A pesar de la ansiedad ante la vuelta a la oficina, la opción del teletrabajo como única posibilidad parece descartada. El trabajo híbrido se impone como la fórmula más exitosa: un estudio de Microsoft reveló que el teletrabajo, a diferencia de la fórmula híbrida, ponía en peligro la innovación.
La causa residía en que el teletrabajo debilitaba nuestras redes profesionales. En un primer momento, se estrechaban los lazos con los miembros de nuestro equipo de trabajo, pero fuera del entorno más próximo, se debilitaban. Esto provoca la creación de silos organizacionales, es decir, espacios cerrados dentro de la empresa con escasas conexiones que dificultan el trabajo entre las áreas y merman la productividad e innovación.